lunes, 18 de noviembre de 2024

INCOMPETENCIA, BULOS Y SOLIDARIDAD ESPECTACULO

 

INCOMPETENCIA, BULOS Y SOLIDARIDAD ESPECTACULO

Esta DANA de terribles consecuencias para Valencia y un dolor inaudito en todos los corazones ha mostrado todo lo positivo y todo lo negativo que existe en nosotros. Se ha desplegado de forma sobrecogedora un río espontáneo de solidaridad, un tsunami de ayuda a la altura del desastre. Pero al mismo tiempo también ha desvelado cosas que ya sospechábamos y que aún no habíamos constatado en toda su magnitud.

Una de ellas es que el negacionismo mata. Lo sabíamos, pero no nos podíamos imaginar que mataba tanto y tan rápido. Mazón será para las futuras generaciones sinónimo perfecto de incompetencia. El mismo Mazón que negaba las consecuencias del cambio climático y que aquí están, en toda su terrible y aplastante extensión, llevándose vidas humanas, lo irrecuperable. Llevándose también trabajos, negocios, escuelas, infraestructuras de todo tipo, modus vivendi que tardarán años en ponerse en pie. El mismo Mazón que, coherente con ese negacionismo, desmontó la unidad de emergencias para derivar esa dotación al noble arte de la tauromaquia, mucho más necesaria, dónde va a parar. Ese Mazón que, cuando la DANA ya había empezado, se encontraba en un restaurante ofreciendo la dirección de la televisión autonómica a una amiga periodista, sin concurso público, claro está. El mismo, insisto, que se rodeó de incompetentes como él y como su consejera de interior, Salomé Pradas (que ni siquiera sabía que existía la alarma a móviles), y que tardó doce horas en dar el aviso de alerta roja a la población, de darlo cuando la gente ya estaba literalmente tragando agua y cuando ya se amontonaban los muertos.

Desde luego no era su intención, de hecho, nada ha sido su intención porque no ha habido nada premeditado, o lo que es lo mismo, nada previsto, pero el envío del mensaje cuando la riada ya estaba en curso, provocando que la gente sintiera la urgencia de ir a sacar los coches de los parkings, ha sido una trampa mortal. Ni que hubieran ido a pillar (y sabemos que no es así). Para darlo a las ocho de la tarde, mejor no hubiera dado aviso ninguno. Seguramente muchos de los que fueron en ese mismo momento a rescatar sus vehículos aparcados en subterráneos se hubieran salvado. Una multitud ha pedido este fin de semana en Valencia la dimisión de Mazón. Les sobran los motivos.

Otra cosa que hemos comprobado con preocupación es que los bulos se multiplican a la velocidad de la luz en momentos de crisis, cuando la población siente un pico de ansiedad por saber qué está pasando. Iker Jiménez no ha sido el único, pero si uno de los más destacados en transportarnos estos días, sin asomo de vergüenza, en su nave del bulo. Sería agotador enumerar la cantidad de mentiras (que se iban a encontrar miles de muertos en parkings, que la grúa se llevaba los coches de los voluntarios, que se ocultaban cadáveres para que el recuento fuera menor, que se tiraba a la basura la ropa que se enviaba como ayuda) publicadas y replicadas en cuestión de horas y que, alimentadas en redes por medios de derechas han querido contribuir a dar la sensación de estado fallido. Solo recordar que uno de los colaboradores de Iker Jiménez, Rubén Gisbert, aparece en un video rebozando en barro su impoluto outfit para simular que estaba él solito sacando a Valencia del desastre. Son expertos en generar noticias fake, cómo se iban a resistir a servirnos también una ración de solidaridad fake. Así de fiables son.

En estos tiempos de exposición pública para algunos mostrar la ayuda es más importante que ayudar, confundiendo el acto con su representación, confundiendo la imagen de la cosa con la cosa misma. Hemos visto desplegarse en toda su dimensión la solidaridad espectáculo, algo que da mucha vergüenza ajena cuando no mucho asco. Cuando influencers de todo pelo se sacan fotos pala en mano con el modelo coronel Tapioca y maquillados de barro, eso no es solidaridad, es auto promoción. Cuando un político va a sacar fango con un montón de móviles grabándole para que no se escape nada, eso no es ayuda, es populismo. Cuando un empresario multimillonario hace una donación, si la donación no es anónima entonces no es solidaridad, es publicidad, es aprovechar una tragedia para hacerse una maravillosa y baratísima campaña de marketing.

Algunas televisiones han sido capaces de convertir el dolor de los demás en espectáculo saltándose cualquier atisbo de código deontológico. A veces no está claro dónde termina la información y dónde empieza el espectáculo. Es una tragedia que necesita mostrarse al mundo, pero justo por eso la dignidad y la intimidad de las personas deben ser preservadas con toda delicadeza.

