CASADO SIN BOZAL
Leo por ahí que o Casado se ha olvidado la medicación o que
se automedica. Ojalá, no es ninguna de las dos cosas. Lo que le ocurre a Casado
(y ojalá fuera a él solo) es que carece de humanidad y lo que dice es lo que
piensa, o como se llame ese proceso que tiene lugar en su cabeza. Luego lo
sueltan sin bozal, le ponen un micrófono delante y pasa lo que pasa. En fin…
Repito, no es sólo Casado, lo que le ocurre a este individuo
es que no tiene filtro y suelta en público lo que está en el hardcore de un partido neoliberal que
considera que los inmigrantes no son completamente humanos. Un partido que
propugna el extractivismo puro en todo ámbito: utilizar y desechar, ya sea
recursos, esquilmando un planeta al límite de sus posibilidades, ya sea a seres
humanos, extrayendo de ellos lo único que tienen de utilizable. Lo que propone
Casado es puritito chantaje, chantaje inhumano a propuesta de instituciones
estatales: si quieres vivir en el país unos meses más, danos a tu hijo, que es
lo único que tienes para negociar, lo único que vale la pena. La experiencia
del robo de bebés a lo largo del franquismo debe servir para algo, no
permitamos que ser pierda un valioso know-how;
y en este caso no sería un robo, sería un trato. Un trato despiadadamente
desigual eso sí, pero oye, si no le ponemos adjetivos puede colar, que un trato
es un trato.
No nos debería sorprender tanto porque, para aquellos que
sólo creen en los privilegios, esto es simplemente una vuelta de tuerca más: la
educación para quien pueda pagarla, la sanidad para quien pueda pagarla y ahora
también, la maternidad para quien pueda permitírsela. Si eres inmigrante y
mujer (vulnerable entre los vulnerables), no puedes pretender quedarte entre
los privilegiados sin más, esto paga un peaje: entréganos a tu criatura para
que te permitamos seguir fregando suelos en nuestro país durante otros cuantos
meses.
Esta propuesta es algo más bestia que los vientres de
alquiler, pero basada en el mismo principio: extraemos de mujeres pobres lo
único que tienen para negociar y que nos interesa: su capacidad reproductora. El
que, en el caso de los vientres de alquiler, intervenga el material genético del
pagador no hace que el hecho en sí sea menos envilecedor para quien paga y
menos deshumanizador para quien presta su útero.
Creemos que
estamos siendo más modernos y más transgresores que nadie, cuando en realidad todo
lo que se propone es tan antiguo como nuestra civilización occidental. En
Mesopotamia cuando una mujer era estéril, el marido podía dejar embarazada a la
esclava de ella, la cual daría a luz sobre las rodillas del ama, que
inmediatamente se apropiaría del hijo nacido. Incluso aparece en la Biblia:
Raquel y Jacob fueron padres gracias a la esclava de Raquel, Bilha, que dio a
luz a los gemelos Dan y Neftalí. O sea, que lo moderno son las formas
(hormonación, inseminación artificial, fecundación in vitro o entrega del hijo
a cambio de unos meses de estancia en la tierra prometida) pero las intenciones
y su resultado no han cambiado desde hace cinco mil años. Así de modernos
somos.
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