lunes, 18 de noviembre de 2024

INCOMPETENCIA, BULOS Y SOLIDARIDAD ESPECTACULO

 

INCOMPETENCIA, BULOS Y SOLIDARIDAD ESPECTACULO

Esta DANA de terribles consecuencias para Valencia y un dolor inaudito en todos los corazones ha mostrado todo lo positivo y todo lo negativo que existe en nosotros. Se ha desplegado de forma sobrecogedora un río espontáneo de solidaridad, un tsunami de ayuda a la altura del desastre. Pero al mismo tiempo también ha desvelado cosas que ya sospechábamos y que aún no habíamos constatado en toda su magnitud.

Una de ellas es que el negacionismo mata. Lo sabíamos, pero no nos podíamos imaginar que mataba tanto y tan rápido. Mazón será para las futuras generaciones sinónimo perfecto de incompetencia. El mismo Mazón que negaba las consecuencias del cambio climático y que aquí están, en toda su terrible y aplastante extensión, llevándose vidas humanas, lo irrecuperable. Llevándose también trabajos, negocios, escuelas, infraestructuras de todo tipo, modus vivendi que tardarán años en ponerse en pie. El mismo Mazón que, coherente con ese negacionismo, desmontó la unidad de emergencias para derivar esa dotación al noble arte de la tauromaquia, mucho más necesaria, dónde va a parar. Ese Mazón que, cuando la DANA ya había empezado, se encontraba en un restaurante ofreciendo la dirección de la televisión autonómica a una amiga periodista, sin concurso público, claro está. El mismo, insisto, que se rodeó de incompetentes como él y como su consejera de interior, Salomé Pradas (que ni siquiera sabía que existía la alarma a móviles), y que tardó doce horas en dar el aviso de alerta roja a la población, de darlo cuando la gente ya estaba literalmente tragando agua y cuando ya se amontonaban los muertos.

Desde luego no era su intención, de hecho, nada ha sido su intención porque no ha habido nada premeditado, o lo que es lo mismo, nada previsto, pero el envío del mensaje cuando la riada ya estaba en curso, provocando que la gente sintiera la urgencia de ir a sacar los coches de los parkings, ha sido una trampa mortal. Ni que hubieran ido a pillar (y sabemos que no es así). Para darlo a las ocho de la tarde, mejor no hubiera dado aviso ninguno. Seguramente muchos de los que fueron en ese mismo momento a rescatar sus vehículos aparcados en subterráneos se hubieran salvado. Una multitud ha pedido este fin de semana en Valencia la dimisión de Mazón. Les sobran los motivos.

Otra cosa que hemos comprobado con preocupación es que los bulos se multiplican a la velocidad de la luz en momentos de crisis, cuando la población siente un pico de ansiedad por saber qué está pasando. Iker Jiménez no ha sido el único, pero si uno de los más destacados en transportarnos estos días, sin asomo de vergüenza, en su nave del bulo. Sería agotador enumerar la cantidad de mentiras (que se iban a encontrar miles de muertos en parkings, que la grúa se llevaba los coches de los voluntarios, que se ocultaban cadáveres para que el recuento fuera menor, que se tiraba a la basura la ropa que se enviaba como ayuda) publicadas y replicadas en cuestión de horas y que, alimentadas en redes por medios de derechas han querido contribuir a dar la sensación de estado fallido. Solo recordar que uno de los colaboradores de Iker Jiménez, Rubén Gisbert, aparece en un video rebozando en barro su impoluto outfit para simular que estaba él solito sacando a Valencia del desastre. Son expertos en generar noticias fake, cómo se iban a resistir a servirnos también una ración de solidaridad fake. Así de fiables son.

