DEMASIADOS HOMBRES ENFADADOS
El lunes 15 de enero se publicó una encuesta sobre la percepción de la igualdad en la población realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Esta encuesta señala que hay un 44% de hombres que creen que hemos ido demasiado lejos con eso de la igualdad, que dónde vamos a ir a parar, que ahora los discriminados son ellos. A pesar de las cifras, de las evidencias, de la carga femenina en los cuidados, de la dificultad de las mujeres para conciliar vida profesional y familiar, de los techos de cristal, de las brechas salariales, de los feminicidios, de las agresiones sexuales, a pesar de todo ello, hay demasiados hombres que creen que los discriminados por el avance de la igualdad, impulsado por el feminismo, ahora son ellos. Creen que se ha generado un desequilibrio a favor de las mujeres, aún peor, en contra de los hombres. Les da vértigo el avance y es normal viniendo de donde veníamos. Partimos de una desproporción enorme donde una mujer ni siquiera podía abrir una cuenta sin permiso del marido, por ejemplo. El feminismo ve el camino por recorrer y opina que los avances son aún insuficientes, el machismo ve el camino recorrido y opina que los avances son excesivos.
Pero ese porcentaje no es neutro (nada lo es) ya que tiene un pronunciado sesgo político: los hombres que sostienen que están siendo perjudicados por las políticas de igualdad son en un 86% votantes de Vox el 23J y en un 66% votantes del PP. Esas cifras caen entre los votantes del Psoe (22%) y de Sumar (9,5%). La derecha y la ultraderecha generan un discurso antifeminista, fake news incluidas, que hace que las cifras de cabreo mayúsculo expresadas por la encuesta estén de sobra justificadas.
El patriarcado es un sistema que favorece a los hombres y oprime a las mujeres, como bien sabemos. En este sistema las mujeres no ostentan el poder, pero sí que pueden tener la potestad de ser sus guardianas. Como vimos en nuestro artículo de enero, “Navidad y tradwives”, a veces no son solo las guardianas de ese poder: algunas mujeres pueden devenir también en sus instigadoras y en las defensoras de su pervivencia. No hay más que oír a Ayuso opinando sobre esta encuesta: “Su forma de ver la vida propia de malcriadas que aspiran a llegar solas y borrachas...”.
Con esto queremos decir que el machismo no es privativo de los hombres, que es un sistema ampliamente transversal y asumido por hombres y mujeres y que, del mismo modo que ser blanco no te convierte en racista, ser hombre no te convierte en machista. Lo que te convierte en machista es la asunción y el disfrute de todo un sistema de privilegios establecidos por el patriarcado para los hombres, lo que te convierte en machista es hacer campaña para que ese sistema permanezca ad eternum porque es bueno para ti. También aquellos que simplemente se dejan mimar por este sistema porque, como dice la canción de Sandro Giacobbe “la vida es así, no la he inventado yo” deberían hacérselo mirar un poquito.
Pero lo que nos parece más preocupante en esta encuesta es la franja de edad que expresa este sentimiento en un mayor porcentaje: 16-24 años. Quizás les hemos dejado cargar con la sensación de que nacer hombre equivale a ser un opresor, cuando no es así. No podemos ignorar ni minusvalorar ese dato porque ese sentimiento es real y el sentimiento en política se expresa en votos.
Creemos que hay entre los jóvenes un cúmulo de ansiedad y confusión: la masculinidad tradicional está en crisis. Ya no saben cómo ser hombres y los discursos que les llegan desde la derecha y ultraderecha les dejan una vía fácil y expeditiva: el retorno a una identidad masculina rígida, una vuelta al rancio patriarcado donde todo es fácil y cómodo para ellos.
En esta encuesta el 81,2% de las mujeres y el 74,2% de los hombres asegura que la igualdad no se logrará “a menos que los hombres también luchen por los derechos de las mujeres”, algo que nos parece sumamente revelador. La igualdad es una lucha de hombres y mujeres, no de mujeres contras hombres.
Quizás debemos aceptar que el feminismo no ha generado aún un discurso dirigido a los chicos para decirles que ser hombre no es lo mismo que ser machista. Y es necesario porque necesitamos aliados del feminismo, aliados que comprendan que el feminismo no favorece a las mujeres y perjudica a los hombres, que el feminismo nos hace iguales a todos y hace mejor y más humana la sociedad en la que vivimos.
https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2024/02/01/hombres-enfadados-97587768.html
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