DE
CAMPECHANO I A PREPARADO I
Hace
días leía en el diario.es que vamos a pasar de Campechano I a Preparado I. Me
encantó la frase por precisa. Que el
príncipe está muy preparado, dicen. Y se
queda la gente tan ancha. Cualquier mindundi de la calle te dice, con expresión
sería y cara de saber de lo que habla, que “el príncipe está muy preparado”,
como si lo supiera él porque han estudiado juntos o porque ha seguido su
meritoria carrera, matrícula a matrícula. La gente repite lo que oye
machaconamente a diario, sin darse cuenta de que no saben ni lo que dicen, sin
darse cuenta de que repiten frases o expresiones cocinadas ad hoc en los focos del poder, como sucedía y sucede con campechano
(¿cómo es posible que los españoles, que no nos ponemos de acuerdo ni en lo más
básico, hayamos atinado a describir TODOS con el mismo adjetivo al rey y ahora
al príncipe?). Y además, eso de que el príncipe está preparado, ¿preparado para
qué?, ¿para leer los discursos que le escriben otros?, ¿para vivir a cuerpo de
rey (o de príncipe, que para el caso es lo mismo)?, ¿para salir guapo y bien
vestido en las fotos con la ropa que
pagamos entre todos?, ¿para que la prensa se la coja con papel de fumar
a la hora de hablar de él?. Pues, amigos y amigas, para todo eso está igual de
preparado el tonto de mi pueblo, sólo que le sale bastante más barato al erario
público.
Y otra
cosica: si con cuarenta y seis tacos y sin haber hecho otra cosa en toda su
vida que hacer de monigote para la foto y vivir una vida muelle, no estuviera preparado para seguir con lo
mismo, sería para matarlo.
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