viernes, 13 de diciembre de 2013

MANDELA Y PACO EL BARQUI

Mandela y Paco el Barqui

Ha sido noticia el falso traductor al lenguaje de signos durante el funeral-rave de Mandela.
Cuando yo estaba en el instituto había un jenares al que llamaban Paco el Barqui (porque era de Barqueros) y que en las fiestas de Alcantarilla, mes de mayo y fecha coincidente con mi cumpleaños, se subía al escenario que montaban en la plaza y se liaba a cantar por los Village People con toda su alma : ¡in de neivi, aguachu guachu guachuguááá, in de neivi!. Bueno, pues yo imagino que el lenguaje de signos de este elemento será al lenguaje de signos verdadero lo que el inglés de Paco el Barqui al inglés de Cambridge. De todos modos, el entusiasmo en la impostura de este individuo (tan serio, tan en su papel, haciendo filigranas con las manos como un azafato) seguramente ha sido lo único auténtico en todo ese circo de falsedad que ha sido el funeral de Mandela. Bueno, eso y la foto de Cameron, Obama y la danesa en plan: "Acho tío, qué bien nos lo pasemos en el entierro, qué risa acho, para que me meo".

A todo el mundo se le han ocurrido cosas muy serias y profundas respecto al tema, que está muy bien y tal, pero es que yo creo que entre lo anterior y las declaraciones de Marianoano de que era en "un eshtadio muy bonito, donde Eshpaña ganó el Mundial" ha quedado todo como muy homogéneo en este acontecimiento que ha sido en realidad la pasarela de la hipocresía.

Que no se me malinterprete, todo mi respeto hacia el luchador comunista que fue Mandela. Pero es que, como dice mi querido Paskual Kantero, Mandela murió en Lampedusa, Mandela está encerrado en un CIES, Mandela se muere de hambre en Mali, Mandela ha sufrido crueles heridas al intentar saltar la valla de Melilla… Todo ese funeral espectáculo, con lo más granado de la delincuencia gubernamental internacional y el papel cuché, no es más que una última vuelta de tuerca para vaciar de contenido el legado de Mandela, ahora Madiba para todos ellos, como si hubieran sido íntimos… Supongo que no soy la única en tener la sensación de estar viviendo permanentemente en Rokambol News.

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