viernes, 22 de abril de 2016

DEMASIADO RICOS PARA PAGAR

DEMASIADO RICOS PARA PAGAR

El amor a la patria se expresa en impuestos, que es como se mantiene, no en metros de tela rojigualda. Todo lo demás es puro ruido, ruido interesado, ruido que ensordece conciencias. Aquellos que esquilman la patria llaman libertad pomposamente al privilegio suyo de enriquecerse sin que nadie les estorbe con leyes, normas o ética. A tamaño engendro llaman ellos libertad mientras abominan de la libertad de expresión y de la libre circulación de personas. Aquellos que, a pesar de estar entre los expoliados, toleran o disculpan el expolio y la indecencia, no vaya a cambiar la situación política y estemos peor, también son responsables. Con su miedo y su lasitud moral, pues argumentan que cualquiera (ellos incluidos) que esté ahí hará lo mismo, posibilitan que gobiernen ladrones.

Creo que a nadie se le escapa ya que es la clase trabajadora la que mantiene con sus impuestos el estado del bienestar porque los ricos son demasiado ricos como para pagar. Pues he aquí la gran victoria del capitalismo: convencer a esa clase trabajadora de ser culpable de no trabajar suficientes años, de vivir por encima de sus posibilidades, de no morirse en cuanto deja de producir para no ser una carga. No añado ni una coma a las recomendaciones de Bruselas para componer esta estafa que llaman crisis. Repatriar los dineros que andan haciendo turismo por esos mundos de dios no se les ha ocurrido porque son de imaginación corta y fija y nos tienen en el punto de mira a todos menos a aquellos que son demasiado grandes para caber en el objetivo.
Piratas cobardes que no arriesgan al robar. Patriotas del becerro de oro a quienes no importa otra cosa que no sea el vil metal, pero como la patria es el último refugio de los canallas, salen envueltos unos en grandes banderas rojigualdas y otros en grandes ideales de atrezzo


Son demasiado ricos como para pagar impuestos. Y es legal que no los paguen porque son ellos mismos los que diseñan las leyes financieras. Para colmo de mofa, se enfadan cuando nos damos cuenta de la monumental tomadura de pelo que supone el que: 1) las grandes fortunas no contribuyan al bien común y 2) son las que promocionan la privatización, invierten lo expoliado en comprar despojos públicos y se reparten entre unos pocos lo que hemos pagado los demás. Y encima de todo ello, cuando la noticia sale a la luz amenazan con demandas a tutiplén a todo aquel que señale lo que es dolorosamente cierto: que aquellos que amontonan dinero como para terminar con el hambre en el continente africano no pagan impuestos. Se escudan en la legalidad, como si el hecho de ser legal lo hiciera menos inmoral. Se amparan en que es legal como si no nos hubiéramos dado cuenta de que el problema es precisamente ése: que es legal y que deberíamos con nuestras protestas hacer saltar esa legalidad indecente por los aires, cerrar para siempre los paraísos fiscales y tirar la llave al mar. 

miércoles, 6 de abril de 2016

PANAMÁ, MON AMOUR

PANAMÁ, MON AMOUR

Pagar impuestos es de pescaderas, de camareros, de limpiadoras, de autónomos. La gente que mola no paga impuestos, la gente que mola de verdad y que es la que merece estar gobernando (según Azúa, a quien por lo visto ha preocupado más la llegada de Colau al gobierno que la corrupción galopante) se lleva su fortuna a destinos que molan tanto como ellos: Panamá, Islas Caimán, Seychelles, Bahamas. Vamos, por favor, si la sola mención de esos nombres inspira glamour. Pero cómo va doña Pilar a ponerse delante del ordenador con el programa PADRE, cómo va a llevar la señora de Cañete una carpeta con gastos de representación a su asesoría, cómo va estar Almodóvar juntando facturas para hacer la declaración, en qué mundo vivimos, ni que fuéramos todos iguales.