En estos tiempos de exposición pública para algunos mostrar la ayuda es más importante que ayudar, confundiendo el acto con su representación, confundiendo la imagen de la cosa con la cosa misma. Hemos visto desplegarse en toda su dimensión la solidaridad espectáculo, algo que da mucha vergüenza ajena cuando no mucho asco. Cuando influencers de todo pelo se sacan fotos pala en mano con el modelo coronel Tapioca y maquillados de barro, eso no es solidaridad, es auto promoción. Cuando un político va a sacar fango con un montón de móviles grabándole para que no se escape nada, eso no es ayuda, es populismo. Cuando un empresario multimillonario hace una donación, si la donación no es anónima entonces no es solidaridad, es publicidad, es aprovechar una tragedia para hacerse una maravillosa y baratísima campaña de marketing.

Algunas televisiones han sido capaces de convertir el dolor de los demás en espectáculo saltándose cualquier atisbo de código deontológico. A veces no está claro dónde termina la información y dónde empieza el espectáculo. Es una tragedia que necesita mostrarse al mundo, pero justo por eso la dignidad y la intimidad de las personas deben ser preservadas con toda delicadeza.

En fin, y algunos decían que de la pandemia íbamos a salir mejores, como si hubiera una correlación entre encierro y excelencia (si así fuera la gente saldría de las cárceles más virtuosa que san Martín de Porres). Pues no, no hemos salido ni mejores ni peores, hemos salido igual que entramos.

 

https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2024/11/15/incompetencia-bulos-solidaridad-espectaculo-111701213.html

 

 

ERREJON HASTA EN LA SOPA

 

ERREJON HASTA EN LA SOPA

Como ya sabrán ustedes, esta última semana no se ha hablado de otra cosa que de la dimisión por un caso de acoso de sexual de Iñigo Errejón, portavoz en el Congreso de Sumar.

Sabemos que el machismo es lo más transversal que existe y que se manifiesta en mujeres y hombres (pero más en los hombres) de izquierda y derecha (pero más en la derecha). Hemos visto en este caso, cuyos detalles no paran de salir a la luz, que el poder patriarcal se ejerce de muchas formas distintas, en especial a través del comportamiento sexual, y no solo en la cama: en el trabajo, en las relaciones de amistad, en las relaciones con compañeras de partido.

En el comunicado donde informa de la dimisión de todos sus cargos (comunicado que, por cierto, parece escrito por un Góngora borracho), Errejón culpa al patriarcado de su comportamiento, como si el marco ideológico fuera una droga que le han suministrado contra su voluntad, como si no fuera él el actor de los lamentables hechos admitidos sino una marioneta manejada por el machismo contra cuyo poder no le era posible reaccionar. Ni rastro de arrepentimiento, ni rastro de perdón a las víctimas. Los hechos son graves, pero el comunicado los empeora. Él es el portavoz del partido que aspira a ser el más feminista del congreso. Repetimos: el más feminista. Toda esa superioridad moral ha actuado ahora como un boomerang que lo ha tumbado de golpe.

Él es un teórico, no nos puede salir ahora conque si la presión, la vida en la ciudad, la dinámica política y hasta el neoliberalismo. Nos viene a decir que el escenario político es un campo de entrenamiento para el machismo, o lo que es lo mismo, que la política es cosa de hombres y que exacerba su masculinidad tóxica. Así, sin cortarse, como si no hubiera también mujeres en política. El comunicado es como para enmarcarlo y ponerlo encima del piano.

Sorprende que estos hombres no sean capaces de calcular el daño que hacen a las mujeres con las que se relacionan, el que se hacen a sí mismos y el que hacen a sus familias y a los grupos a los que pertenecen. Se creen perfectamente impunes. El caso de Errejón es especialmente sangrante porque no es ningún ignorante, él sí que se conoce la letra de esta canción, porque si no es uno de sus redactores habrá estado cerca de quien la escribía. Para él no es nuevo el tema del consentimiento, el del solo sí es sí. Es asombroso, no ya por su cinismo y su falta de empatía hacia las mujeres, que por supuesto, sino por su falta de cálculo a todos los niveles: político, familiar, moral, social… ¿qué es, un mandril en celo incapaz de controlar sus impulsos?

