lunes, 25 de julio de 2022

HOLA, CALOR

HOLA, CALOR


Perdón por el chiste fácil pero ya podemos saludar al calor porque ha llegado para quedarse.


Hemos inaugurado este verano con el derrumbe de un glaciar en los Alpes italianos que dejó una veintena entre muertos y desaparecidos, así como decenas de personas afectadas. Los expertos venían advirtiendo hacia años de la amenaza creciente que suponía el cambio climático para el glaciar de la Marmolada, el pico más alto de los Dolomitas: el Consejo Nacional de Investigación (CNR), indicó que este glaciar podría desaparecer por completo en los próximos 25 ó 30 años en caso de mantenerse las tendencias climáticas actuales. Hasta la fecha ha perdido el 30% de su volumen, y el 22% de su superficie entre 2004 y 2015. Asusta. O debería.


Estamos sufriendo una ola de calor cuya manifestación más virulenta son los incendios que arden en todo el territorio español, alimentados por el sotobosque y forraje seco que creció abundantemente gracias al mes largo de lluvias ininterrumpidas en primavera. De forma tangencial, también la ganadería intensiva en detrimento de la extensiva contribuye a agravar este problema; alguien decía estos días que hace más contra los incendios una oveja en invierno que un helicóptero en verano. Europa tampoco se libra de la ola de incendios y sus habitantes viven este verano el infierno de sus vidas (de momento) con temperaturas de hasta 42⁰C en Londres. La anterior temperatura más alta registrada en ese país llego hasta los 38⁰C. El calentamiento global es un proceso que va in crescendo.


Viendo lo que vemos, negar lo que está ocurriendo es como tapar el sol con un dedo y decir que es de noche, pero hay formas de negación del cambio climático que son hasta divertidas (hasta que te acuerdas de que está en juego la vida en el planeta y se te congela la risa): un diputado de ese partido político que, paradójicamente, tiene nombre de diccionario, ha dicho lo siguiente frente a la evidencia del incremento imparable de las temperaturas: "que se caliente un poquito más el planeta evitará muertes por frío" (sic), o, como se dice en mi tierra, más vale humo que escarcha. Resumiendo, para este señor la cosa del global warming quedaría así: menos muertes por frío, un ahorro en calefacción y el planeta convertido en una playa caribeña la mayor parte del año, ¿quién le puede poner pegas a algo así? Esos ecologistas zumbados que trabajan para amargarnos la vida.


De todos modos, esta postura política es prácticamente un chiste. El problema político no lo tenemos sólo en una ultraderecha que se limita a ponerse alegremente una venda en los ojos y ofrece otra a sus votantes. Tenemos un problema mucho más grave en el greenwashing a lo bestia que se está aplicando en un planeta que arde: frente a la crisis energética desatada por la guerra, ahora la Unión Europea ha decidido que la energía nuclear y el gas son energías verdes. Con esta medida, que fue aprobada por el Parlamento Europeo a principios de julio, Europa modifica la norma y permite que el gas y las nucleares entren dentro del etiquetado verde que les permite competir con la solar o la eólica, entre otras renovables, para recibir ayudas propias de tecnologías no emisoras de gases de efecto invernadero. Y ya está, problema solucionado: un termómetro trucado y el enfermo ya no tiene fiebre; ya se puede usted ir a casa, caballero.


Es urgente adoptar posturas políticas que nos conduzcan hacia el decrecimiento económico, único camino para enfriar el planeta. Las decisiones a adoptar deberían ser transnacionales y vinculantes. Sin embargo, las dos grandes economías mundiales, E.E.U.U. y China, están enzarzadas en una carrera por liderar la economía planetaria y lo último que contemplan es el decrecimiento. Alimentan la caldera por un extremo mientras por el otro arde el tren que nos conduce al futuro.