En fin, y algunos decían que de la pandemia íbamos a salir mejores, como si hubiera una correlación entre encierro y excelencia (si así fuera la gente saldría de las cárceles más virtuosa que san Martín de Porres). Pues no, no hemos salido ni mejores ni peores, hemos salido igual que entramos.

 

https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2024/11/15/incompetencia-bulos-solidaridad-espectaculo-111701213.html

 

 

ERREJON HASTA EN LA SOPA

 

ERREJON HASTA EN LA SOPA

Como ya sabrán ustedes, esta última semana no se ha hablado de otra cosa que de la dimisión por un caso de acoso de sexual de Iñigo Errejón, portavoz en el Congreso de Sumar.

Sabemos que el machismo es lo más transversal que existe y que se manifiesta en mujeres y hombres (pero más en los hombres) de izquierda y derecha (pero más en la derecha). Hemos visto en este caso, cuyos detalles no paran de salir a la luz, que el poder patriarcal se ejerce de muchas formas distintas, en especial a través del comportamiento sexual, y no solo en la cama: en el trabajo, en las relaciones de amistad, en las relaciones con compañeras de partido.

En el comunicado donde informa de la dimisión de todos sus cargos (comunicado que, por cierto, parece escrito por un Góngora borracho), Errejón culpa al patriarcado de su comportamiento, como si el marco ideológico fuera una droga que le han suministrado contra su voluntad, como si no fuera él el actor de los lamentables hechos admitidos sino una marioneta manejada por el machismo contra cuyo poder no le era posible reaccionar. Ni rastro de arrepentimiento, ni rastro de perdón a las víctimas. Los hechos son graves, pero el comunicado los empeora. Él es el portavoz del partido que aspira a ser el más feminista del congreso. Repetimos: el más feminista. Toda esa superioridad moral ha actuado ahora como un boomerang que lo ha tumbado de golpe.

Él es un teórico, no nos puede salir ahora conque si la presión, la vida en la ciudad, la dinámica política y hasta el neoliberalismo. Nos viene a decir que el escenario político es un campo de entrenamiento para el machismo, o lo que es lo mismo, que la política es cosa de hombres y que exacerba su masculinidad tóxica. Así, sin cortarse, como si no hubiera también mujeres en política. El comunicado es como para enmarcarlo y ponerlo encima del piano.

Sorprende que estos hombres no sean capaces de calcular el daño que hacen a las mujeres con las que se relacionan, el que se hacen a sí mismos y el que hacen a sus familias y a los grupos a los que pertenecen. Se creen perfectamente impunes. El caso de Errejón es especialmente sangrante porque no es ningún ignorante, él sí que se conoce la letra de esta canción, porque si no es uno de sus redactores habrá estado cerca de quien la escribía. Para él no es nuevo el tema del consentimiento, el del solo sí es sí. Es asombroso, no ya por su cinismo y su falta de empatía hacia las mujeres, que por supuesto, sino por su falta de cálculo a todos los niveles: político, familiar, moral, social… ¿qué es, un mandril en celo incapaz de controlar sus impulsos?

Pero hay una pregunta más, una pregunta fundamental, y esta es para Sumar, porque más importante que los comportamientos individuales son las estructuras que les dan soporte: ¿desde cuándo se sabía que este hombre acosaba y humillaba a las mujeres, desde cuándo se ha silenciado?  Acoso sexual y abuso psicológico del líder, silencio de la formación. Ni Vox lo hubiera mejorado. Si una de las columnas de Sumar es el feminismo, esa columna ha colapsado en cuestión de horas y con un estrépito ensordecedor. Esa columna caída, mucho nos tememos, vaciará rápidamente el mermado caladero de votos de este grupo y condicionará el resultado de todo el arco de la izquierda. Si antes de esta bomba informativa Sumar ya se estaba convirtiendo en Restar, después de esto el desplome está garantizado.

 

Cabe decir no obstante que, si bien todo lo anterior es cierto, también lo es que la respuesta política y social ante este último caso de acoso ha sido de rechazo inmediato y sin aceptar coartadas como el infumable comunicado. Incluso el hecho de haber tenido durante tantos días a Errejón hasta en la sopa es síntoma de un cambio de paradigma en la percepción del acoso y la agresión sexual, síntoma de una sociedad que ya no lo acepta y que no transige con determinados comportamientos en el ámbito del poder como se hacía no hace tanto (recordemos el caso Nevenka en que el acosador recibió todo el apoyo y la víctima tuvo que huir del país), un cambio que se ha producido durante las dos últimas décadas y que debemos agradecer al feminismo.

 

Sin embargo, la reacción inmediata ante este caso y la enorme repercusión mediática, política y social que está teniendo nos dice que se está produciendo en la sociedad un cambio de paradigma en la percepción y en el tratamiento de estos comportamientos. Ese cambio de paradigma es algo que le debemos al feminismo.

