50
SOMBRAS SUMISAS
Hace más o menos un año nos
rasgábamos las vestiduras por un libro titulado “Cásate y sé sumisa”. Con ser grave el contenido de ese libro, el
tipo de mensaje que lanzaba era tan antiguo, tan pasado de moda, que en
realidad iba dirigido a personas que ya estaban en ese ámbito de pensamiento y
de comportamiento. Resumiendo: que iba dirigido a cuatro (o a cuatrocientas)
beatas. Nada se pierde, nada se gana, sólo se acelera un poco el intercambio de
información y de paso se le hace la campaña de marketing gratis a la
descerebrada que lo ha escrito, que probablemente ya lo tenía previsto.
A mí me
preocupa mucho más el éxito de “50 sombras de Grey” con toda su carga de
banalización del maltrato. Ahora que creemos haber evolucionado y que llevamos
años reflexionando sobre la dominación a través del sexo del fuerte sobre el
débil (el débil mujer, el débil niño, el débil niña) nos deja perplejos el
éxito de este libro que desde un punto de vista literario es una mala broma y
que sin embargo aún tiene algo peor y es el mensaje perverso que manda, la
legitimación de las actitudes de dominación sobre la mujer, la justificación de
la violencia como si en realidad se tratara sólo de un juego pactado entre
adultos y no de algo más profundo y atávico: el maltrato normalizado. Creo que es el libro más nocivo que recuerdo
haber leído, y su toxicidad reside en el contenido mismo y en la campaña de
marketing que junto con la película lo ha convertido en un auténtico virus.
Conocí a un empresario, putero como él solo, cuya película favorita era Pretty
Woman; esta película clasista y machista a la vez que ñoña le daba a él una justificación para
pagar a cambio de sexo poniéndole los cuernos a su mujer varias veces al
mes. Lo hubiera hecho igual sin esta
coartada, pero el hecho de tenerla legitimaba su comportamiento. Bien, pues
este libro tremendamente mal escrito tiene sin embargo un mensaje envenenado:
nena, déjate golpear que no pasa nada,
es pura diversión pero él te quiere y eso es lo que importa. Es más, en estos
tiempos de muertes casi diarias de mujeres a manos de sus parejas, el mensaje
que transmite no es que sea perverso y poco creíble: es que es directamente
criminal.
Hay estudios que muestran que entre
nuestros jóvenes se extienden las viejas formas de relación dominante-dominada
que les hace llegar a justificar tanto a ellos como a ellas algún bofetón
extemporáneo, algún insulto pero-él-te-quiere, algún empujón para marcar el
terreno. Pues ahora, en lugar de hacerles comprender que toda forma de violencia
física o verbal debe estar excluida de cualquier relación normal y sana, llega
este libelo en plan qué modernos somos y pone todo lo anterior en cuestión
disfrazándolo bajo la pátina engañosa del glamour y la seducción high class.
Yo ya tengo 47 años y muchas horas de vuelo pero me preocupa que personas jóvenes vean la
película o lean esta mediocridad retorcida y le puedan conceder un mínimo de
credibilidad o les pueda hacer algo de gracia de modo que terminen entrando en
su juego ideológico como para pensar que
no pasa nada, que es divertido, que somos jóvenes e imaginativos y no
tenemos prejuicios. Que puedan llegar a pensar que esto es moderno cuando en
realidad es tan antiguo, reaccionario, antediluviano y retrógrado como "Cásate
y sé sumisa". O más.
La única solución es formar a la gente (si se deja), lograr que los jóvenes tengan criterio propio. Luego, que cada cual elija lo que le parezca oportuno. Si les da por el Grey, pues que le vamos a hacer.
ResponderEliminar