SEÑOR
JUEZ
«Si
tiro de la manta el sistema no lo soportaría» Juez Elpidio Silva.
Señor
Juez, el sistema ha dado muestras de soportar mucho más allá de lo humanamente
creíble. Creímos (bueno, yo creí, hablo por mí) que no se podría soportar un
cambio de la Constitución, de la sacrosanta e intocable Constitución, hecho en
Agosto en plena canícula y a “pijo sacao”, como decimos en Murcia. Y el sistema
lo soportó, es más, el sistema, y cuando digo sistema estoy pensando en la
ciudadanía, se dio media vuelta en su sofá y siguió roncando la siesta. Pensé
que no soportaría constatar que toda la cúpula del gobierno (un hatajo de
delincuentes, el auténtico y genuino sindicato del crimen) había estado robando
durante años, cobrando dinero negro en bonitos sobres con una gaviota pintada.
Y lo soportó. Pensé que no soportaría la entrada en prisión del tesorero del
partido durante casi tres décadas y sus posteriores declaraciones y esemeses. Pensé
que no soportaría tanto cacique fascista, tanto aeropuerto del abuelito y banco
del tío Miguel. Y
también lo soportó pacientemente. Como el cónyuge manso soporta que su pareja
le ponga los cuernos una y otra vez. Pensé que no soportaría tanto timo de
preferentes, escándalo de EREs, desahucios a destajo, leyes mordaza. Pensé que
no soportaría ver a conciudadanos suicidarse, morirse de hambre, perecer
intoxicados por comida caducada. Y se soporta. Se soporta todo. Señor Juez, qué
es lo que Usted tiene que le hace pensar que el sistema no lo va a soportar.
Suéltelo de una vez, no se lo calle. No porque yo crea que este pueblo se va a
levantar contra esos gobernantes que le están robando literalmente su futuro.
No, no es eso, ya cada vez me queda menos capacidad de asombro y más angustia
en el estómago. Es sólo que tengo curiosidad, a ver qué tiene Usted que sea tan
incendiario. Que no le extrañe a Usted si al final no se quema nada, aparte de,
quizás, Usted mismo. Como bien sabe, existen precedentes de jueces quemados en
hoguera en plaza pública por, al parecer, prevaricar contra delincuentes
convictos y confesos vinculados con la delincuencia gubernamental en activo. Si
nota que mi tono es un poco, e incluso un mucho, negativo, es que estoy muy
desanimada. Pero créame que nada me gustaría más que ver cómo este sistema NO
soporta algo. De una vez.
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