lunes, 25 de enero de 2021

VACUNA'S SPANISH SHOW

 

VACUNA’S SPANISH SHOW

Empezar la campaña de vacunación y ponerse en marcha el Spanish Show ha sido todo una misma cosa. Políticos de todo signo  dándose codazos para ponerse los primeros en la fila de la vacuna salvadora. El resto del país asomado a la tele con una mezcla a partes iguales de estupor e indignación. No damos crédito. De verdad que no. Y esta era la pandemia que nos iba a hacer mejores, decían.

En plena tercera ola, que deja en mantillas a las dos anteriores, recogiendo la cosecha macabra de lo disfrutado en Navidad, con las urgencias como el metro en hora punta y los hospitales colapsados, nuestros servidores públicos nos dan un ejemplo bochornoso.  Vais  encontrar el adjetivo bochornoso varias veces más en este artículo.

Como el despliegue de la desvergüenza y ha sido a lo largo y ancho de todo el país y a lo largo y ancho todo el arco político, no vamos a señalar a nadie en concreto. Máxime cuando se han dado tantas coincidencias en todos los casos. La explicación chiripitifláutica repite varias consignas idénticas y sabemos que no se han puesto de acuerdo entre ellos a la hora de hacer declaraciones:

-          Yo no quería ponérmela, prácticamente me han obligado entre mi equipo de trabajo y mi médico de cabecera. Achos, ¿que os han obligado, que os han convencido? Pero vamos a ver…  Un consejero de salud ha tenido la gran pachorra de llegar decir (con su correspondiente dosis inyectada, eso sí) que a él no le gustan las vacunas.  Un consejero de salud. Encargado de vacunar a la población. Que no le gustan las vacunas. ¿Cómo te quedas?

-          Esto lo hemos hecho con luz y taquígrafos, ha sido público, no nos hemos escondido, ¿cuál es el problema? Pero bueno, solo hubiera faltado que os hubierais vacunado debajo de un puente, como el que se mete un chute de caballo.

-          No pensábamos que estuviéramos haciendo nada mal. Esta es la que más me gusta, ¿sabéis por qué? Porque me lo creo. Porque es verdad, porque no creían estar cometiendo ninguna irregularidad. Y eso es lo verdaderamente grave. Tal es la costumbre de recibir prebendas, de manejar privilegios, de tener influencias que no ven dónde está el problema de ponerse ellos en primer lugar, como hacen siempre. Ese es el liderazgo que ejercen, un liderazgo mal entendido, un servicio público que no es tal. Un buen líder no se pone delante para pillar el primero y que el que venga después que arree. Un líder honesto va detrás de su grupo y cuando todos se han servido, si queda, se sirve él. Y no, al revés como han hecho todos estos. En muchos casos sus propios partidos les han obligado a dimitir. Lo perciben como una injusticia, y es normal, no han hecho nada distinto de lo que han estado haciendo hasta ese momento.

Lo  hice sin maldad, dicen compungidos, y también es verdad. Se han limitado a seguir la dinámica a la que están acostumbrados. Como servidores públicos están para servir, sin embargo han tomado el verbo en reflexivo y utilizan el cargo para servirse. Alguien escribía en Twitter: tienen acceso a las vacunas y han metido la mano, ¿os imagináis que tuvieran acceso al dinero?

 

Sin embargo, y siguiendo con el Spanish Show, este bochornoso espectáculo le da al tema vacunación un giro interesante. Queridos y queridas, con esta performance berlanguiana de políticos saliendo en tromba a vacunarse, caiga quien caiga, ¿creéis que los antivacunas y chisparanoicos habrán llegado ya a alguna conclusión o todavía no?

AL FINAL NO HABLÓ DEL PADRE, QUÉ SORPRESA

 

AL FINAL NO HABLÓ DEL PADRE, QUÉ SORPRESA


¿De verdad nos esperábamos que Felipe VI hablara de los chanchullos de su padre en el discurso navideño? ¿En ese discurso tradicionalmente vacío, plagado de obviedades, de lugares comunes y de algún que otro sarcasmo como el de que la ley es igual para todos? Al final el discurso ha sido de lo más conservador, tal y como es este rey, aunque el efecto producido por las palabras no dichas ha sido muy curioso porque el televidente se pasa quince minutos pensando: " ahora va a hablar del padre, ahora..., ahora...". Con lo cual se produjeron dos discursos simultáneos: el emitido (sin emérito) y el percibido (con emérito). Al día siguiente no ha habido artículo de opinión que no venga a decir: pues al final no habló del padre, qué sorpresa. Hace falta ser muy cortesano para no preguntarse a estas alturas para qué sirve un rey en el siglo XXI.  Este desde luego está dando muestras de no servir para mucho. El Preparado. Todos esos años de preparación, ¿para qué eran exactamente? Porque para lo que hizo en Nochebuena no hace falta ningún máster en Harvard.

En conclusión, la operación borrado del padre no está saliendo como se esperaba porque el silencio sobre el emérito se solidifica haciéndolo corpóreo y agigantándolo. La sombra del padre se tragará al hijo. En una institución heredada no resulta fácil eliminar el eslabón anterior sin quedar en el vacío. Y el silencio no ayuda.

