POLISEMIA
Llegó una crisis que nos cayó encima como un castigo
bíblico por nuestros excesos, o eso nos decían. Había que hacer algo.
Podemos, dijo el gobierno.
Podemos, dijo la banca.
Podemos, dijo la patronal.
Y empezaron a podar.
Los Happy Scissors recortaban sin piedad: derechos, libertades,
futuros, caían como hojas muertas bajo
las tijeras inmisericordes.
A base de podar dejaron el país como un bosque de bonsáis
atravesado, eso sí, por ríos subterráneos de dinero negro que desembocaba en
paraísos fiscales.
Huyendo de las tijeras los jóvenes se iban del país.
Por suerte, ellos, expertos en cálculo, no habían
calculado que las tijeras de podar tenían el retroceso de un rifle de caza y
ahora el culatazo les ha hecho retroceder 63 diputados.
Y es que los de letras sabemos que es mejor no gastar bromas con los verbos polisémicos.
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