PARECIDOS Y DIFERENCIAS
Según
Rajoy Grecia no es España y según Pdr Snchz (sí, ése al que abandonaron las
vocales antes que sus comilitones) el PSOE no es el PASOK. Son dos obviedades
que han necesitado ser verbalizadas sencillamente porque las concomitancias son
enormes; si no hubiera parecidos más que razonables, estos próceres de la
patria no habrían necesitado señalar que no son “lo mismo”, cosa que ya
sabemos. Y son precisamente esas coincidencias entre Grecia y España y entre
PASOK y PSOE de las que ambos reniegan las que los deben tener a los dos de los
nervios estos días. Y no es para menos. En Grecia como en España desembarcó un
mandato de austeridad a sangre y fuego. En Grecia como en España la cifra del
paro asusta porque, punto arriba punto abajo, uno de cada cuatro trabajadores está
en paro. En Grecia como en España las tasas de pobreza infantil dejaron atrás
hace tiempo el umbral de lo tercermundista para inaugurar una nueva era de
miseria en la vieja y culta Europa. En Grecia como en España la corrupción
institucional ha sido el quinto jinete del Apocalipsis. Y el PASOK como el PSOE
ha participado en la instalación de todo lo anterior en su país, en su juego de
alternancia en el poder con los neoliberales, de quienes se espera precisamente
una apuesta por la precariedad laboral, por la desmantelación de lo público y
por el desprecio de lo social. De partidos que llevan el adjetivo “socialista”
en su DNI (ya que no en su ADN) esperábamos otra cosa. Por eso el PASOK se ha
vaciado literalmente de votantes y eso es justamente lo que teme y niega a un
tiempo Pedro Sánchez. Tiene motivos sobrados para que no le llegue la camisa al
cuerpo.
En
cuanto a si Podemos y Syriza son lo mismo o no, depende de a quién preguntes y
a qué hora. Si se asimila a Syriza al partido ganador que ha resultado ser,
entonces no, entonces Podemos no es Syriza. Pero en cambio sí lo es cuando se
descifran sus siglas para decir que es un partido de izquierda radical,
aprovechando para meter miedo. Para asustar aún un poquito más, González Pons
saca un twit de Arnaldo Otegi felicitando a Syriza. Añagazas de políticos y
periodistas de colmillo retorcido. Los mismos que sacan en portada un juego de
palabras la mar de resultón para ilustrar los resultados de ayer en las
elecciones griegas: Desgrecia, como si la verdadera “desgrecia” no hubiera sido
los cinco años de austeridad que han dejado al país reducido a ruinas griegas.
Incluso
con el FMI, el BCE y Angela Merkel haciendo campaña en su contra, Syriza les ha
dado una paliza no por esperada menos sonora. Y ahora España se mira en Grecia
y hace bien. El hartazgo y el cansancio podrían dar su fruto también aquí para
darnos esperanza de que se pueden hacer las cosas de otro modo. Hoy, bajando
con la rulica del ratón por el facebook, leía esperanza a cada paso. Esperanza.
Dice Stanislaw Jerzy Lec que cada siglo tiene su Edad Media. La Edad Media del
siglo XXI empezó jodidamente pronto y lo
peor es que parecía haber venido para quedarse. Y sin embargo hoy se vislumbran
torres góticas en el horizonte. Y si pensáis que es un sueño, no me despertéis,
que hoy quiero soñar otro rato.
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