Pero hay una pregunta más, una pregunta fundamental, y esta es para Sumar, porque más importante que los comportamientos individuales son las estructuras que les dan soporte: ¿desde cuándo se sabía que este hombre acosaba y humillaba a las mujeres, desde cuándo se ha silenciado?  Acoso sexual y abuso psicológico del líder, silencio de la formación. Ni Vox lo hubiera mejorado. Si una de las columnas de Sumar es el feminismo, esa columna ha colapsado en cuestión de horas y con un estrépito ensordecedor. Esa columna caída, mucho nos tememos, vaciará rápidamente el mermado caladero de votos de este grupo y condicionará el resultado de todo el arco de la izquierda. Si antes de esta bomba informativa Sumar ya se estaba convirtiendo en Restar, después de esto el desplome está garantizado.

 

Cabe decir no obstante que, si bien todo lo anterior es cierto, también lo es que la respuesta política y social ante este último caso de acoso ha sido de rechazo inmediato y sin aceptar coartadas como el infumable comunicado. Incluso el hecho de haber tenido durante tantos días a Errejón hasta en la sopa es síntoma de un cambio de paradigma en la percepción del acoso y la agresión sexual, síntoma de una sociedad que ya no lo acepta y que no transige con determinados comportamientos en el ámbito del poder como se hacía no hace tanto (recordemos el caso Nevenka en que el acosador recibió todo el apoyo y la víctima tuvo que huir del país), un cambio que se ha producido durante las dos últimas décadas y que debemos agradecer al feminismo.

 

Sin embargo, la reacción inmediata ante este caso y la enorme repercusión mediática, política y social que está teniendo nos dice que se está produciendo en la sociedad un cambio de paradigma en la percepción y en el tratamiento de estos comportamientos. Ese cambio de paradigma es algo que le debemos al feminismo.

 

https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2024/10/31/errejon-sopa-110931986.html

 

 

NO ES JUSTICIA, ES IMPUNIDAD

 

NO ES JUSTICIA, ES IMPUNIDAD

A la vista de la sentencia de “los empresarios de la vergüenza” cualquiera diría que a la justicia murciana no le ha importado nada el sufrimiento de las once niñas explotadas por una red de prostitución de menores al servicio de siete empresarios murcianos. Que no le ha importado el testimonio de una madre que nos cuenta cómo atraparon a su hija en la red, cómo llegó a casa deshecha en llanto y sin querer hablar, cómo no ha podido recuperar su vida desde entonces. Que no le ha importado el hecho de que las niñas hubieran sido captadas por un grupo de proxenetas a la puerta de sus colegios ni que estos sujetos pidieran específicamente menores para satisfacer sus deseos sexuales. Tampoco que las chicas fueran elegidas precisamente por su situación precaria, que una de ellas se estuviera ofreciendo en Milanuncios como cuidadora, que otra pasara “por un momento de dificultades económicas, lo que le hacía más fácil que pudiera ceder». Ellos tan empresarios, tan de la CROEM, tan con dinero, tan con de todo. Y ellas menores, vulnerables y con dificultades económicas. ¿Es que no es evidente el desequilibrio? Parece que la justicia las mira, pero no las ve, que son insignificantes. Ellos en cambio sí que hacen bulto. No les han faltado ni buenos abogados ni una dilación negligente (o no) del sistema judicial hasta que, pasados diez años, apenas ha quedado margen de maniobra. Y ahora, tras la sentencia, hemos tenido que escuchar al abogado de Juan Castejón Ardid , alias "El Petrolero" (Expresidente de la COEC) decir que a lo mejor no eran vulnerables y lo que querían era un IPhone, como si eso hiciera menos repugnante su delito, como si eso sirviera de coartada para la violación y el estupro.

