domingo, 4 de diciembre de 2022

LA SANIDAD MADRILEÑA, ESA COSA

LA SANIDAD MADRILEÑA, ESA COSA

Este fin de semana han aparecido en Madrid casi setecientos mil rojo-comunistas bolivarianos que solo aspiran a la destrucción de la patria. 

Así, de repente, como de la nada. 

Quién iba a pensar que hubiera tantos. Y ha sido en una manifestación en apoyo a la sanidad pública, esa cosa que en la comunidad tratan con tantísimo respeto y a la que dedican tantísimo presupuesto. Ah y con una gestión modélica de la pandemia, por cierto. No hay quién se explique que haya ni una sola queja en materia sanitaria. Por eso, toda esa gente en las calles no está por la salud, está por otra cosa. Una cosa malvada, como por ejemplo la imposición de una república federal laica de facto desmontando el estado de derecho y el orden constitucional por atrás. Y ETA, claro, ETA everywhere. 

Creedme, es verdad, lo ha dicho Ayuso, que cómo va ella a mentir o a exagerar. Ya conocéis su moderación.

LO DE SABINA

LO DE SABINA

Sabina está a dos twits de (elija una opción):

-Negar el cambio climático.

-Empadronarse en Andorra.

-Darle like a Meloni, Bolsonaro y Trump.

-Salir haciendo declaraciones junto a Vargas Llosa.

-Encabezar un manifiesto en favor del regreso del rey emérito a España.

-Pedir la aplicación de la ley mordaza con carácter preventivo a Pancho Varona. 

-Reclamar el cambio de denominación de "gauche divine" a "droite divine".

-Todas las anteriores.

25N, CONTRA LAS VIOLENCIAS MACHISTAS

 


25N, CONTRA LAS VIOLENCIAS MACHISTAS

Este viernes 25N se han vuelto a celebrar en todo el estado español cientos de manifestaciones en contra de la violencia de género. Hay motivos para manifestarse porque la violencia machista sigue siendo el rayo que no cesa: 1.171 víctimas mortales por Violencia de Género desde el 1 de enero de 2003 hasta el día de hoy, según datos del ministerio de igualdad. Y también hay motivos para la preocupación porque crece entre los jóvenes la negación de la violencia machista. Para ellos (sobre todo para los chicos, aunque también algunas chicas) este tipo de violencia no existe, de manera que no hay razón para establecer protocolos que conduzcan a su erradicación. 

Pero existe, aunque la nieguen. Hombres y mujeres aprendemos la violencia (quién debe ejercerla, quién recibirla, cómo, en qué casos…) a través de numerosas vías. Los transmisores culturales, por supuesto, son un elemento central de ese aprendizaje.  Un ejemplo: la bofetada que le da a Glenn Ford a una bellísima Rita Hayworth en Gilda nos dice que él, el agresor, es un hombre serio y formal y que ella es una casquivana. También nos dice quién está al mando y quién debe obedecer. Al mismo tiempo confiere a la violencia contra la mujer una enorme carga de glamour, de acto conveniente y très comme il faut. Pero la violencia fuera del cine no es bella, no es glamourosa, no es brillante, contiene gritos, sudor, mocos, lágrimas, sangre; es fea, es retorcida, aunque eso ya da igual porque el acto violento ha quedado legitimado por la vía de la estilización artística. El hombre que golpee a una mujer podrá verse a sí mismo como Glenn Ford, aunque sea Torrente. 

Sabemos que el cine no inventa nada: recoge lo que hay en la sociedad y lo devuelve procesado. Un programa de TV recupera un reportaje hecho en los años 90 a pie de calle en el que se preguntaba a los hombres por los derechos de las mujeres y deja declaraciones de una violencia interiorizada y naturalizada, una violencia nuestra, de andar por casa:  "Si la mujer es una guarra pues le tiene que partir el marido la cara", comenta un señor ante las cámaras. "Ese hombre tiene que coger a esa mujer y matarla", opina un segundo. "Si veo que la mujer se está pasando le tendré que dar un correctivo", añade otro. De ahí venimos.

La violencia no es casual, no es un caso aislado y no es obra de un loco. No. La violencia contra la mujer no es aleatoria, cumple un objetivo: es un mecanismo estructural de control, como vemos en el ejemplo anterior. No son unos perturbados que golpean a las mujeres porque en realidad son muy poco “hombres” al enfrentarse a alguien débil, como dice el discurso más rancio. De hecho, son muy “hombres” (cuando hombre es igual a macho, no cuando hombre es igual a ser humano) porque obedecen a rajatabla los dictados de su imperativo: si ellos no ejercen el poder hasta sus últimas consecuencias, entonces no son lo suficientemente hombres. Y hay muchas formas de violencia, algunas de ellas invisibles. La violencia visible es la que manda a la mujer al hospital. Las invisibles son numerosas y muy variadas ya que esta no se presenta de pronto, se suele anticipar y anunciar con comportamientos que incluyen desprecio y humillación.