Negar un problema ni hace que desaparezca ni lo soluciona, sino que, bien al contrario, lo agrava pues impide adoptar soluciones contra algo que nominalmente no existe. No debemos (y yo diría que ya no podemos, aunque queramos) ignorar los efectos que el creciente aumento de temperaturas está provocando en el planeta. Al mismo tiempo, no podemos perder la esperanza porque la falta de ánimo desarma nuestra capacidad de reacción, pero nos quedamos sin tiempo, cómo negarlo. Disfrutemos del calor mientras sea disfrutable.




sábado, 16 de julio de 2022

PERIODISMO CANIBAL

PERIODISMO CANIBAL

La salud de la democracia de un país se puede medir por la calidad de su periodismo. Si aceptamos este axioma podemos decir sin margen de error que tenemos una democracia en cuidados paliativos.

Cuando salimos de la dictadura y pusimos un dubitativo pie en la democracia, en el Zeitgeist de la época estaba el temor al ejército como amenaza a ese aún frágil avance. Qué equivocados estábamos, qué inocentes. Quién nos iba a decir entonces que la mayor amenaza para la democracia serían el periodismo y la judicatura, no el ejército.

Vamos a poner la cosa en contexto: a un mes de las elecciones generales de 2016, a un imaginativo think tank con Inda a la cabeza, se le ocurre sacar la pieza de que Pablo Iglesias ha cobrado 272.000 euros (pero qué barato se venden estos comunistas…) de Maduro y que están colocados en una cuenta offshore. Ahora han salido uno audios del excomisario Villarejo y Antonio Ferreras donde este dice: "Yo le dije: Eduardo, esto es muy serio, yo voy con ello, pero esto es muy delicado y es demasiado burdo" y añade: "Ahora, yo no creo que Pablo Iglesias abra una cuenta en las Granadinas a su nombre, dos apellidos, para que Maduro, el día que se inscribe Podemos, le mande doscientos mil euros, joder, son bastante más listos que todo eso". Es grave dar una noticia sin contrastarla, sin comprobar si lo que estas emitiendo es verdad o es mentira. Pero emitir una noticia a sabiendas de que es mentira y con el objetivo de tumbar un partido democrático, debería ser delito, si es que no lo es. 

Cada vez que Podemos decía que no había una democracia de calidad en este país, los mismos que la tenían secuestrada se rasgaban las vestiduras: pero qué está diciendo estos podemitas, golpistas, bolivarianos, que se vayan a Venezuela. Pues parece que en Podemos no exageraban.

Los medios de comunicación tienen un poder incalculable. Si han conseguido convertir en princesa a Belén Esteban, si han conseguido hacer pasar por salvador de la democracia al emérito, ese mismo súper poder les faculta para destruir a un partido vertiendo sobre sus dirigentes toneladas y toneladas de mentiras repetidas en bucle hasta que en la cabeza de cada votante se produce una conexión automática: Podemos = Venezuela.

El periodismo digno solo puede ser correctivo y fiscalizador con respecto al poder, nunca cómplice. Pero ya apenas queda periodismo libre: es la estructura de propiedad de los medios de comunicación la que termina definiendo la línea editorial. Àngels Barceló comentaba a este respecto: "Nuestra profesión necesita una catarsis, nosotros también somos responsables del deterioro democrático de este país".

En este contexto, las reacciones de los medios a raíz de esta bomba informativa también nos han dejado con el culo torcío. Mientras la "noticia" de que Garzón quería destruir la industria agropecuaria por decir que deberíamos consumir menos carne abría telediarios durante días, protagonizaba portadas de periódicos, colonizaba redes y hasta ocupaba vallas publicitarias (salían ofendiditos de los chuletones hasta debajo de las piedras, si hasta sacaron el hashtag más ganadería, menos comunismo...), la constatación más allá de toda duda de la emisión de noticias falsas para tumbar un partido democrático es ampliamente ignorada por todos los medios tradicionales (el silencio es atronador) y se acantona únicamente en redes.