“No es justicia, es impunidad” es uno de los lemas que hemos coreado estas tres semanas seguidas en que hemos estado saliendo a las calles a manifestarnos para pedir la revisión de unos acuerdos de conformidad gracias a los cuales estos acusados de explotación sexual de menores, a pesar de haber admitido los hechos, no pisarían la cárcel. Y seguiremos saliendo para apoyar a la fiscalía que ha presentado recurso contra este fallo. De lo contrario de nada habrá servido el dolor de las víctimas ni nuestra indignación. Dentro de unos meses todo estará olvidado. Ellos volverán a sus vidas. Circulen que aquí no ha pasado nada. Menos para las víctimas, primero abusadas y después abandonas por un sistema judicial que debería haberlas tenido a ellas en cuenta por encima de toda otra consideración. Sin embargo, son ellos los que se van de rositas. Sale más caro robar un queso. https://www.laopiniondemurcia.es/murcia/2020/01/31/medio-ano-carcel-robar-quesos-34548775.html Parece Murcia una reedición de Los Miserables en pleno siglo XXI. Pero cómo se atreven a llamar justicia a esto…

Como hemos visto, la vergüenza, por mucho que las feministas nos esforcemos en que cambie de bando, sigue cayendo del lado de las víctimas. Ellas son las que no pueden salir a la calle, para ellas es para las que queda el trauma, la vergüenza, la angustia y la depresión.

A estas niñas, ahora mujeres, la sociedad las ha dejado en la estacada de muchas formas distintas. La primera en forma de vulnerabilidad económica; la segunda ofreciéndoles un modelo en el que, cuando no tienes nada y eres mujer, aún puedes servir de diversión para los hombres, un modelo que solo se ofrece a las mujeres y en el que todo, incluida su libertad sexual, tiene un precio; la tercera creando la posibilidad de ponerlas en manos de estos degenerados; y la cuarta. esta última, en la que la justicia les da la espalda como si su dolor no importará nada.

¿Qué mensaje manda a nuestra sociedad esta impunidad escandalosa ante un delito execrable como pocos, cometido contra menores? Un descrédito de la justicia que nos avergüenza profundamente a todos y a todas. La desprotección de las menores es tan flagrante que la indignación se nos sale sola. Si perdiéramos la voz nos saldrían subtítulos.

 

https://www.eldiario.es/murcia/murcia-y-aparte/no-justicia-impunidad_132_11726627.html

 

CINE REX VIVO

 CINE REX VIVO

Ha vivido la I Guerra Mundial, la esperanzadora llegada a nuestro país de la II República, su final merced a una guerra incivil, el nuevo desastre de la II Guerra Mundial, una posguerra de hambre, el respiro de la Transición, el destape, la democracia, la aceleración de los tiempos, el paso de la era analógica a la digital. Ha resistido frente a la efímera llegada del videoclub, frente a internet. Ha visto renovarse seis generaciones de espectadores, y ahí sigue, como un gigante de otro tiempo, un templo laico donde caben todas las doctrinas, donde se escuchan todas las voces, donde todo el mundo es bienvenido. Hagamos que siga vivo.


jueves, 10 de octubre de 2024

LAS VÍCTIMAS , ¿TAMBIÉN HABRÁN OLVIDADO?

 

LAS VÍCTIMAS , ¿TAMBIÉN HABRÁN OLVIDADO?

La justicia ha desamparado a las menores de una red de prostitución al servicio de un grupo de empresarios murcianos. Han pasado diez años. Ya se habrán olvidado, parece decirnos esta resolución a la que se ha llegado merced a un acuerdo con la fiscalía que impedirá que los acusados de prostituir a niñas de entre 13 y 17 años tengan que pisar la cárcel.

