Según
la Constitución el Rey es IRRESPONSABLE (en serio, lo pone: artículo 56 párrafo 3. Yo tampoco me lo podía
creer). Así que, ¿de qué nos
extrañamos? Si tú te coges el manual del
buen irresponsable y ya el índice te describe al rey: amigotes, cacerías,
rubias de paso… Vamos, el señorito tarambana de toda la vida. Y además tiene
una coartada incontestable: Aaah, es por mandado constitucional. La culpa es nuestra por haber puesto a un
irresponsable como cabeza del Estado y encima por haberle dicho: Hala, bonico,
lo que se te ocurra, que tú eres irresponsable.
Vamos hombre, si es como poner un bidón de gasolina y un mechero en
manos de un pirómano. La casa donde vivimos se la compramos a un escritor y
locutor de radio de temas esotéricos. El día que vinimos a verla nos mostró en
su despacho muy orgulloso una foto dándole la mano al rey en una de esas
recepciones que se suelen hacer y nos dijo: pero yo soy republicano, ¿eh?. Y yo
pensé: pues vaya un republicano de mierda. O esa frase tan frecuente y tan
chusca de : “yo soy republicano pero juancarlista”, que es como soplar y sorber
al mismo tiempo. Todo esto creo que es el resultado de una transición hecha con
más miedo que ideas. Y con miedo en el corazón la cabeza no toma buenas
decisiones.
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