El avance imparable del feminismo que se puso de relieve en las masivas manifestaciones de 2018 y en la viralización del fenómeno del #metoo, ha tenido una reacción por parte del machismo, una reacción dolida y rencorosa. Como si de niños malcriados se tratara, los machistas piensan que el avance de las mujeres es inmerecido, exagerado, innecesario, que mina sus intereses y que acabará por destruir la sociedad tal y como la conocemos. Porque para ellos la mujer debe volver a ocupar su histórico papel de servidora de los hombres, que para eso fue creada. Y en ese brote de rabia y frustración juega la violencia un papel incuestionable. Justamente por eso, nuestra presencia en las calles reclamando más feminismo, sigue siendo necesaria.




lunes, 14 de noviembre de 2022

INFOXICA QUE ALGO QUEDA

INFOXICA QUE ALGO QUEDA


Difundir bulos se ha convertido en una forma más de hacer política, una forma natural de comunicar. Entre los negacionistas de la pandemia, los terraplanistas y los bulos ultras (tres conceptos que muy a menudo van unidos) no da tiempo a rebatir tanta trola. Es una avalancha, ganan por acumulación.

Veo un video que se difunde bajo el título “Prestigiosa abogada invitada por Irene Montero le mete un monumental zasca”. Excepto el nombre de Irene Montero, todas las palabras de esa frase son falsas. El video, un vergonzoso alegato neoliberal que cuenta que hombres y mujeres somos ya tan iguales que da asco, está editado chapuceramente: se ha añadido mediante Photoshop un cartelito lila en una esquina que da cuenta (falsa) de la organización del acto por parte del Ministerio de Igualdad y se ha recortado la imagen para que solo aparezca la ponente, evitando que se vean sus acompañantes y el nombre de la conferencia, que incluye la palabra Liberty en la base de la imagen, según intuimos, aunque está cortada por la mitad. Son chapuceros, pero no tontos. ¿Por qué quieren evitar que se vea la palabra Liberty? Porque no sería coherente con un supuesto discurso organizado por la izquierda. En este tiempo de mentiras y mixturas, la derecha y la ultraderecha española, la alt right americana (que es lo mismo que decir ultraderecha) y el fascismo planetario en general, se han apropiado de la palabra libertad como si la hubieran inventado precisamente ellos, liberticidas, pervirtiéndola y retorciéndola para que este valioso concepto pase a significar lo que ellos quieren que signifique: libertad para no pagar impuestos, libertad para llevar las fortunas a paraíso fiscales, libertad para no obedecer leyes laborales. Libertad para que lo individual prevalezca sobre lo colectivo sabiendo que eso solo favorece a los que más tienen.

Volviendo al video, el discurso de la señora va dirigido a un público de aplauso fácil, un relato que convierte las excepciones en reglas (y en el que con todo descaro se pone a sí misma como ejemplo de esa excepción), en el que los problemas estructurales son ignorados y todo se vuelve pura meritocracia. No resiste un debate mínimamente serio. Es un discurso de barra de bar y cuarto cubata. Pero ese es el problema precisamente, ahí nos arrastran, al barro de las discusiones estériles basadas en mentiras descaradas.

La cultura del bulo crece, alimentada en granjas de bots. Por su brevedad y atractivo (comida basura informativa) las fake news se propagan a una velocidad casi diez veces mayor que las noticias reales. La Asociación de Internautas ha realizado un estudio que demuestra que cerca de un 70 % de los usuarios no sabe distinguir entre información veraz y bulo.

El bulo es una enfermedad que el capitalismo de la comunicación ha inoculado en la noticia; una hipertrofia, tejido que crece sin control o lo que es lo mismo: cáncer. No podemos filtrar cada noticia que recibimos porque es materialmente imposible. Existen páginas dedicadas a desmontar bulos, pero incluso estas son puestas en cuestión porque a veces son dudosas. El bulo del bulo en un bucle infinito. En qué confiar entonces. La desafección política está así garantizada. 

A veces se demuestra que una noticia es falsa y aun así se sigue difundiendo porque lo importante no es la noticia sino el mensaje que transmite y la emoción que refleja. El problema es que el ser humano no es un buscador de verdad sino un dador de sentido. Por eso, cualquier cosa que nos confirme en nuestros miedos y nuestras certitudes, en nuestras fobias y nuestras filias (sesgo de confirmación se llama este fenómeno), se da por bueno, aunque se vea a la legua que es más falso que un billete de 23 euros. Eso sumado a la avalancha de información y desinformación que sufrimos y que ya tiene hasta nombre: infoxicación, generan un cansancio y un hastío que conducen a la población a un negacionismo generalizado: todos los políticos son iguales, no se puede confiar en los medios de comuncación ni en las instituciones, todo está perdido, no hay esperanza. Este no es un fenómeno aleatorio. La desafección política, que es lo que persiguen estas estrategias, favorecen ampliamente a los partidos ultras, la otra pandemia.


viernes, 21 de octubre de 2022

COLEGIO PRIVADO

COLEGIO PRIVADO

Los chicos estudian en colegio privado. Privado de sentido común, privado de igualdad, de educación, de libertad. El colegio es solo de chicos, un vestigio antediluviano. Salen a la ventana y comienza la berrea, por lo visto una larga tradición en este colegio. Gritan a las chicas del colegio de enfrente, también privado, también separado por sexos, también antediluviano. Como decimos, ellos gritan a las chicas los improperios fundacionales del patriarcado. La serenata comienza con putas, cómo no. Además de ser putas son conejas, son ninfómanas. Las instan a salir de sus madrigueras. Las amenazan con que van a follar todas, quieran o no, y decimos amenazan porque lo que no se dice en este tipo de mensaje breve es tan importante como lo que se dice. Gritan todos como energúmenos. Chicos y chicas estudian separadamente, no es raro que en esa división antinatural florezcan la represión y el machismo más rancio.