Porque es realmente alarmante constatar cómo ampara el sistema a estos acusados de prostituir a menores. No sabemos si por complicidad, por pactos de silencio o por negligencia estos sujetos no pisarán la cárcel y los estamos viendo irse de rositas, sonriendo al tendido. ¿No era el asunto lo suficientemente sensible como para agilizar en lugar de dilatar las diligencias? Encontramos clasismo además de machismo en la sentencia: la vulnerabilidad social y económica de las víctimas («pasaba por un momento de dificultades económicas, lo que le hacía más fácil que pudiera ceder» dice la sentencia) frente a empresarios poderosos podría haber contribuido a que el caso se haya demorado hasta prescribir. Un sistema judicial que olvida a las víctimas es un sistema intrínsecamente injusto. Una justicia lenta no es justicia.

Al margen de la resolución judicial, este hecho se inscribe en la cultura de la violación que nos deja ejemplos como el de la letra de la canción que cantó este verano durante las fiestas del pueblo el alcalde de Vita (Ávila): “Me encontré una niña sola en el bosque, la cogí de la manita y me la llevé a mi camita. La subí la faldita y le bajé la braguita (...) La eché el primer caliqueño...” (sic).

Repugnante, ¿verdad? Pues al obispo Javier Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal, le parece de lo más normal. Ha declarado que una canción así es “lo que pasa a altas horas de la madrugada después de haber bebido esto o lo otro”. Y nos invita a “no crecer en lo que pudiera ser una sociedad excesivamente puritana que hace que cualquier texto, que cualquier letra, parezca ser rechazada” (sic otra vez).

El obispo dice que nos hemos vuelto todos muy puritanos. Nosotros. Puritanos.

No ha calculado bien: restar importancia a un comportamiento pederasta es algo que, aunque solo sea de cara a la galería y teniendo en cuenta los miles de casos en el seno de la iglesia católica en todo el planeta, deberían pensarse dos veces. Pero el subconsciente es lo que tiene: funciona en automático. Y, recordemos, él es quien tiene que velar por la administración de justicia a las víctimas de abusos sexuales. Igual que los jueces en el caso que nos ocupa.

Tanto la letra como la justificación que a ellos les parece algo frívolo, sin importancia, un chiste, forman parte del argumentario de la fratría masculina. No pasa nada, iba bebido, era de noche, estaba el pueblo en fiestas. A lo mejor ella iba provocando. Si es que algunas parece que lo van buscando.

Hay una fantasía masculina en el acceso al cuerpo de niñas. Ese cuerpo es el lugar donde pueden desplegar todo su poder, sin tener que enfrentarse a mujeres con deseos, con carácter, con iniciativa. Porque en ese contexto el que tiene el poder es el hombre. Y qué fácil todo. Niñas, mujeres borrachas, mujeres sometidas químicamente (miren el caso Pélicot, en el que el marido ofrecía la esposa drogada a otros hombres para que la violaran), ¿eran monstruos estos hombres? No, peor: eran hombres normales. Sus actos son monstruosos, pero ellos no. Los monstruos son la excepción, los monstruos no abundan; los hijos sanos del patriarcado sí.

Esa cancioncilla que tanto nos repugna seguro que haría mucha gracia al grupo de empresarios a los que se ha tardado diez años en sentar en el banquillo por abuso de menores. Esos empresarios que pedían “chicas nuevas”, pero que no pisarán la cárcel porque el delito ha prescrito. Los jueces no son ajenos a la fratría machista al no conceder la suficiente importancia a un hecho tan grave como este.

Al acoso, al abuso y a la agresión no se llega por casualidad, ni se llega de golpe, ni se llega por nada: hay toda una cultura de la violación con la que crecemos y en la que nos educamos. Y para romper con esa cultura hay que denunciar los comportamientos que preceden a la violencia y dictar sentencias ejemplares cuando suceden. Porque de lo contrario solo nos queda llorar.

Ahora, aunque frente a la presión social la Fiscalía de Murcia se plantee pedir el ingreso en prisión, de momento estos empresarios ya son libres, pueden seguir abusando, pueden seguir induciendo a la prostitución. Ellos u otros como ellos, sabiendo que no pasa nada, buenos abogados, una dilación judicial y a seguir living la vida loca.

 

https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2024/09/19/victimas-habran-olvidado-108288424.html






 

 

ALVISE, S.A.

 

ALVISE, S.A.

 

Bueno, no sé a vosotros, pero a mí me ha gustado mucho este último giro de guion de la última serie de moda, Se Acabó La Fiesta. Cómo imaginar que un inventor de bulos y difusor de fango y mentiras iba a resultar ser un defraudador. Sorpresa máxima.

Entre su discurso repleto de broza política de cuarto cubata, y su gusto por el dinero fácil, el ex asesor de Toni Cantó está a mitad de camino entre Torrente y Al Capone. Y este era el que venía a regenerar la vida política del país. Ochocientos mil votantes le compraron el discurso. Un discurso donde veías venir el pufo a kilómetros sin necesidad de ser ni muy espabilado ni muy de izquierdas. Pero oye, es lo que tienen estos telepredicadores de la política, siempre encuentran a su público ahí, esperando el milagro de devolverle la vista a un ciego dándole un capón en la frente, deseando que venga alguien a venderles una milonga que armonice con sus filias y sus fobias políticas para comprarle el paquete completo. Y ahora que ha saltado esta noticia están flipando en redes, no dan crédito.  Pp y Vox se arremangan para disputarse los votos disidentes.

Tiene todo mucha gracia porque el propio Alvise admite que para financiar su campaña electoral recibió cien mil euros de un criptoempresario, pero que fue para evitar enriquecerse en política: el clásico “es mejor pedir que robar” puesto al día. Porque cien mil de una sentada no es enriquecimiento, es calderilla para la máquina de sándwiches. A cambio prometió al empresario leyes para favorecer a su empresa porque él tenía previsto ser la llave de la gobernabilidad. Dinero a cambio de leyes, más sencillo imposible. Y es que estos timos los hacen con un troquel. Así es como ejecuta Alvise la prometida regeneración política. Iban a faltar cárceles en España para meter a todos los políticos corruptos que a los que él iba a denunciar. El eje de su campaña era la corrupción porque realmente domina el tema. Fiesta no sé si había, pero cachondeíto mucho.

Todo ha salido a la luz porque el generoso donante, conocido como Luis Criptospain, o lo que es lo mismo, el segundo elemento del tocomocho, ha sido investigado por la CNMV por montar un chiringuito para evadir impuestos, el Madeira Invest Club, que, y seguimos con las sorpresas, ha resultado ser una estafa piramidal. En el curso de esa investigación han aparecido mensajes y audios que no dejan sombra de duda sobre la catadura ética y moral de la última estrella en el firmamento político del país.

Y es que su lucha contra la corrupción consistía más bien en “déjame a mí que tú no sabes”. Porque labia no le falta. Ha afirmado que si no declaró esa aportación fraudulenta es porque él es un antisistema. Y en eso no miente: va contra el sistema que nos sostiene a todos, contra ese sistema que es la base de la sanidad, de la educación y de las infraestructuras públicas. Nada nuevo bajo el sol.

https://rrnews.es/2024/10/alvise-s-a.html

 

 

 

MIEDO AL NEGRO

 

MIEDO AL NEGRO

Y al moro y al sudaca y a todo extranjero pobre que haya venido aquí a ofrecerse como mano de obra barata.

Las derechas están haciendo bien su trabajo. Han acelerado la campaña del miedo hasta convertirla en la primera preocupación de los españoles según recogen las encuestas del CIS. Este miedo además se replica con la propia noticia: “Ostras, que la inmigración es el principal problema, a ver si estoy yo aquí tan tranquila y resulta que tengo que empezar a preocuparme, correr en círculos y odiar a mi vecino Hassan”. Y es que manipularnos es así de fácil. Sin olvidar que los telediarios pertenecen a grandes empresas mediáticas con intereses políticos poco disimulados. Por no hablar de las tertulias matutinas y vespertinas.

