viernes, 23 de mayo de 2025

DE CANCELACIONES Y CENSURAS

 

DE CANCELACIONES Y CENSURAS

Ahora que queda todo ya un poco lejos y que seguramente los ánimos estarán más relajados hablaré sobre la censura, la cultura de la cancelación y de cómo nos interpelan en estos tiempos convulsos.  Y lo haré pensando en dos casos recientes: el encumbramiento y posterior caída de Karla Sofía Gascón, protagonista de la película “Emilia Pérez” y la retirada del libro “El odio” del escritor Luisgé Martín, editado por Anagrama.

También me he tomado mi tiempo para escribir sobre el tema porque creo que hay cierta distorsión a la hora de opinar a golpe de titular, sobre todo si se trata de temas sensibles: inmediatamente se nos activa el interruptor de estar a favor o en contra y es precisamente esa activación la que nos conduce a posturas extremas, a veces maniqueas y en muchos casos irracionales.

Por lo que se refiere a Karla Sofía Gascón, tan precipitado me pareció su ascenso como su descenso, sabiendo que ambos obedecen a una dinámica del mundo del espectáculo que mastica y escupe personas. Su caída se debió a la polémica generada por la recuperación de unos twits retrógrados y xenófobos, de barra de bar y cuarto cubata que, por supuesto, son deleznables, pero si no somos capaces de aceptar el trabajo de quienes no piensan como nosotros, pronto nos quedaremos sin opciones. Además, si solo queremos escuchar ideas como las nuestras, no habrá manera de debatir, por no hablar de cómo se empobrecerá el debate. No es imprescindible estar a favor de las opiniones de un artista para disfrutar de su arte.

En cuanto al libro de Luisgé Martín, me pareció un error su retirada. El escritor ha hecho aquí un trabajo incómodo, se ha acercado al asesino, lo ha escuchado. Y creo que ha hecho bien: cuando algo pasa, sobre todo algo tan terrible, hay que escuchar por qué pasa. Lo fácil es negarle la entrada a lo que nos desasosiega. Pero retirar nuestra atención, cancelar aquello que nos incomoda no va a hacer que desaparezca. Seguirá ahí, solo que no sabremos cómo ni para qué y sobre todo no tendremos ni una pista de por qué ha sucedido. Nos impedirá su comprensión y quizás su prevención.

Todos queremos ser buenos, tolerantes, justos y en nombre de esa justicia reaccionamos a veces de forma preventiva, pero en lo bienpensante hay una trampa que no percibimos. Sentimos una amenaza en aquello que nos interpela de forma negativa. Cancelarlo es correr en dirección contraria, huir.

Quienes han atacado el libro, lo han hecho a menudo a humo de pajas puesto que en su inmensa mayoría no lo han leído. Cuando algo nos perturba tanto, nos alejamos moralmente para dejar claro que no somos así, ponemos una distancia que no deje lugar a dudas. Nuestro rechazo será tan grande como lo sea nuestro miedo, ese mal consejero.

Si no nos podemos acercar a través de la literatura y del arte a hechos tan atroces como este por no perturbar aún más a las personas afectadas por el crimen, nunca entenderemos por qué pasa algo así. El argumento no puede ser “si a ellos les hace daño, la sociedad no tiene derecho a leerlo”. Toda nuestra solidaridad con las víctimas, pero no podemos ser rehenes de su dolor, debemos mantener la racionalidad.

Recordemos aquí que la justicia no ha impedido su publicación, basándose en el principio de la libertad de expresión, sino que ha sido la propia editorial la que finalmente ha decidido convertir el libro en pulpa de papel por “miedo a la jauría que pedía su boicot”, según palabras del propio autor. La censura y la cancelación son un campo sin puertas. Como nos entreguemos a ellas no habrá camino de regreso.

Todos hablamos del valor del respeto y la tolerancia, además del derecho a la libertad de expresión, cimientos de una sociedad democrática y en general estamos de acuerdo con esos valores hasta nos que topamos con algo que realmente nos molesta. Debemos tener una mirada más amplia, o seremos en esencia como aquellos a quienes criticamos. No nos hacen falta más muros, ni de piedra ni de papel.

 

https://rrnews.es/2025/05/de-cancelaciones-censura-gascon-pensamiento.html

 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario