UN ALUMNO AVENTAJADO
El
pequeño Nicolás: un chico de veinte años, con una cara de crío que dan ganas de
darle diez euros para que se vaya al McDonalds, y que es un pupilo cum laude de este sistema en
descomposición donde la mala hierba medra que es un gusto. Es lo que genera el
sistema: individuos carentes de valores, que destacan por su capacidad de
adaptación y que únicamente persiguen el beneficio propio, sin que les preocupe
ni lo más mínimo el medio para llegar a su fin, o sea, el paradigma del buen
capitalista. El problema con este muchacho es que ha enseñado una patita por
debajo de la puerta y eso no se hace, el lobo debe parecer cordero hasta el
final del cuento y más allá, que los libros de historia le recuerden como un
ciudadano ejemplar y un padre de la
patria sin tacha. ¿Acaso, con lo que sabemos ahora, no ha debido ser parecida
la juventud de Pujol, Rato, Bárcenas,
Blesa?
El PP
nos calentaba la cabeza con su modelo de triunfador diciéndonos más o menos que
el que estaba en paro era porque quería
porque si uno fuera emprendedor enseguida se haría millonario y nosotros no
teníamos muy claro, o al menos yo no lo tenía, de cómo exactamente era ese
emprendedor del que tanto se hablaba. Pues ya
lo tenemos: un tío con don de gentes y cara dura a capazos; no se
necesita formación, basta con saber arrimarte a los figurones, la apariencia es
lo que cuenta para llegar a todas las instancias del poder. El pícaro del Siglo
de Oro engañaba por un trago de vino y un trozo de pan, éstos de hoy en día han
profesionalizado la vocación. Jetas institucionalizados como Juan Iranzo, uno
de los ochenta y seis usuarios del moderno cuerno de la abundancia que es la
tarjeta black, le dieron clase al muchacho, por tanto, él no es más que un
alumno aventajado. Tan aventajado que les ha dejado con el culo al aire y han
tenido que, como Saturno, comerse a su propio hijo, cuando en realidad, estoy
convencida de que lo que les salía del alma era darle una consejería o una
subdelegación.
Pero la
triste realidad es que si este sinvergüenza pudo hacer lo que hizo con tanta
facilidad es porque se mimetizaba perfectamente con el entorno. Le han pillado
porque ha sido tonto de puro listo: si en lugar de interesarse por el dinero
fácil, se hubiera interesado en primer lugar sólo por el poder (el dinero viene
después por su propio pie) en unos años nos hubiera estado pidiendo el voto
desde los carteles electorales. Y se lo hubiéramos dado. Bueno, yo no porque tengo ya más conchas que un galápago
y además éstos nunca han sido de mi cuerda, pero un elevado porcentaje de
conciudadanos hubieran visto en él al salvador que precisa la patria. La nueva
generación de sinvergüenzas ya está en marcha, han pillado a uno por destacar
demasiado, pero el resto nos amenaza agazapado en la sombra con su blazer
cruzado y su pelo engominado tó p’atrás. Desconfiad.
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