AUSTERIDAD
austeridad.
(Del lat. austerĭtas, -ātis).
1. f. Cualidad de austero.
2. f. Mortificación de los sentidos y
pasiones.
austero, ra.
(Del lat. austērus, y
este del gr. αὐστηρός).
Austeridad en el ámbito privado debería ser: reducir
el gasto eléctrico, moderar la calefacción y el aire acondicionado, utilizar de
preferencia transporte público, procurar no sacar más medicamentos que los estrictamente
necesarios, cuidar el mobiliario público,
y en definitiva no utilizar los recursos públicos como si no fueran de
nadie, puesto que son de todos.
Austeridad en el ámbito público debería ser: procurar utilizar el
transporte público en lugar de coches oficiales, moderar los gastos de
representación, recortar en consejeros y en general cargos inútiles, no cobrar
dietas por alojamiento en la ciudad donde se reside, no hacer viajes privados
con dinero público, no pagar coches, comuniones, arreglos en casa a cuenta del
erario público, en definitiva no utilizar los recursos públicos en beneficio
propio puesto que son de todos.
Austeridad es básicamente no gastar lo que no
necesitamos. Pensar que el bien común merece ser tratado con tanta o mayor
delicadeza que el bien privado.
Lo que se propone como “austeridad” desde las
instituciones económicas transnacionales es lo que hemos conocido siempre como
“ley del embudo”, o sea, que la gran masa social viva con lo justito o incluso
por debajo de lo justito mientras que las élites del poder no tiene reparos en
malgastar los bienes públicos a manos llenas en conceptos que nos causan
vergüenza, y si no, recordemos el listado de gastos de las tarjetas black.
Llamarle austeridad a echar a la gente de sus casas, a quitar a los
funcionarios las pagas extras, a despojar a los inmigrantes del derecho a
sanidad, mientras los que proponen estas medidas meten las manos en el erario
público de forma absolutamente indecente,
no es más que una perversión del lenguaje que persigue cubrir un acto de
pura maldad con una bella palabra que alude a un hermoso concepto. Así que, que
lo tengamos claro, cuando hablan de austeridad se refieren a la segunda acepción del Diccionario de la RAE: 2. f. Mortificación de los
sentidos y pasiones. Pero sólo para la ciudadanía, claro está.
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