Es en este machismo rancio donde confluyen el deseo y el desprecio hacia las mujeres: por eso las insultan gritándoles putas y ninfómanas, porque odian lo que desean. Es justo en esa paradoja donde nace la violencia, y más específicamente la violencia sexual. Un ilustre exalumno del colegio Elías Ahuja, Pablo Casado, escribió en su época de estudiante un texto para la revista del colegio: el alumno del centro sería el 'Lupus Ahujus Hispanorum' y "Entre sus presas más codiciadas se encuentran las lobas. Aunque si existe carestía de estas, recurre de buen grado a otras especies animales como cerdas, zorras, gallinas...". Y añade que el alumnado del colegio es "una de las [especies] más promiscuas y lascivas de la península ibérica, que puede representar un auténtico peligro para la integridad de cualquier hembra del reino animal que se halle en periodo de madurez sexual". Juzguen ustedes mismos.

Para mucha gente esto es cosa de críos, tampoco es tan grave: se les ha ido la mano con la broma, pero la polvareda que se ha montado ha sido desproporcionada, si hasta el presidente del gobierno ha opinado. El patriarcado es un marco de pensamiento tan arraigado que es invisible. Es un bosque de machismo que nos impide ver los árboles de las agresiones, porque esto es una agresión. Es necesario el análisis feminista para filtrar la realidad y entender lo que pasa porque esta ha sido la primera vez que este espectáculo lamentable ha salido en prensa, pero no la primera vez que ocurre. El hecho de que haya salido en todos los medios y de que todos los partidos, incluidos aquellos que tienen a sus chicos estudiando ahí, hayan expresado su rechazo es importante. Y es un triunfo del feminismo que avanza y que ya no tolera ciertas formas de expresión, pretendidamente en broma. Porque hay motivos para la preocupación.

Según datos del INE (*), es en el grupo de menores de 18 donde más crecen las violencias machistas. Y es en ese nudo de testosterona, cuya expresión hemos visto aquí, donde nacen el control en redes, los celos, el no mires a otro, el tú no vales nada, el no me contestes que te doy una bofetada: los adolescentes son el grupo de edad en el que más ha aumentado el número de denunciados. Y entre las adolescentes, donde más lo ha hecho el número de víctimas. Así que lo del colegio Elías Ahuja será cosa de críos, sí, pero de críos machistas, tan peligrosos, a juzgar por el incremento de las agresiones, como los adultos 


También se ha dicho, abundando en la idea de que es cosa de críos, que ellas juegan al mismo juego. El hecho de que ellas sean complacientes no invalida el argumento porque también lo son las mujeres agredidas y asesinadas. Las mujeres maltratadas que regresan una y otra vez con su maltratador acatan los postulados patriarcales igual que los hombres, solo que en esos postulados el hombre es el ser superior, el que manda y decide, el que da las órdenes y finalmente el que ejecuta cuando la cosa pasa a mayores. Las mujeres son las agredidas. 

Debemos reflexionar seriamente sobre este retroceso entre la juventud respecto a la percepción de la igualdad y la desigualdad, del machismo y de la violencia. Es urgente porque, por lo que señala la estadística, estamos trasladando a la siguiente generación un monstruo de machismo en pleno uso de sus facultades.


(*)https://www.ine.es/prensa/evdvg_2021.pdf




LAZOS ROSAS

LAZOS ROSAS

Los lazos rosas están bien. Los vemos en todos sitios. Presentadores/as de televisión con lacitos en la solapa. Maniquíes en los escaparates con pañuelos rosa en la cabeza. Para que no se nos olvide, para dar visibilidad. Ok. Está bien. Why not.

Pero yo, que no soy precisamente ajena a esa enfermedad de la que usted me habla (no sé por qué al personal le da tanto miedo llamar cáncer al cáncer, como si con no nombrarlo nos fuera a hacer menos daño), arrugo el morro. 

¿Que por qué arrugo el morro? Pues porque soy una descreída. Porque la tropa nos ponemos el lacito con la mejor de las intenciones y con el corazón encogido por las amigas/madres/hermanas/primas que han pasado o están pasando por esta enfermedad.  Pero también sabemos que lo que ayuda a la lucha contra el cáncer no es una campaña de publicidad, por vistosa que sea, con la que las grandes corporaciones (esas que se llevan el dinero a paraísos fiscales) lavan una conciencia que no tienen, sino recursos para la investigación y una robusta sanidad pública. Recursos públicos. Investigación pública. Sanidad pública. Pública, pública, pública.

Porque al final lo del lazo rosa se queda todo en puritito pinkwashing. Y si no, ahí tenéis a Ana Rosa Quintana con su lazo haciendo campaña por la sanidad privada. Ella que puede pagarla.


domingo, 16 de octubre de 2022

IMPUESTOS

IMPUESTOS

Hay un clásico entre la gente de derechas que es rechazar los impuestos como si estos fueran una maldad de los políticos para hacerse más ricos mientras el pueblo pasa hambre. Los puedo imaginar creyéndose Robin Hood en el bosque de Sherwood resistiendo al malvado rey Juan y sus secuaces. Pero la realidad no se parece en nada a las películas de Disney y los impuestos son imprescindibles ya que son la única forma de redistribuir la riqueza y de generar infraestructuras de las que se beneficie el conjunto de la ciudadanía. Sin justicia distributiva no hay justicia.

