GESTIONAR MAL LA DANA Y, DE PASO, DEVALUAR LA DEMOCRACIA
Este fin de semana se han vuelto a manifestar contra Mazón
más de cien mil valencianos, clamando contra la inacción de su gobierno antes, durante
y después del desastre. Motivos no les faltan. Existían los protocolos para
hacer frente a la catástrofe, pero no se aplicaron. Y no se aplicaron porque el
que tenía que tomar las decisiones estaba de parranda en El Ventorro, como es
bien sabido. Había una forma válida de enfrentarse al problema, pero no se puso
en marcha. No falló el sistema, falló el equipo que estaba a cargo, y en
particular el líder de ese equipo. Y la prueba de que no falló el sistema la
hemos tenido pocos días después, con las amenazas de DANA en Andalucía y
Cataluña donde se aplicaron los protocolos correctamente.
Primero niega el cambio climático, a continuación, desmonta
la unidad de emergencias, con la DANA ya en las puertas se ríe de la
universidad de Valencia por cancelar las clases, luego se ausenta del puesto de
mando para comer con una periodista, después la culpa desastre ha sido de todos
menos de él. Y, por supuesto, que dimitir siga siendo un nombre ruso.
Las inundaciones de Valencia han sido de una intensidad
inusitada, pero no hay nadie que dude de que, si Mazón hubiera estado
simplemente en su puesto y haciendo lo que se espera de un gobierno, la
desgracia habría sido mucho menor.
Pero la derecha y la ultraderecha aprovecharon esa ola de
barro para enfangar todo a su paso, repartiendo tanto barro que incluso la Casa
Real tuvo su ración. Una nefasta gestión aún no aclarada, una ausencia del President
en un día y unas horas clave se ha acabado convirtiendo en un “todos los
políticos son iguales, todos tienen la misma responsabilidad”. Y es en este
momento, alimentado por declaraciones políticas, prensa de derechas,
influencers, youtubers, haters a todo trapo, cuando llega el previsible giro de
guion: los políticos no valen, vamos a poner la cosa en manos de
los militares. Los tres o cuatro días posteriores a la Dana, el personal
clamaba: “pero ¿dónde está el ejército?”. Ok, pues aquí está: el teniente
general Gan Pampols ha sido designado vicepresidente de la Generalitat y puesto
al mando de la reconstrucción de Valencia. No tendríamos por qué criticarlo,
bien, ok, un militar experto en reconstrucción, todo en orden. Pero entonces
vienen, ay, las declaraciones. Lo primero que ha dicho Gan Pampols es que “él
no viene a hacer política”. Y además, rechaza estar “sometido a una agenda
política”: “Ni soy político, ni espero nada de la política, ni tengo ambiciones
políticas” y “Soy un soldado, no un político”. Pero sin embargo ocupa un cargo
político. Ahora va a resultar que la culpa de las consecuencias de esta nefasta
DANA la tiene la democracia. Que se quiten los políticos, que ellos no saben.
Aquí llegan los militares, libres de cualquier veleidad política, los hombres
puros e incontaminados que nos salvarán del partidismo. Como si no hubiéramos
aprendido nada a lo largo de toda nuestra historia. Como si hacer anti política
no fuera hacer política, y una de muy mal cariz.
Nacer es hacer política. Vivir en comunidad es hacer
política. Pero, o esa política es plural y consensuada y entonces se llama
democracia o esa política es personal y autárquica y entonces se llama otras
cosas, algunas de infausto recuerdo en este país. Todo es política. Y poner a
un militar al mando de la cosa es hacer mucha política, una muy engañosa
porque todo el discurso que rodea ese nombramiento va dirigido a la línea de
flotación de la democracia, tan amenazada en todos los países del planeta. Sobran
políticos que no hacen más que pelearse entre ellos. Aquí estamos los militares
que no sabemos nada de peleas.
Habría que recordarles que en Valencia no ha fallado la
política, lo que ha fallado, repetimos, ha sido la actuación de algunos
políticos con nombres y apellidos.
Mucho cuidado con los discursos de la anti política que
conducen indefectiblemente a la devaluación de la democracia, porque debemos
recordar que la alternativa a la democracia tiene terribles consecuencias.
https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2024/12/07/gestionar-mal-dana-paso-devaluar-112397065.html
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