Visto lo visto, realmente ha sido milagroso que Podemos haya conseguido gobernar en coalición y que Pablo Iglesias haya llegado a vicepresidente del país. La manipulación mediática le ha retorcido el brazo a la ciudadanía secuestrando la soberanía popular, de eso tenemos pruebas incontestables. Lo que no sabemos ni sabremos nunca es qué tipo de gobierno hubiéramos podido tener si no hubiéramos sido objeto de tamaña manipulación mediática a todos los niveles. Nosotros no lo sabemos, pero sospecho que hay quien sí que lo sabe.

La corrupción no anda sola, necesita vehiculizarse para dar sus frutos. La corrupción no sería posible sin la connivencia de policías, jueces y periodistas. Y así es como nos termina quedando un país que puede jugar en la Champions League de los más corruptos del planeta con muchas opciones de ganar por goleada.






LO DE LAS BECAS PARA RICOS

LO DE LAS BECAS PARA RICOS 

En Madrid Ayuso reparte becas para familias con rentas incluso superiores a los 143.000 euros. O sea, la derecha regalando dinero público a los ricos.  ¿Cuál es la novedad?

Pues la novedad es que están tan creciditos que ya lo hacen de forma provocativa y chulesca. Que lo hacen y se reafirman. A ver quién se atreve a toserles a ellos, que son los fucking amos, con Ayuso convertida en la Daenerys del PP.

Lo triste de este caso no es que los ricos regalen el dinero de todos a otros ricos. Lo triste es que los pobres les votan.

LO DE LA BANDERA

LO DE LA BANDERA 

Dice Almeida que ellos no ponen la bandera arcoíris en el ayuntamiento de Madrid porque ese tipo de sentimientos son algo que se lleva por dentro, que a qué viene tanta bandera. Se debe haber olvidado del despliegue de patrioterismo que hicieron ellos desplegando en Colón una bandera que daba como para envolver la Gran Muralla China. Pero claro, según esta peña unas banderas son para exhibirlas, otras para ocultarlas. Mira qué casualidad que sea a la bandera arcoíris a la que le haya tocado volver al armario.

LA FRONTERA SUR

LA FRONTERA SUR

En las películas de Tarzán los porteadores siempre eran negros, unos negros indistintos, todos con taparrabos, todos iguales, intercambiables. Los negros cargaban los fardos repletos o bien de mercancías occidentales (qué hacía un gramófono en la jungla…) o bien de mercancías extraídas del continente africano con destino a Europa, sobre todo marfil, cómo no se iban a extinguir los elefantes…  En cuanto acechaba algún peligro ya sabíamos que los negros iban a caer como moscas. Los veíamos despeñarse a racimos por el precipicio (adiós marfil, adiós gramófono) y para la historia daba igual, los negros eran puro atrezzo. No estaban ni contados. Caían al menudeo, como se vendían los cominos o los alfileres en las tiendas de pueblo. Tenían el mismo valor. 

Este es el marco simbólico en el que hemos crecido y que hemos aceptado. Un marco simbólico en el que el hombre blanco llega al continente negro a expoliar por derecho propio. Expoliar significa robar. No podemos sacudir la cabeza, es nuestra historia, los europeos han robado la riqueza de África y han considerado que estaba bien porque esa riqueza no era de nadie. Porque ellos eran nadie. Y siguen siendo nadie.

A África se le empezó a robar la riqueza y el futuro hace varias generaciones. Ahora sus jóvenes tienen que venir a Europa a intentar recuperar ese futuro. Lo que se encuentran son vallas erizadas de espino donde se dejan la piel. Y no es una metáfora.

En el salto a la valla de la frontera de Melilla con Nador de este fin de semana, el más mortal que se recuerda, han muerto 18 personas según fuentes oficiales, 37 según fuentes oficiosas. Las cifras bailan. Según la Organización marroquí por los Derechos Humanos “nunca vamos a conocer la cifra exacta de muertos”. Los negros no suelen estar contados. Los negros no cuentan.

