DEMOCRACIA SUI GENERIS
Ayer fue un mal día para Hermann Tertsch, eurodiputado de
Vox e ínclito twitero. Sin aclarar si lo decía por el preacuerdo alcanzado entre UP y PSOE o por los acontecimientos de
La Jonquera, dijo que en muchos países
habrían sacado ya el ejército (¿qué países, Arabia Saudí?). Tertsch propone día
sí día no hacer uso de la violencia institucional. Este es el tipo de democracia
que entiende y practica Vox: una en la que están todo el tiempo a un paso de
movilizar los tanques.
Por otra parte, el Círculo de Empresarios dice estar
consternado ante este mismo preacuerdo; consternación que no han mostrado en
ningún momento ante el auge de un partido como Vox, cuya cultura democrática se
expresa a las claras en el párrafo anterior.
Y este de hoy, niños
y niñas, es un ejemplo de cómo se blanquea y naturaliza a un partido
fascista, y por tanto antidemocrático, en una sociedad democrática. Si Vox
alcanzara mayores cotas de poder (ojalá que no, ojalá que su futuro sea el de
Amanecer Dorado en Grecia, hoy en la ruina) y llegaran a ocurrir disparates
como, qué se yo, los ocurridos en la Alemania de Hitler, el Círculo de Empresarios
diría: ¡Oh Dios mío, cómo es posible, qué ha ocurrido para que hayamos llegado
a esto!
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