martes, 1 de abril de 2025

EL POLVORIN DE LA POLVORISTA

 EL POLVORIN DE LA POLVORISTA

Como ya sabrán ustedes, en el polígono La Polvorista, Molina de Segura, se está levantando una planta de biogás, proyectada con agostidad y urgencia, e iniciada tras pasar todos los trámites burocráticos locales en tiempo sospechosamente récord: logró la compatibilidad urbanística en solo un mes a pesar del posible riesgo medioambiental. La planta acumula un rechazo popular más que digno de tener en cuenta: se han multiplicado las movilizaciones (manifestaciones, recogidas de firmas, concentraciones, marchas, caceroladas) en contra de su instalación en las inmediaciones de zonas residenciales, centros educativos y zonas de trabajo por su impacto negativo en la salud de la población, en el valor de las propiedades y en la pervivencia del propio polígono. Hablamos de 369 empresas que suman unos 3.500 trabajadores. Varias de ellas ya están planteándose abandonar La Polvorista por el simple hecho de que su actividad se verá imposibilitada en caso prosperar la planta de biogás: los eventuales escapes de gas, tan ciertos como que han sido admitidos por los propios responsables de la planta, serán incompatibles con la fabricación, manipulación y envasado de productos y utensilios alimentarios o de perfumería que se fabrican en el polígono porque verán mermadas sus cualidades organolépticas y su idoneidad. Los negocios de este tipo que existen en La Polvorista tendrán que cerrar o migrar. El resto de empresas temen por la salud de sus empleados y por la merma del valor de sus propiedades. Hablamos de destruir parte del tejido industrial del municipio para favorecer a una empresa. Una sola empresa. Una empresa que podría estar ubicada en un terreno que no supusiera el camino hacia la ruina de un polígono industrial próspero y/o la enfermedad de sus trabajadores. 

Pero, oh sorpresa, todo lo dicho aquí y que tanto preocupa a la población molinense, a la corporación municipal parece que no le quita el sueño. La Asociación de Empresarios de La Polvorista, creada para velar por los intereses de este polígono ante la construcción de la planta de biogás, solicitó una entrevista con el alcalde la pasada semana, con el objetivo de transmitirle su preocupación por este tema y demandar su colaboración para acceder a la documentación relacionada con licencias urbanísticas ya que sus abogados han detectado posibles irregularidades susceptibles de derivar en una denuncia penal que podría afectar a varios funcionarios del ayuntamiento y por ende al equipo de gobierno. Pero al primer edil no le pareció que el tema tuviera la suficiente importancia como para dedicarle quince minutos de su tiempo. Finalmente, la reunión tuvo lugar con el segundo teniente de alcalde, Fran Hernández, y la concejala de Urbanismo, Paloma Blanco, quienes se limitaron a transmitir a la comisión que la planta de biogás cuenta con todos los requisitos legales y que nada se puede hacer para paralizar su construcción, salvo, si la asociación así lo decide, acudir a un juzgado. Ya saben ustedes: juicios tengas y los ganes, la forma de dilación más eficaz de la historia moderna. Les resumo: el alcalde no les recibió y los concejales se encogieron de hombros. Si no hubiera cuestiones más graves, la simple indiferencia hacia una reclamación popular que suma miles de apoyos ya sería dolosa.

Pero hay más. En palabras del portavoz de la asociación de empresarios: “nuestros ingenieros han estimado que las emisiones de la planta serían equivalentes a las de 5.000 cerdos sueltos en La Polvorista durante un año”.  Por otra parte, según el alcalde de Molina, la instalación sólo emitirá nubes de algodón y palomitas de maíz: “esta planta no tratará purines ni lodos y sólo se ceñirá a azúcares y yogures caducados”. Madre mía, estoy por pedir que instalen una en la puerta de mi casa. Pero en ese caso y si tan claro lo tiene, ¿por qué no se reúne con la asociación de empresarios?, ¿a qué viene tanta falta de transparencia?

La clave del asunto es que quien está detrás de este enjambre de plantas de biogás percibidas como una amenaza para la salud y los intereses de la ciudadanía no es una empresa de transición ecológica, como nos quieren hacer creer, sino el fondo de inversión InfraVia Capital Partners, cuya única misión es aportar rentabilidad a sus accionistas. Rosa Roda lo explica muy bien en este artículo (https://rrnews.es/2025/03/la-planta-de-biogas-de-molina-de-segura-un-negocio-en-manos-de-un-fondo-de-inversion.html). El beneficio privado por encima del bien público, una vez más. 

Y la pregunta es de qué calado serán los intereses que ligan al ayuntamiento de Molina con la planta de biogás para que la corporación municipal ignore tan olímpicamente unas movilizaciones que se repiten asiduamente en nuestro municipio. Sin ir más lejos, este domingo día 30 de marzo habrá de nuevo manifestación cacerolada organizada por la plataforma vecinal “No a la planta de Biogás” que saldrá a las 11:30h del barrio de la Ermita y se dirigirá al ayuntamiento. El alcalde no lo quiere ver, pero La Polvorista se está convirtiendo en un polvorín.


https://rrnews.es/2025/03/el-polvorin-de-la-polvorista.html



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