FUEGO PURIFICADOR
Los viejos del pueblo le tienen miedo a Podemos, que
viene a ser para ellos una personificación política del mal. Sorprende porque, ¿qué
creen que les va a hacer el de la coleta que no les haya hecho ya el de la
barba?, ¿sodomizarlos? El miedo es inducido, claro. Ya se oye hablar de quema
de iglesias y violaciones de monjas. No se han quedado cortos, no. Pero si lo que temen es a políticos quemando
edificios públicos lo que deberían hacer es dejar de votar al PP y al
PSOE:
- El archivo del ayuntamiento de Los
Palacios y Villafranca, Sevilla, ha ardido, casualmente cuando el alcalde
saliente, del PSOE, va a ser investigado por tráfico de influencias y
malversación de fondos.
- Un enorme incendio destruye parte del ayuntamiento de
Brunete, Madrid, del PP, que estaba siendo investigado por su implicación en la
Operación Púnica.
Qué no habrán hecho estos políticos en los consistorios
cuando tienen que acudir al fuego purificador para que purgue sus pecados.
Incendios, destructoras de documentos echando humo, cientos de bolsas azules
llenas de confeti adornando la basura, furgones de mudanzas a la puerta de los
ayuntamientos para hacer el traslado de documentos comprometedores al mismísimo
infierno, de donde debían proceder las ideas que inspiraron tales delitos. De qué calado serán los crímenes para tener
que quemar los ayuntamientos en su totalidad manifiesta al objeto de borrar
huellas.
Es de suponer que habrán puesto en práctica al completo
el Manual Satánico del Saqueo Público (estoy convencida de que ese manual
existe): blanqueo de capitales, malversación de fondos, tráfico de influencias,
prevaricación, soborno, extorsión, robo, expolio, saqueo…
Y no disimulan mucho, porque eso canta a la distancia
desde la que se pueda ver el humo y más allá. ¿La forma más expeditiva de
acabar con la corrupción? Pegarle fuego, para que luego digamos que no
colaboran con la justicia.
Insisto, qué podría hacer un posible gobierno alternativo,
fuera del bipartidismo, para empeorar esto ¿quemar los escombros?
Seguid, seguid votándoles, venerables ancianitas y
ancianitos temerosos del cambio. No sea
que vayamos a peor.
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