Los que nos muestran las imágenes son cientos de cuerpos amontonados en el suelo, exhaustos, algunos agonizando, algunos muertos. Los cuerpos se arraciman, caras negras, manos negras, no tienen nombre, a quién le importa. Pero ellos son los violentos. Oigo violencia del salto y cómo es posible, pienso, deben estar equivocados, pienso. Deben querer decir violencia institucional, brutalidad policial porque la violencia ha sido contra aquellos que han terminado muertos. Quiénes son los violentos, quiénes los violentados. La historia se está contando mal, como siempre. Causa vergüenza e indignación oír el mensaje presidencial: no ha habido una palabra de lamento por los caídos, no ha habido una palabra de consuelo para sus familias. Sus nombres no constarán en listas que nos recuerden que han vivido.

Cómo puede ser, algo no está bien. Tenemos un continente alarmantemente envejecido y hay falta de mano de obra. Sin embargo, oímos hablar de invasión a través de la frontera Sur. Mirad la foto. Miradla mucho tiempo.  Los invasores son los que cubren el suelo como deshechos, hojas caídas, trapos polvorientos al sol.


Nos invaden, sí. Nos invaden el hambre, la miseria, la desesperación, la pobreza, los desastres de guerras auspiciadas por Occidente, los estragos de la crisis climática, el abandono, la falta de futuro. Nos invade el fruto de nuestro expolio al continente africano.


LO DEL BESO


LO DEL BESO

Ya os habréis enterado del fucking lío que se ha montado a cuenta de un beso entre dos chicas en la última peli de dibujos animados de Pixar.

Vamos a ver.

O sea.

Que un desconocido bese a una chica narcotizada (Blancanieves) está bien; que otro desconocido bese a una joven desmayada (La Bella Durmiente), mola; que una bestia bese a una muchacha (La Bella y La Bestia), todo normal; pero que una chica bese a otra chica , a quién se le ocurre, dónde vamos a ir a parar,  depravados, que forma de adoctrinar a las criaturas, hay que  quemar los cines.

Estos que piensan que por ver un beso en la pantalla se van a volver mariquitas que prueben a ver si viendo una peli sobre Einstein les dan el premio Nobel. A los lumbreras.

Por cierto, Happy Pride!

LA MANADA DE HOMBRES PERRO

LA MANADA DE HOMBRES PERRO


Para el patriarcado los hombres son los dueños genéricos del rebaño planetario de mujeres. Por eso pueden compartir las características del material en grupos de Whatsapp o foros  de internet, por eso pueden comentar en voz alta las calidades y gritarles por la calle que están muy buenas o que son muy feas, por eso pueden perseguirlas y acosarlas ya sea en el trabajo, en la discoteca o en un callejón, por eso pueden hacer uso de unas prerrogativas que les permiten acceder a sus cuerpos en cualquier momento con o sin consentimiento, prerrogativas que fueron denunciadas por la campaña #metoo y que se volvieron mundialmente virales. Los hombres pueden hacer uso de las mujeres y ellas deben guardar silencio. Lo que no entienden es que ese silencio se haya roto. 