España tiene los impuestos más bajos de la eurozona y aun así a la derecha española todavía le parece mucho. Y si los impuestos son impopulares de por sí, hay uno que se lleva la palma y ese es el impuesto de sucesiones (también conocido como impuesto a la riqueza o a los ricos). Tiene una injustísima mala prensa porque este impuesto se aplica sobre el patrimonio de las personas físicas, no sobre sus ingresos anuales o transacciones económicas. Equilibra el sistema porque hace pagar a los que más tienen que es, o debería ser, el objetivo de toda tributación. Pero ha generado mucho debate en nuestro país donde las comunicades autónomas gobernadas por los populares se han apresurado a suprimir este, junto a otros impuestos, enfrentándose al gobierno central.

No solo en nuestro país: hubo un gran debate en USA y los think tanks de derechas se pusieron a pensar en cómo eliminar el impuesto de sucesiones (con el que los ricos se hacen más ricos sin necesidad de trabajar, solo heredando), y que al personal le pareciera bien. Decidieron llamarle "impuesto a la muerte" e hicieron una campaña tan masiva que hubo incluso demócratas muy conocidos reclamando que se suprimiera el impuesto a los ricos recién bautizado como "impuesto a la muerte". Lo petaron. Esto demuestra que es en el lenguaje donde ganamos y perdemos enormes batallas políticas.

Si decimos de no pagar impuestos, los pobres también se apuntan a la barra libre, claro, sin saber lo que pierden en ese cambalache. Los impuestos, es una obviedad, pero hay que recordarlo a cada paso, pagan carreteras, hospitales, escuelas, universidades, centros de día y todo otro servicio e infraestructura que utilicemos en común. Los ricos tienen sanidad privada, tienen educación privada, se pueden pagar ecuatoriana que les cuide al abuelo y les parece que es un exceso contribuir a las arcas públicas.

En cuanto un partido quiere destacar, por lo que sea, llamémosle por ejemplo entrada en periodo preelectoral, empieza a hacerse el guapo y se pone de tiras largos ofreciendo rebaja de impuestos a tutiplén. Porque es muy atractiva y necesita de muchas menos explicaciones que su hermana fea la subida de impuestos. Se llama “rebaja fiscal ideológica” no por nada. Eso han hecho Díaz Ayuso en Madrid, Juanma Moreno en Andalucía y López Miras en Murcia. Pero los impuestos que se dejan de ingresar tendrán que salir de algún sitio y ya sabemos que del presupuesto en defensa no va a ser. También lo ha intentado en el Reino Unido Liz Truss en su debut como primera ministra, aunque a ella el artefacto le ha estallado en la cara. Y es que menos impuestos significa más deuda (matemáticas de primero) en un país ya muy tocado del ala por un Brexit descontrolado.

En términos generales, para la izquierda una bajada de impuestos debilita el escudo social y para la derecha la ciudadanía dispondrá de más dinero en su bolsillo para sobrellevar la crisis. Pero veamos un ejemplo práctico:  acabamos de salir de una pandemia en la que se necesitaban (y la gente así lo pedía) más hospitales, más equipos médicos, más material, ¿Cómo se hace eso con menos impuestos? ¿se compra cada uno su centro de salud, le paga cada uno a su médico con el dinero que tiene en su cuenta? Porque recordemos que la sanidad privada se puso de perfil en esa durísima etapa, en la que hubo hospitales privados que tuvieron la desfachatez de cerrar.

Lo que esconden las rebajas impositivas son recortes en prestaciones sociales, que quedan convenientemente ocultos detrás de la magnífica noticia, que queda tan bonita en la portada de telediario y en el mitin electoral, de la bajada de impuestos. No lo olvidemos.


LA RAVE DE VOX

La rave de Vox

No sé qué pretendía Vox con su acto de este fin de semana, pero si era llamar la atención misión cumplida porque se ha convertido la cosa en una cantera de memes. Teniendo en cuenta que en ese partido el que piensa pierde, esa mezcla inexplicable que les ha quedado como el desfile de carrozas de un pueblo en los ochenta. Un pueblo muy facha, eso sí. Y que viendo lo que vemos critiquen la celebración del desfile del Orgullo es alucinante, más bien deberían postularse para organizarlo. Se ha llamado el esperpento Viva 22 pero igual se podía haber llamado viva las vegas o viva el vino. El lema es la “historia que hicimos juntos”. Juntos y disfrazados. Porque había gente disfrazada de cualquier cosa, tíos jugando a las espadas. Los disfraces son del chino de la esquina.

Debemos recordar que Esta gente que canta una alegre canción que dice vamos a volver al 36 son los constitucionalistas arropados por pp, cs y todas las cadenas de televisión y agencias informativas que se resistían a llamarles franquistas y a los que calificaban pomposamente de nostálgicos. Era verdad lo de la nostalgia, echan de menos la guerra. Como si lo que echaran de menos fuera los paseos en burro o los pantalones de campana, cuando en realidad de lo que sienten nostalgias es de los pelotones de fusilamiento.

¿Nivel de fascismo? Pues juzguen ustedes: les ha felicitado Trump, Erdogan y Meloni. Solo ha faltado Sauron.