Este miedo no es exclusivo de España, sucede igual en el resto de Europa, pero esto, lejos de ser un consuelo, es una preocupación añadida. ¿Hacia dónde te diriges, vieja Europa, si ya no tienes masa obrera que pague las pensiones del futuro, dónde crees que vas sin inmigrantes? ¿cuál es tu futuro si estás en crecimiento cero y por debajo?

¿Cuál es el plan con este blindaje generalizado de las fronteras europeas? Nosotros, occidentales, sí podemos viajar masivamente, arruinando a veces paisajes, ciudades y entornos que una vez albergaron población local y que ahora solo están al servicio de un turismo depredador. Pero ellos, que vienen a ofrecerse como mano de obra barata, no. Ellos no tienen derecho a viajar sin arriesgar la vida.

El lumpen proletariado del XIX, hoy es de allende nuestras fronteras. No han cambiado la dureza del medio, la escasez de recursos, la vulnerabilidad de quienes hacen los trabajos menos cualificados, esos que nadie quiere (tampoco han cambiado el desprecio y el miedo de las clases sociales que se sienten por encima), pero sus protagonistas ahora proceden de países del sur planetario, depauperados y/o en guerra.

El racismo es la campaña de marketing de la explotación. El racismo devalúa a las personas (vienen a robar, a violar, a esquilmar nuestros recursos sociales, son sucios, huelen, mienten, son sinvergüenzas, han destrozados sus países y vienen a destrozar los nuestros, okupan nuestras casas en cuanto salimos a por pan, cobran pagas con las que nosotros no podemos ni soñar) hasta que el precio por su fuerza de trabajo alcanza el mínimo posible para que salgan a cuenta al neoliberalismo feroz que nos invade.

En un todo vale contra la inmigración, Trump llegó a decir que los inmigrantes comían mascotas. Y sus seguidores le creyeron. Ese es el nivel de estulticia y de maldad en contra del extranjero pobre. En España, en Europa o en USA.

Y es que la campaña no ha dado tregua. La auténtica canción del verano (y del resto de estaciones) es el binomio inmigración-criminalidad sin que haya un solo dato en el que apoyarlo. Pero que te lo canten unas cuantas veces al día, verás como terminas por tararearlo tú mismo.

A la derecha y la ultraderecha, imposibles ya de distinguir, les vale todo: los niños son niños, excepto si son extranjeros porque entonces son menas, convertidos por la vía del lenguaje en el reclamo del miedo.

Tenemos reciente la triste noticia ocurrida en Mocejón, Toledo, donde un pobre perturbado mental mató a un niño a puñaladas: se culpó inmediatamente a los inmigrantes sin tener una sola pista de la autoría. Hasta la familia del niño asesinado tuvo que salir a pedir calma porque en redes les estaban linchando, tildándolos de traidores por no pedir la cabeza de los inmigrantes.

Lo triste es que la xenofobia da votos: Vox, preocupado por su descenso en las encuestas, rompió su pacto de gobierno con el PP por un puñado de inmigrantes. El PP, empeñado en reducir el peso electoral de Vox, añade racismo a la receta de su discurso. Alvise con SALF, a pesar de lo ridículo de su propuesta, contribuye con entusiasmo al negocio del racismo y las fake news.

La verdadera amenaza, y así nos lo demuestra tozudamente la Historia, no son los inmigrantes. La verdadera amenaza es el racismo que envenena la convivencia pacífica en un barrio, en una comunidad, en un país. Ese racismo que es el arma de destrucción masiva con que se pertrechan los partidos ultras que crecen y se multiplican por toda Europa como la mala hierba. Esa invasión creciente sí que debería darnos miedo y no la inmigración.

https://rrnews.es/2024/09/miedo-al-negro.html