Dentro del grupo existen los hombres perro, encargados de devolver al rebaño a la que se le ocurre desmandarse,  a la que decide andar por su cuenta sin permiso y a deshoras, para que sirva de ejemplo a las demás. Por eso, quienes interiorizan ese patriarcado, ya sean hombres o mujeres, cuando ocurre alguna violación no piensan que el que agredió no tenía derecho a hacerlo, porque para el patriarcado sí que lo tiene (el hombre tiene el derecho, cualquier derecho incluido el de agredir para el que siempre existirá la coartada de haber sido provocado). Lo que se preguntan es qué hacía ella sola y en ese sitio y con esa ropa. Porque ella es la que no tiene derecho. No tiene derecho a hacer uso de una libertad que no le corresponde. Somos fruto de nuestra historia y durante muchos siglos la violación no era considerada una agresión contra las mujeres sino una afrenta al padre o al marido que ostentaba la potestad sobre unos cuerpos que quedaban marcados por esa violencia como material estropeado. Además, la sospecha caía inmediatamente sobre ellas. Quizás se lo merecían por ir provocando. Con espeluznante frecuencia, una mujer podía terminar muerta y habérselo buscado. La función de los hombres perro ha sido fundamental para el patriarcado durante siglos y lo sigue siendo: deben enseñar a las mujeres que no son libres, que no pueden ir por donde quieran, que no pueden vestir como quieran, que no pueden ir por según qué lugares y a según qué horas si no es acompañadas por hombres que las protejan porque ellas no son independientes.


Ese sustrato se mantiene, pero en una sociedad compleja como la nuestra, las agresiones también se complejizan. Las violaciones grupales incluso a niñas nos golpean desde los telediarios. En algunos de los casos, los violadores también eran menores de edad. Es lo que ocurre en una sociedad que deja la formación afectivo sexual en manos del porno. Los chicos ven porno desde los nueve años, las chicas un poco más tarde de modo que ese tipo de material se convierte en la escuela de educación sexual para nuestros adolescentes, una escuela de violencia, una escuela de hombres perro. El contenido del porno se basa en un crescendo que comienza por indiferencia emocional, sigue con desprecio y culmina en agresión. Esto es lo que ven nuestros chicos y chicas y esto es lo que reproducen.


Lejos de extinguirse, la manada de hombres perro cuenta ahora con la colaboración activa de la industria del porno, de la industria prostitucional y de un ideario difundido a veces a través de los transmisores culturales (letras musicales, especialmente en reguetón, videos, programas televisivos, anuncios publicitarios) en el que se erotiza la violencia hasta el punto de que podría parecer que a las mujeres les gusta ser violadas, que lo van buscando, que se lo merecen. El porno y la prostitución son territorio salvaje, erizado de oscuros intereses, territorio donde abrevan los hombres perro. 



NO ES EL QUÉ, ES EL CÓMO

NO ES EL QUÉ, ES EL CÓMO

Dice Isabel Rábago, ex secretaria de comunicación del PP en Madrid y tertuliana del negocio rosa, que le tenemos manía a Luis Medina porque es rico…

Mujer, si se ha hecho rico gracias al tráfico de influencias metiendo comisiones del 70% a material médico defectuoso y vendiéndolo en lo peor de la pandemia a la comunidad más castigada, comprenderás que no sea nuestro aristócrata favorito.  Si además y con todo descaro se ha pulido lo ganado de forma inicua en coches de lujo indecente y Rólex a puñados, su imagen pública no mejora. Y si ya, cuando van a echar mano a la cuenta del interfecto, un tío que es grande de España y ha sido criado con pechuguitas de caviar, resulta que le quedan 247,50€ porque le ha faltado tiempo para vaciar la saca, estamos  hablando ya de un tipo que chapotea en el fango de la abyección absoluta.

Pero ahora resulta que la culpa es de los fiscales que son todos unos rojos de mierda y le tienen manía porque es rico y noble y aristócrata y modelo y guapo de revista.

Ay, Isabel,  hija, hazte así que te chorrea el servilismo: no es el qué, es el cómo.

QUÉ EXIGEN LOS CABALLEROS

QUÉ EXIGEN LOS CABALLEROS

En enero de este año el Colectivo +mujeres escribió el siguiente artículo para este mismo medio:

https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2022/01/06/caballeros-exigentes-61302602.html

En él se denunciaba la publicidad de un burdel y se reflexionaba sobre el controvertido tema de la prostitución.