Es de suponer que después del par de semanitas que llevan con lo de Olona y lo de Ortega Smith, se les ha ido la mano con la celebración.


martes, 11 de octubre de 2022

EN DEFENSA DE LA MALA LECHE

EN DEFENSA DE LA MALA LECHE

Hay una amenaza que se cierne sobre nuestras cabezas como una ominosa nube de tormenta: es la tiranía Happy Flower  (lo que  el psicólogo Edgar Cabanas denomina Happycracia y mi amigo Jose Daniel Espejo, Apocalipsis Cuqui). Permaneced atentos porque está ahí afuera, con su ejército de unicornios y arcoíris, cargada de mensajes positivos a tope y de imperativos abrumadores: sé tú mismo (como si tuvieras alternativa...), sé feliz, haz un viaje interior, descubre el mundo, planta un árbol, cocina un pastel, adelgaza tres kilos. Con sus órdenes contradictorias (porque el happyflower considera que la coherencia está sobrevalorada): acéptate como eres / si no puedes cambiar el mundo, cambia tú; consigue lo que quieres / si no puedes tener lo que amas, ama lo que tienes. Con su dios y emperador del universo, Paulo Coelho, que nos da lecciones de sencillez desde su mansión en Suiza a orillas del Lago Lehman y nos enseña a cuidar del planeta desde su avión privado. 


El objetivo de la Tiranía Happy Flower es doble: que hiperventiles de puro gozo y que no llegues a expresar tu malestar, que debe estar debidamente anestesiado bajo capas y capas de pseudo poemas con purpurina, manos formando corazoncitos y ramos de flores.  Pero sobre todo y por encima de todo debes saber que si no eres feliz la responsabilidad será tuya y sólo tuya.  Que estés en paro tres años y con amenaza de desahucio no tendrá nada que ver. Si te deprimes es porque no sabes ver la parte positiva de la vida y además, lárgate a otro lado, elemento tóxico, que nos tapas la puesta de sol.

Hay varios principios fundamentales en esta pseudo filosofía: 

1. Sé feliz, ¿cómo? Compóntelas: haz macramé, baila, come quinoa, ponte en bucle "El club de los poetas muertos”. La alegría entendida como mandato (¿hay algo más triste que bailar cuando estás triste?). La felicidad al alcance de la mano, de un click del ratón, de un like en redes, una felicidad con Photoshop.

2. Aléjate de las personas tóxicas: esto tiene su gracia, os vais a reír, ya veréis.  Las personas tóxicas tienen un malestar, como tú antes de dedicarte en cuerpo y alma a la búsqueda de esa felicidad aséptica, y si te alejas de ellas se te olvidará que estás depre y de paso evitaremos el molesto asociacionismo. 

3. Concéntrate en tu persona: práctica el yoísmo. Tu infelicidad es endógena, por ello no debes buscar sus causas fuera de ti, aunque la mayoría de los problemas sean sociales y estructurales.

4. Sé positivo: aprende a ver el lado bueno de los problemas. ¿Que te han despedido? Tómatelo como una oportunidad para empezar de cero. Cualquier cosa menos unirte con personas tóxicas a protestar por el desempleo.

Porque el sistema necesita que:

A) seas feliz, independientemente de tus condiciones objetivas.

B) te culpes a ti mismo en caso de no serlo. 

Al happyflower genuino lo reconocerás porque a la primera ocasión que tenga te dirá que él pasa de la política, como si esa indiferencia fuera sinónimo de pureza mística. Un concepto éste de la felicidad como obligación personal y como proyecto individual que se contrapone completamente a la política ya que se trata de una felicidad individualizada, solipsista, donde el otro sólo existe como garante de nuestro bienestar (recuerda: líbrate de las personas tóxicas, esas que se quejan todo el rato). Hay que salir en defensa de la mala leche porque la reclamación de derechos sólo puede proceder del malestar.

La tiranía Happy Flower, a pesar de su aspecto de ingenuidad total, está muy, pero que muy lejos de ser inocente. Es una hija menor del neoliberalismo, ese que te dice que la felicidad es hacer realidad tus deseos, deseos que están siempre en clave monetary, ya que, como dice el anuncio de Loterías de Estado: “no tenemos sueños baratos”.


domingo, 2 de octubre de 2022

TODAS LAS MINAS DE ORO DE ESCOCIA

TODAS LAS MINAS DE ORO DE ESCOCIA

Por si no os habéis enterado ha muerto Isabel II; la del canal madrileño no, la otra. Ha muerto una anciana casi centenaria pornográficamente rica y poderosa. Acumulaba, entre una lista interminable de posesiones y objetos, algo que a mí me ha impresionado profundamente: todas las minas de oro de Escocia. La imagino almacenando montañas de monedas, joyas, piedras preciosas, como un tío Gilito encarnado en abuela encantadora con trajes color pastel y sombreros como tartas de confitería cara. Quién no querría tomar el té con ella y que siempre fueran las cinco de la tarde, sonreír, olvidarse del mundo, qué dama tan agradable, qué pronunciación del idioma tan bella. Pero por debajo de esa imagen de tazas conmemorativas a veinte libras la pieza solo hay, solo puede haber, explotación y desmesura. Desequilibrio social. Ingentes cantidades de desigualdad y de sumisión. Súbditos lobotomizados y felices que ingieren el soma del Statu quo con una alegría escalofriante.

