martes, 17 de febrero de 2015

50 SOMBRAS SUMISAS

50 SOMBRAS SUMISAS
            Hace más o menos un año nos rasgábamos las vestiduras por un libro titulado “Cásate y sé sumisa”.  Con ser grave el contenido de ese libro, el tipo de mensaje que lanzaba era tan antiguo, tan pasado de moda, que en realidad iba dirigido a personas que ya estaban en ese ámbito de pensamiento y de comportamiento. Resumiendo: que iba dirigido a cuatro (o a cuatrocientas) beatas. Nada se pierde, nada se gana, sólo se acelera un poco el intercambio de información y de paso se le hace la campaña de marketing gratis a la descerebrada que lo ha escrito, que probablemente ya lo tenía previsto.
            A mí me preocupa mucho más el éxito de “50 sombras de Grey” con toda su carga de banalización del maltrato. Ahora que creemos haber evolucionado y que llevamos años reflexionando sobre la dominación a través del sexo del fuerte sobre el débil (el débil mujer, el débil niño, el débil niña) nos deja perplejos el éxito de este libro que desde un punto de vista literario es una mala broma y que sin embargo aún tiene algo peor y es el mensaje perverso que manda, la legitimación de las actitudes de dominación sobre la mujer, la justificación de la violencia como si en realidad se tratara sólo de un juego pactado entre adultos y no de algo más profundo y atávico: el maltrato normalizado.  Creo que es el libro más nocivo que recuerdo haber leído, y su toxicidad reside en el contenido mismo y en la campaña de marketing que junto con la película lo ha convertido en un auténtico virus. Conocí a un empresario, putero como él solo, cuya película favorita era Pretty Woman; esta película clasista y machista a la vez  que ñoña le daba a él una justificación para pagar a cambio de sexo poniéndole los cuernos a su mujer varias veces al mes.  Lo hubiera hecho igual sin esta coartada, pero el hecho de tenerla legitimaba su comportamiento. Bien, pues este libro tremendamente mal escrito tiene sin embargo un mensaje envenenado: nena, déjate  golpear que no pasa nada, es pura diversión pero él te quiere y eso es lo que importa. Es más, en estos tiempos de muertes casi diarias de mujeres a manos de sus parejas, el mensaje que transmite no es que sea perverso y poco creíble: es que es directamente criminal.
            Hay estudios que muestran que entre nuestros jóvenes se extienden las viejas formas de relación dominante-dominada que les hace llegar a justificar tanto a ellos como a ellas algún bofetón extemporáneo, algún insulto pero-él-te-quiere, algún empujón para marcar el terreno. Pues ahora, en lugar de hacerles comprender que toda forma de violencia física o verbal debe estar excluida de cualquier relación normal y sana, llega este libelo en plan qué modernos somos y pone todo lo anterior en cuestión disfrazándolo bajo la pátina engañosa del glamour y la seducción high class.
            Yo  ya tengo 47 años y muchas horas de vuelo  pero me preocupa que personas jóvenes vean la película o lean esta mediocridad retorcida y le puedan conceder un mínimo de credibilidad o les pueda hacer algo de gracia de modo que terminen entrando en su juego ideológico como para pensar que  no pasa nada, que es divertido, que somos jóvenes e imaginativos y no tenemos prejuicios. Que puedan llegar a pensar que esto es moderno cuando en realidad es tan antiguo, reaccionario, antediluviano y retrógrado como "Cásate y sé sumisa". O más.


jueves, 5 de febrero de 2015

LA NÁUSEA

La náusea

Un escalofriante asesinato: un hombre encerrado en una jaula es quemado vivo. Está rodeado de soldados yihadistas armados, ¿para qué, si está enjaulado? El preso es un piloto jordano. Jordania responde ahorcando inmediatamente a dos presos de la Yihad, un hombre y una mujer. Las imágenes, aunque menos impactantes son igualmente horrorosas. Se responde a un asesinato cruel e inhumano con dos asesinatos crueles e inhumanos. Repito: dos contra uno.  El rey Felipe VI recibe al embajador jordano diciéndole que está impactado por el asesinato del piloto. Rajoy manda  un telegrama al rey Abdalá, ese demócrata,  mostrando su repugnancia por el asesinato del piloto. Y yo no doy crédito a lo que veo y oigo. ¿A nadie le llama la atención que no se vuelvan a  mencionar los  dos asesinados por la venganza jordana? ¿No son iguales todos los muertos? No, como no lo son todos los vivos. Ni siquiera se molestan en disimular: ese muerto nos da mucha pena porque es de nuestros amigos. Los otros dos no nos importan porque, quién sabe, igual hasta eran culpables. El ministro Morenés dice que vamos a luchar sin tregua contra el yihadismo. No menciona que podrían empezar por no venderles armas y no lo menciona porque nadie perjudica sus propios intereses y Morenés es un traficante de armas. El telediario lo presenta todo con la mayor naturalidad y yo aún no doy  crédito. Esa naturalidad con la que se olvidan, ningunean o justifican los asesinatos perpetrados por nuestros amigos (Jordania es país aliado de Occidente) , esa naturalidad digo es monstruosa. A mí lo de hoy me ha parecido una monstruosidad de principio a fin. La náusea no me abandona.