Es alucinante que teniendo tecnología como para que a un huevo se le pueda imprimir  la fecha de puesta y llevar su trazabilidad hasta el mismo culo de la gallina y que a un billete de 500Euros no se le pueda hacer el seguimiento. Porque no les da la gana, porque los titulares de cuentas opacas son los mismos que tienen que decidir qué hacer con los paraísos fiscales, ¿qué van a hacer? pues alicatarlos hasta el techo y ponerles cortinas.

La indecencia alcanza niveles estratosféricos No hace falta ser muy espabilado para ver la correlación directa entre las sociedades offshore y la privatización de la sanidad, entre los paraísos fiscales y el desmantelamiento del estado del bienestar, entre el dinero negro y el aumento de la edad de jubilación. Los recursos que posee una sociedad están en vasos comunicantes: a mayor riqueza de la clase privilegiada, mayor pobreza de la población general. O de dónde si no sacan todos estos sinvergüenzas sus fortunas indecentes, porque de doblar el lomo no es. Todos los impuestos que se ahorran son camas de hospital de menos, son colegios donde no se cubren bajas, son dependientes que no cobran ni el mínimo.


45 horas ha tardado en dimitir el Primer Ministro islandés animado a ello por un bonito número de manifestantes a la puerta del parlamento y aquí nos dicen que la crisis es culpa nuestra porque hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y se nos queda cara de panolis. Mientras, los compi yoguis offshore (como les llama José Daniel Espejo) esperan a que pase la polvareda con cara de circunstancias y los bolsillos bien abiertos.

domingo, 3 de abril de 2016

SERVIR PESCADO

SERVIR PESCADO
Qué manía con Ada Colau. Primero el edil del PP que dijo que tenía que estar "limpiando suelos"  (todo un clásico: en cuanto una mujer accede al poder siempre hay algún nostálgico de la Prehistoria  que la manda a fregar) y ahora Azúa que opina que tendría que estar sirviendo  pescado. Qué lástima que no se haya quedado mudo un rato, aprovechando que ocupa el sillón H de la Academia de la Lengua.
Dan ganas de dedicarles a los dos una buena retahíla de improperios, pero sería ponerse a su altura y no tengo pensado rebajarme tanto. No sé ni por dónde empezar, si por lo clasista, lo machista, lo falto de argumentos o lo poco original. Es grave porque la clase intelectual, a la que Azúa pertenece, es generadora de pensamiento y de opinión y declaraciones como ésta corroboran lo que ya sabíamos: que en materia de igualdad no hemos salido de la caverna. También es muy revelador de lo que un partido como Ciudadanos tiene para ofrecer a la ciudadanía y no es casualidad que coincida en el insulto con el edil del PP ni es la única coincidencia.

Teniendo en cuenta la poca calidad de nuestra democracia en realidad lo que hacen  falta son muchas pescaderas y muchas limpiadoras en los gobiernos de nuestras ciudades, aunque Ada Colau no sea ni una cosa ni la otra. De lo que desde luego podemos prescindir es de académicos y políticos machistas que se dedican a insultar a las mujeres que han conseguido llegar al gobierno con toda legitimidad, honestidad y decencia. Quizás sean esas virtudes, más propias de limpiadoras y de pescaderas que de políticos al uso, las que se les hacen raras a estos individuos que piensan que el escenario del poder pertenece a los hombres y en especial a los  hombres que desde siempre se han movido en ámbitos de influencia. Y como no sólo de machismo vive el energúmeno, el insulto es al mismo tiempo clasista pues se deduce de estos mensajes que ellos preferirían un gobierno de las élites, de los que ellos consideran los mejores, lo que etimológicamente equivale a "aristocracia" (del griego aristos, excelente) y que estaría libre de electricistas, camioneros, pescaderas... algo propio del gobierno del pueblo, también conocido como democracia. Pero, ay, por suerte esto no es así y esa es la rabia que transmiten tales declaraciones cargadas de insultos, porque cuando uno no tiene argumentos se sirve del grito y del trazo grueso. Señor Félix de Azúa, sepa usted que esa salida de tono no es propia de un académico de la lengua,  es un comentario de barra de bar y palillo en los dientes. Qué forma más grosera de deslucir su sillón de la academia.