Los ingleses han agradecido a la royal family durante décadas que permaneciera en el país durante la II Guerra Mundial. Este acto heroico, igual de heroico que el de los millones de británicos que sufrieron la guerra, le concedió simbólicamente a la casa real, con Isabel II a la cabeza, un crédito vitalicio: tómate lo que quieras, está to pagao. Ni siquiera ha tenido que hacer frente a impuestos, total, su fortuna solo está en el top ten de la lista Forbes, por detrás de Kim Jong-Un. Ella misma decidió, graciosamente y en medio de una devastadora crisis de popularidad, pasar a contribuir en el año 93; no hubo fiscalización, nadie se lo exigió, por lo tanto, eso se parece mucho a la caridad, esa forma de falsa solidaridad a la que son tan aficionados los ricos. Pero tras su muerte no aplica el impuesto de sucesiones. Repito: a una fortuna de un valor estratosférico no corresponde el impuesto de sucesiones. Una desigualdad escandalosa, qué caro se paga un símbolo; pero una desigualdad con la que los súbditos están de acuerdo, a juzgar por las imágenes de luto y fervor popular que nos muestran los medios. 

La desigualdad es el modelo social que ofrece la monarquía. Pero ¿qué es lo que sostiene ese gigantesco edificio?, ¿dónde reside la aceptación de tamaño desequilibrio? En la ejemplaridad no es, no hay más que dar un repaso a los escándalos familiares, que van desde el adulterio al abuso de menores.  En la monarquía hay una mística, un arcano administrado muy pronto a través de los cuentos infantiles, de las revistas del corazón, de las películas de cine y televisión, de todos los transmisores culturales. Vemos a esos súbditos enfervorecidos entregados a un acto ritual de una naturaleza superior, algo que les sobrepasa. No hay opción a la discusión, a la ruptura, a la revisión del pacto puesto que se alude al arcano, aquello que está por encima de la voluntad individual.

El relato de la monarquía es un marco compartido de pedernal, sólido, inexpugnable (no impugnable). La reina ha sido un símbolo vivo que ha durado setenta años. Ese ha sido su mérito: la longevidad; la longevidad y la inmovilidad: mientras todo cambiaba ella permanecía, como una estatua viva de la institución. Hay esculturas que duran menos. Ella, como figura hierática pasa ser recipiente de todas las proyecciones que hacen los súbditos ayudados por la imaginería tradicional. Aunque conviene no excederse en hieratismo porque con su frialdad ante la muerte de Lady Di casi pierde a la feligresía.  Un relato aún más potente por poco le come el terreno: tímida y bella princesa engañada y humillada por fin encuentra el amor y entonces muere. Es como el argumento de una telenovela turca. Pero al final el que resiste gana y en resistencia ella ha sido, sin duda, la reina.

Su legado, su fortuna y su puesto de trabajo pasan ahora a su hijo, de más de setenta. Para quienes se preguntan qué es un rey, la respuesta se resume en ese gesto de Carlos III que se ha hecho viral estos días: alguien que no es capaz mover un tintero él solo y que regaña a los demás por no moverlo. Todo carece de lógica y de sentido común, pero es abrazado como si por fuera de esta imagen de cuento infantil no hubiera nada. O peor, como si por fuera de esta estampa idílica hubiera un lugar espantoso y amenazante: una sociedad sin una rígida jerarquía, sin un marco inamovible. Una sociedad un poco más libre, más igual. Qué miedo.





DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS

DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS

Corrían los años ochenta y noventa. En las manifestaciones feministas de la época coreábamos la consigna: “nosotras parimos, nosotras decidimos”. Es la capacidad de decisión lo que nos convierte en ciudadanas de pleno derecho. Cuando otros deciden por nosotras, cuando estamos tuteladas por la familia, el estado, la iglesia o el estamento médico, las mujeres somos infantilizadas y cosificadas. Sin capacidad de decisión, la igualdad es una falacia.

Hoy queremos hablar sobre la nueva ley del aborto, aprobada recientemente y que deberá a continuación ser aprobada por el Congreso. Esta ley garantizará el acceso al derecho al aborto en la red de salud pública. Es decir, las mujeres que lo decidan podrán someterse a esta intervención en el hospital público más cercano. La principal novedad (y principal polémica) consiste en que permitirá abortar sin permiso paterno a las mujeres de 16 y 17 años. También ofrecerá de forma gratuita la píldora del día después y garantizará la baja laboral por reglas dolorosas. Asimismo, la educación sexual será obligatoria en todas las etapas educativas. El PP ya ha recurrido esta ley ante el Constitucional (según el Partido Popular vulnera los derechos del no nacido) a pesar de las disidencias internas: Díaz Ayuso se mostró de acuerdo con que las jóvenes de 16 y 17 años puedan interrumpir el embarazo sin el consentimiento paterno. Son imprescindibles leyes progresistas en materia de salud sexual y reproductiva. Y es imprescindible que esas leyes cuenten con los recursos que permitan que puedan aplicarse. Hasta ahora, en Murcia y otras comunidades autónomas era imposible ejercer ese derecho ya que la objeción de conciencia de los médicos obligaba a las mujeres a viajar cientos de kilómetros para poder interrumpir su embarazo. En esta nueva ley está previsto que el ejercicio del derecho a la objeción de conciencia por parte de algunos médicos no impida el derecho al aborto en las mejores condiciones. 