 
Felipe VI no habló del padre en su discurso navideño, cosa perfectamente esperable. Sin embargo eso no es lo más preocupante. Resulta mucho más inquietante que el Capitán General de los tres ejércitos no diga ni una sola  palabra, en Navidad o cuando sea, sobre las veleidades golpistas de una parte del ejército, militares jubilados que ahora están siendo apoyados por un grupo de militares en activo que defienden a los anteriores, esos que querían fusilar a "26 millones de españoles" porque, según ellos, "es el sentimiento de muchos". Como también resulta preocupante que el Ministerio de Defensa no haya actuado contra estos militares jubilados y que  la cosa se haya tomado a cachondeo en plan, "qué cosas tiene el abuelo, está gagá". Ya sabemos que no van a fusilar a 26 millones, entre otras cosas porque no existe la infraestructura necesaria para ejecutar tamaña obra. Pensemos que al III Reich le llevó seis años matar a unos seis millones de judíos y eso con una industria de la muerte perfectamente organizada. Matar a tanta gente no es tarea fácil, lo sabemos. Pero insisto, ¿Cómo es posible que nadie reaccione frente a una amenaza tan grave? Recordemos que se entrulló a dos titiriteros por un letrero sarcástico en su espectáculo que rezaba “Gora Alkaeta”. Sin embargo en este tema el mensaje del Ministerio de Defensa ha sido básicamente el de “venga, no exageréis que aquí no pasa ná”. ¿Cómo que no pasa ná? Algo pasa cuando tienes a un grupo de militares golpistas que amenazan a más de la mitad de la ciudadanía y que cuentan con el apoyo de un partido político como Vox.  

 

Esta monarquía está ciega y sorda, enrocada, y lejos de ser una institución que aspira a representar a toda la ciudadanía, que es para lo que se le paga y no poco,  reina mirando solo hacia la derecha. El PSOE debería ir haciéndose mirar lo suyo porque las bases no comulgan precisamente con esta institución inútil y partidista, con un rey que sale a tensar la situación de Cataluña pero que calla vergonzosamente ante los delirios golpistas de una parte del ejército. Y si eso no es tomar partido ya me diréis qué es.

 

 

¿EXISTEN LOS CUERPOS EQUIVOCADOS?

 

¿EXISTEN LOS CUERPOS EQUIVOCADOS?

 

Aparece una niña de nueve años en television, en un magazine de sábado por la tarde, acompañada por su madre. La niña cuenta su experiencia con mucha soltura: “yo he nacido en un cuerpo equivocado”, dice. La madre asiente emocionada, las personas que hay en el plató sacuden afirmativamente la cabeza. Resulta doloroso oír a una criatura decir que su cuerpo está equivocado. Lo que se saca en claro del relato es que a la niña no le gusta el fútbol, prefiere las muñecas, la purpurina, el rosa, jugar con otras niñas. ¿Significa eso que ha nacido en un cuerpo equivocado?, ¿es consciente todo el mundo de la dureza de esa afirmación?¿Existen los cuerpos equivocados? ¿O lo equivocado es una sociedad que problematiza  la disidencia frente al rol de género asignado? Una sociedad que produce una híper determinación de género y en la que al individuo que no se ajusta a uno de los moldes se le ofrece la solución hormonal o quirúrgica para transitar al otro. Una sociedad hetero patriarcal que solo reconoce dos orillas, como dos trincheras. Las personas problematizadas con el papel que se les ha asignado de forma arbitraria, en lugar de señalar a un modelo cruelmente estricto en el reparto de los roles señalan a su cuerpo como erróneo. Con ello no hacen más que reafirmar el poder del ideario que les oprime. Sería como si un negro, en lugar de luchar contra el racismo, se tiñera de blanco para solventar la tensión opresora contra él. 

Una criatura nace con vulva e inmediatamente se le asigna una personalidad femenina. La construcción de esa personalidad no es aleatoria, no la decide el individuo ni la decide la familia. La construcción de esa personalidad viene prefijada por el sistema dominante emanado de una estructura de poder que se basa en el binarismo físico de los sexos y que ha decidido que los individuos que nacen con pene adquieran todas las prerrogativas sociales y que los individuos que nacen con vulva estén en un segundo plano con respecto a los anteriores; ese sistema se llama patriarcado, un sistema que forma parte del tejido social de un modo tan profundo y sutil que se hace invisible.

El feminismo radical siempre ha afirmado que si nazco con sexo biológico de mujer, entonces se me asignará una personalidad femenina (eso es el género). Por eso decía Simone de Beauvoir: "no se nace mujer, se llega a serlo". El feminismo siempre ha luchado contra el hecho de que esa asignación determine el destino de la mitad de la población del planeta, determine el destino de las mujeres como ciudadanos de segunda. El feminismo siempre ha luchado por la destrucción del género como elemento determinante y opresor.


Las nuevas teorías afirman que si un individuo piensa y siente que es mujer entonces ya es mujer. Defienden que cada individuo decida de forma individual lo que quiere ser: hombre, mujer, mariposa o unicornio. Pero eluden la parte en la que el significado de ser mujer u hombre es decidido por el patriarcado. Por ese motivo estas teorías contribuyen a la difuminación de ese sistema opresor.

Se parte de una base errónea y se llega a un punto de absurdo tal que términos como mujer, menstruación, hermana, incluso madre resultan ofensivos y tránsfobos. Curiosamente con los términos hombre, hermano o padre no parece haber conflicto.


No hay lucha política que se sostenga sobre identidades y sujetos fluidos. No hay lucha política que se sostenga sobre individualidades. La cuestión se divide de forma superficial y errónea en: nazco mujer, por tanto tengo personalidad femenina o bien nazco con personalidad femenina, por tanto soy mujer. Pero la disyuntiva está mal planteada porque ignora el paso previo: la personalidad de mujer y de hombre, el género, no viene definido por cada individuo  sino por el patriarcado y es contra esa asignación arbitraria  basada en lo biológico contra lo que lucha y ha luchado siempre el feminismo.