Hace unos días, un grupo de activistas ha vandalizado esa misma valla publicitaria por “promocionar la prostitución”. En ella se puede leer “Cortijo VIP: para caballeros exigentes“. El vandalismo ha consistido en escribir sobre esa valla un tajante y clarificador “explotadores”.  Las vándalas se han explicado en un breve comunicado señalando que no se puede seguir ”tolerando la normalización sistémica de la violencia hacia las mujeres, con la complicidad de los gobiernos en pleno siglo XXI que permite este trato vejatorio“. 

Pero preguntémonos también qué exigen los caballeros de ese Cortijo Vip y de tantos otros cortijos repartidos por todo el país:

Exigen sexo sometido, no consentido, aunque el intercambio de dinero simule consentimiento. El que paga manda y ellos son los que pagan un dinero que les permite ejercer el poder, que es de lo que se trata.

Exigen juventud, cuanto más jóvenes mejor, si son menores de edad la tarifa sube porque la juventud se paga.

Exigen variedad de razas y procedencias porque los caballeros se aburren de consumir siempre el mismo menú. Hay que ir variando para que la diversión no pare. Por suerte para ellos la inmensa mayoría de mujeres en situación de prostitución son inmigrantes de distintos orígenes: subsaharianas, sudamericanas, orientales, eslavas.                                                   Exigen disponibilidad, por eso la institución prostitucional ofrece mujeres a cualquier hora del día o de la noche, a precios adaptados a todos los bolsillos masculinos.                                                                                                                                 Exigen resistencia a las imaginativas demandas de los caballeros que pueden ejercer sobre ellas formas de violencia sexual que solo se consiguen pagando.

Exigen limpieza: en los macro burdeles alemanes donde se ofrecen un combo de cerveza, salchicha y polvo a precio de oferta, las mujeres deben pasar por controles médicos antes de ser ofrecidas a los caballeros. ¿Importa la salud de ellas? No. Importa presentar a los clientes un material limpito.

Exigen emociones fuertes, exigen prácticas humillantes, exigen silencio porque son los amos. Los caballeros exigen, las mujeres sirven. Así funciona el machismo. Así refuerza la prostitución el sistema patriarcal.

La performance vandálica de la que habla esta noticia coincide con el registro en el Congreso de una proposición de ley para modificar el Código Penal y endurecer las penas por proxenetismo. Además, la norma incluye modificaciones para multar a los clientes de la prostitución según recoge el texto “las personas que recurren a las mujeres en situación de prostitución participan directamente del entramado que sostiene esta grave vulneración de los derechos humanos. Estas personas representan la condición de posibilidad para que se produzca la prostitución”.


A nivel municipal, la Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de Murcia, con Teresa Franco a la cabeza (la misma que está siendo hostigada por Vox hasta la extenuación), anunció el pasado mes de febrero que tenían ya un borrador para una ordenanza que regulará los anuncios de prostitución y la publicidad sexista, borrador que será aprobado próximamente.

Cuando en Francia se aprobó una ley parecida en 2013, un grupo de intelectuales, empresarios y políticos autodenominados 343 Salauds (343 cerdos, el nombre lo pusieron ellos, nada que objetar) emitió un manifiesto titulado Touche pas à ma pute (No toques a mi puta, elocuente título) que no era más que un berrinche porque la ley obstaculizaba el libre acceso a su juguete favorito. En ese manifiesto ellos dicen que cualquiera debe ser libre de vender sus encantos (sic) porque ser putero no está reñido con ser un cursi. Agitan muy alto la bandera de la libertad a la que dicen amar junto a la literatura y la intimidad. Pero el respetable padre de familia que va a un puticlub a desahogarse no sabe si esa mujer a la que está sometiendo a abuso sexual está ahí porque quiere o porque es objeto de trata y ha sido esclavizada. Pero no le importa. Así es el patriarcado. Lo que piensen o sientan las mujeres es irrelevante. La libertad solo es importante si se trata de la libertad de ellos.

Visto lo visto, lo realmente vandálico es ir de putas y no hacer un grafiti sobre una valla sexista.