La ley también establece medidas para la prevención de la violencia contra las mujeres en casos relacionados con los derechos sexuales y reproductivos. Entre esas formas de violencia reproductiva se encuentran los "vientres de alquiler". En España esta práctica seguirá estando prohibida y, además, se prohibirá la publicidad de las empresas que ofertan estos servicios en el extranjero.


En España hemos avanzado, aunque nos ha llevado largos años: esta ley recupera lo que establecía la aprobada en 2010 por el gobierno socialista de Zapatero, que fue cambiada en 2015 por el gobierno popular de Mariano Rajoy para exigir la autorización paterna a las chicas menores de edad. Tampoco debemos olvidar la llamada “contrarreforma de la ley del aborto” (que solo permitía abortar en caso de violación o menoscabo de la salud) impulsada por Ruiz-Gallardón, que supuso su tumba política y que generó una histórica respuesta del feminismo español vertebrada en torno al “tren de la libertad”. Pero en muchos países del mundo abortar sigue siendo una cuestión de vida o muerte. Las mujeres no son dueñas de sus cuerpos y tienen que seguir arriesgando sus vidas para interrumpir un embarazo no deseado. Es sabido: la ilegalización del aborto no lo impide, solo consigue que se practique de forma insegura y peligrosa y que las mujeres mueran. La estadística habla alto y claro.

Uno de esos países es, desde junio de este año, Estados Unidos. La muerte de Ruth Bader Gingsburg en septiembre de 2020 supuso una enorme pérdida humana y política y dejó la Corte Suprema en manos conservadoras.  Hace unos meses, en un fallo muy poco habitual, este tribunal revocó su propia sentencia de 1973 conocida como Roe vs. Wade, que era el precedente legal que garantizaba el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo a nivel federal. Ahora el aborto ha dejado de ser un derecho constitucional. En adelante, cada estado podrá decidir si mantiene el derecho al aborto o, por el contrario, ilegaliza esta práctica, como ya han anunciado al menos la mitad de los territorios. Estados Unidos era un referente en cuanto a los derechos de las mujeres, la sentencia “Roe vs. Wade” establecía que el aborto era un asunto de privacidad y autonomía sobre el cuerpo. Ahora el país se encuentra, en materia de derechos sexuales y reproductivos, en un escenario como el que presenta el magnífico documental The Janes, que cuenta cómo un grupo de jóvenes se organizan para dar asistencia a mujeres que quieren abortar. 


Se avanza despacio y los derechos que se consiguen no siempre están garantizados. Como hemos visto, Estados Unidos ha dado un salto atrás en el tiempo de nada menos que 50 años. No podemos relajarnos en nuestras demandas, no podemos desfallecer. Se ha conseguido sacar adelante logros clave, pero si algo hemos aprendido es que siempre estamos a un paso de volver atrás.


jueves, 4 de agosto de 2022

LA NOCHE DE LA ESVÁSTICA


LA NOCHE DE LA ESVÁSTICA
“La noche de la esvástica” es una original distopía escrita en 1937 por la británica Katharine Burdekin (1896-1963). En ella se nos presenta una sociedad en la que el fascismo alemán domina el mundo setecientos años después de haber ganado la Segunda Guerra Mundial. Las mujeres, privadas de todo rasgo humano, han sido reducidas a meros animales recluidos en granjas donde se limitan a cumplir funciones reproductivas y sexuales. Deben portar un brazalete que indica que son la posesión de un determinado hombre. La elección de un compañero sexual por parte de la hembra existente en el mundo natural es una afrenta para la vanidad masculina y por tanto ha sido erradicada.
Los hombres se admiran y se aman entre sí (la homosexualidad es considerada natural), al mismo tiempo que desprecian a las mujeres de las que deben hacer uso únicamente por dos motivos: para satisfacer el impulso sexual si así lo desean y para procrear, que es un deber cívico para todo hombre alemán. A la edad de 18 meses, los hijos varones son retirados a las madres y entregados a los hombres. En esta distopía los hombres se enamoran de hombres. El amor necesita del vehículo de la admiración para encarnarse, ellos no se pueden enamorar del ser despreciable que es la mujer. La violación como tal no existe ya que el asalto sexual es un derecho y una prerrogativa de los hombres a quienes las mujeres no tienen derecho a rechazar. 
En esta sociedad se alientan la violencia, la brutalidad, el derramamiento de sangre y la crueldad como virtudes ciudadanas, una representación muy ajustada de lo que supone la ideología fascista. Burdekin nos muestra con increíble acierto una distopía en que el patriarcado es fascista y el fascismo es patriarcal en una simbiosis tan ajustada que se puede llamar al uno con el nombre del otro. La ideología nazi sería para Burdekin la culminación de lo que la escritora llama “el culto a la masculinidad”. En el libro queda meridianamente claro que la razón de esa violencia no es el placer sexual sino el poder y la dominación sobre las mujeres necesarios para desactivar la ventaja biológica que la naturaleza les ha concedido por su papel en la procreación.
La escritora aporta además una clave que ilumina el origen y las razones del odio y la violencia manifestados en el fascismo. En “La noche de la esvástica” se ubica el Nazismo, y el militarismo en general, dentro de un espectro más amplio de culto a la masculinidad y es lo que hace tan original y tan certera esta obra, escrita 12 años antes que “1984” de Orwell y lamentablemente mucho menos conocida.
Actualmente estamos bajo el dominio de la confluencia de patriarcado y capitalismo que da como fruto muestras tan extremas de dominación como la prostitución y los vientres de alquiler.  Qué es la prostitución sino una forma de esclavitud encubierta en que los usuarios (respetables ciudadanos) usan y desprecian a las mujeres como el escalón más abyecto de la escala social, haciendo recaer sobre ellas la responsabilidad de su marginación ya que “lo hacen porque quieren”. El respetable padre de familia que va a un puticlub a desahogarse no sabe si esa mujer a la que está sometiendo a abuso sexual a cambio de dinero está ahí porque quiere o porque es objeto de trata y ha sido esclavizada.  Pero no le importa. Así es el fascismo patriarcal. Las mujeres son despreciables. Lo que piensen o sientan es irrelevante. Del mismo modo, en los vientres de alquiler las mujeres son recortadas hasta quedar reducidas a meros órganos reproductivos en el que ellas, que ya no se llaman madres, no tienen voz ni voto y es el poder que aporta el dinero el que toma todas las decisiones. Hay un video de una de estas clínicas en el que vemos a una mujer hindú dar a luz, le muestran al bebé brevemente antes de llevárselo para siempre, ella le acaricia la mejilla y llora. "¿Por qué lloras? –le preguntan– ¿No estás feliz?"
Hay numerosos ejemplos en distintas culturas de los extremos a los que el patriarcado somete a las mujeres. O sea, de la cosificación de las mujeres reducidas a mera función para el disfrute de los hombres. La brutalidad talibán contra las mujeres percibida desde Occidente como una distopía viva, no es sino otra forma de fascismo patriarcal como el que describe la autora en esta obra.
Katharine Burdekin hace en su libro una profunda crítica de los peligros de la supremacía masculina, algo que tenemos que agradecerle. Por nuestra parte, debemos estar en permanente vigilancia sobre los cambios en nuestra sociedad y los comportamientos que genera ya que el patriarcado se transforma y se camufla, pero solo desaparecerá si conseguimos ganar la batalla cultural a fuerza de reflexión.





