HUMILLADOS Y OFENDIDOS
El
ascenso de Podemos se debe a muchos factores, pero para mí hay uno que es
clave: éstos al menos no se ríen de nosotros. Percibo que no sólo me pasa a mí,
que la gente está harta de sentirse ofendida por las declaraciones de los
dirigentes de los partidos al uso. Harta, cansada, asqueada, humillada,
ofendida. Con este río de corrupción que ha salido y que intuimos que sólo es
la punta del iceberg, todo lo que se les ocurre es: “y tú más”, “esto les pasa
a todos”, “son unas coshas” (dicho por el presidente del gobierno), “es cosa de
personas, no de partidos”… Cuando todos
sabemos perfectamente que no es cosa de personas aisladas como quieren hacernos
creer, sino un sistema establecido para que una oligarquía gobierne y se
enriquezca al mismo tiempo. Si quieren ser creíbles, deberían de dejar de decir
mentiras, porque nos ofenden, sencillamente. Si nos van a hacer un truco de
prestidigitador, al menos podrían intentar que no se notara. Parece que, como
el mentiroso compulsivo, están tan penetrados por la mentira que se han creído
su propio papel. Pues ellos se lo habrán creído, pero nosotros no. Los vemos
defender con burdos argumentos a las personas imputadas, acompañar a los
corruptos hasta la cárcel, enviarles obscenos SMSs, conceder indultos que son
insultos…
Si de
verdad creen que lo importante es un proyecto para dirigir un país, deberían
urgentemente cambiar de estrategia porque ya no nos creemos nada. Voy a
concretar: PP y PSOE, para ser creíbles (ni siquiera digo honestos, sólo
creíbles) , deberían echar ignominiosamente a todos los imputados y
encarcelados con la mayor dureza posible, mirar a la ciudadanía a la cara y no
a través de una pantalla de plasma y decir: “es verdad, lo hemos hecho fatal y
esto está hecho una mierda, va a entrar gente joven, con ideas renovadoras,
personas no sospechosas de haber sido compradas y vamos a dejar el partido como
los chorros del oro. Y ya después nos vamos a ocupar del país, pero primero
vamos a limpiar el partido”. Ahora están
insultando a la ciudadanía con su cinismo. Aguirre diciendo que no había visto
que Granados era un ladrón y proponiendo medidas contra la corrupción, si yo lo
que no sé es cómo no le tiran piedras por la calle. Pedro Sánchez en el PSOE, ¿un
tío que contra la violencia de género propone funerales de estado para las
víctimas, un tío que llama a Sálvame a pescar votos? Si hasta los espectadores
de este programa le han tomado a chufla, ¿de verdad no había nadie más solvente
en un partido tan potente y emblemático? Pues están aviados.
PP y
Psoe no entienden nada porque no escuchan. Están acostumbrados a hacer y
deshacer sin contar con los ciudadanos, como cuando se hacía la misa en latín y
de espaldas a la feligresía. No se dan cuenta de nada. Viven en otro mundo. Son
Los Otros.
Se les
va más de la mitad del electorado. Y todo por tomar a los votantes por tontos y
pensar que se lo van a tragar todo. O bien por tomarles por cómplices y que les van a dar permanentemente una
coartada, pensando: “si estos imbéciles nos votan incluso aunque acabamos de
salir de la cárcel por desfalco, nos seguirán votando siempre”. Imagino que
debe ser porque la ciudadanía ha dado muestras de aguantar mucho y se han
creído que esto era para siempre. Pero no, hasta los imbéciles tienen un
límite, afortunadamente… En todo esto hay mucho más que ira, como escribía
torticeramente El País, la ira es ciega, y ahora lo que pasa es que hemos
abierto los ojos.
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