 

https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2024/10/31/errejon-sopa-110931986.html

 

 

NO ES JUSTICIA, ES IMPUNIDAD

 

NO ES JUSTICIA, ES IMPUNIDAD

A la vista de la sentencia de “los empresarios de la vergüenza” cualquiera diría que a la justicia murciana no le ha importado nada el sufrimiento de las once niñas explotadas por una red de prostitución de menores al servicio de siete empresarios murcianos. Que no le ha importado el testimonio de una madre que nos cuenta cómo atraparon a su hija en la red, cómo llegó a casa deshecha en llanto y sin querer hablar, cómo no ha podido recuperar su vida desde entonces. Que no le ha importado el hecho de que las niñas hubieran sido captadas por un grupo de proxenetas a la puerta de sus colegios ni que estos sujetos pidieran específicamente menores para satisfacer sus deseos sexuales. Tampoco que las chicas fueran elegidas precisamente por su situación precaria, que una de ellas se estuviera ofreciendo en Milanuncios como cuidadora, que otra pasara “por un momento de dificultades económicas, lo que le hacía más fácil que pudiera ceder». Ellos tan empresarios, tan de la CROEM, tan con dinero, tan con de todo. Y ellas menores, vulnerables y con dificultades económicas. ¿Es que no es evidente el desequilibrio? Parece que la justicia las mira, pero no las ve, que son insignificantes. Ellos en cambio sí que hacen bulto. No les han faltado ni buenos abogados ni una dilación negligente (o no) del sistema judicial hasta que, pasados diez años, apenas ha quedado margen de maniobra. Y ahora, tras la sentencia, hemos tenido que escuchar al abogado de Juan Castejón Ardid , alias "El Petrolero" (Expresidente de la COEC) decir que a lo mejor no eran vulnerables y lo que querían era un IPhone, como si eso hiciera menos repugnante su delito, como si eso sirviera de coartada para la violación y el estupro.

“No es justicia, es impunidad” es uno de los lemas que hemos coreado estas tres semanas seguidas en que hemos estado saliendo a las calles a manifestarnos para pedir la revisión de unos acuerdos de conformidad gracias a los cuales estos acusados de explotación sexual de menores, a pesar de haber admitido los hechos, no pisarían la cárcel. Y seguiremos saliendo para apoyar a la fiscalía que ha presentado recurso contra este fallo. De lo contrario de nada habrá servido el dolor de las víctimas ni nuestra indignación. Dentro de unos meses todo estará olvidado. Ellos volverán a sus vidas. Circulen que aquí no ha pasado nada. Menos para las víctimas, primero abusadas y después abandonas por un sistema judicial que debería haberlas tenido a ellas en cuenta por encima de toda otra consideración. Sin embargo, son ellos los que se van de rositas. Sale más caro robar un queso. https://www.laopiniondemurcia.es/murcia/2020/01/31/medio-ano-carcel-robar-quesos-34548775.html Parece Murcia una reedición de Los Miserables en pleno siglo XXI. Pero cómo se atreven a llamar justicia a esto…

Como hemos visto, la vergüenza, por mucho que las feministas nos esforcemos en que cambie de bando, sigue cayendo del lado de las víctimas. Ellas son las que no pueden salir a la calle, para ellas es para las que queda el trauma, la vergüenza, la angustia y la depresión.

A estas niñas, ahora mujeres, la sociedad las ha dejado en la estacada de muchas formas distintas. La primera en forma de vulnerabilidad económica; la segunda ofreciéndoles un modelo en el que, cuando no tienes nada y eres mujer, aún puedes servir de diversión para los hombres, un modelo que solo se ofrece a las mujeres y en el que todo, incluida su libertad sexual, tiene un precio; la tercera creando la posibilidad de ponerlas en manos de estos degenerados; y la cuarta. esta última, en la que la justicia les da la espalda como si su dolor no importará nada.

¿Qué mensaje manda a nuestra sociedad esta impunidad escandalosa ante un delito execrable como pocos, cometido contra menores? Un descrédito de la justicia que nos avergüenza profundamente a todos y a todas. La desprotección de las menores es tan flagrante que la indignación se nos sale sola. Si perdiéramos la voz nos saldrían subtítulos.

 

https://www.eldiario.es/murcia/murcia-y-aparte/no-justicia-impunidad_132_11726627.html

 

CINE REX VIVO

 CINE REX VIVO

Ha vivido la I Guerra Mundial, la esperanzadora llegada a nuestro país de la II República, su final merced a una guerra incivil, el nuevo desastre de la II Guerra Mundial, una posguerra de hambre, el respiro de la Transición, el destape, la democracia, la aceleración de los tiempos, el paso de la era analógica a la digital. Ha resistido frente a la efímera llegada del videoclub, frente a internet. Ha visto renovarse seis generaciones de espectadores, y ahí sigue, como un gigante de otro tiempo, un templo laico donde caben todas las doctrinas, donde se escuchan todas las voces, donde todo el mundo es bienvenido. Hagamos que siga vivo.