lunes, 25 de julio de 2022

HOLA, CALOR

HOLA, CALOR


Perdón por el chiste fácil pero ya podemos saludar al calor porque ha llegado para quedarse.


Hemos inaugurado este verano con el derrumbe de un glaciar en los Alpes italianos que dejó una veintena entre muertos y desaparecidos, así como decenas de personas afectadas. Los expertos venían advirtiendo hacia años de la amenaza creciente que suponía el cambio climático para el glaciar de la Marmolada, el pico más alto de los Dolomitas: el Consejo Nacional de Investigación (CNR), indicó que este glaciar podría desaparecer por completo en los próximos 25 ó 30 años en caso de mantenerse las tendencias climáticas actuales. Hasta la fecha ha perdido el 30% de su volumen, y el 22% de su superficie entre 2004 y 2015. Asusta. O debería.


Estamos sufriendo una ola de calor cuya manifestación más virulenta son los incendios que arden en todo el territorio español, alimentados por el sotobosque y forraje seco que creció abundantemente gracias al mes largo de lluvias ininterrumpidas en primavera. De forma tangencial, también la ganadería intensiva en detrimento de la extensiva contribuye a agravar este problema; alguien decía estos días que hace más contra los incendios una oveja en invierno que un helicóptero en verano. Europa tampoco se libra de la ola de incendios y sus habitantes viven este verano el infierno de sus vidas (de momento) con temperaturas de hasta 42⁰C en Londres. La anterior temperatura más alta registrada en ese país llego hasta los 38⁰C. El calentamiento global es un proceso que va in crescendo.


Viendo lo que vemos, negar lo que está ocurriendo es como tapar el sol con un dedo y decir que es de noche, pero hay formas de negación del cambio climático que son hasta divertidas (hasta que te acuerdas de que está en juego la vida en el planeta y se te congela la risa): un diputado de ese partido político que, paradójicamente, tiene nombre de diccionario, ha dicho lo siguiente frente a la evidencia del incremento imparable de las temperaturas: "que se caliente un poquito más el planeta evitará muertes por frío" (sic), o, como se dice en mi tierra, más vale humo que escarcha. Resumiendo, para este señor la cosa del global warming quedaría así: menos muertes por frío, un ahorro en calefacción y el planeta convertido en una playa caribeña la mayor parte del año, ¿quién le puede poner pegas a algo así? Esos ecologistas zumbados que trabajan para amargarnos la vida.


De todos modos, esta postura política es prácticamente un chiste. El problema político no lo tenemos sólo en una ultraderecha que se limita a ponerse alegremente una venda en los ojos y ofrece otra a sus votantes. Tenemos un problema mucho más grave en el greenwashing a lo bestia que se está aplicando en un planeta que arde: frente a la crisis energética desatada por la guerra, ahora la Unión Europea ha decidido que la energía nuclear y el gas son energías verdes. Con esta medida, que fue aprobada por el Parlamento Europeo a principios de julio, Europa modifica la norma y permite que el gas y las nucleares entren dentro del etiquetado verde que les permite competir con la solar o la eólica, entre otras renovables, para recibir ayudas propias de tecnologías no emisoras de gases de efecto invernadero. Y ya está, problema solucionado: un termómetro trucado y el enfermo ya no tiene fiebre; ya se puede usted ir a casa, caballero.


Es urgente adoptar posturas políticas que nos conduzcan hacia el decrecimiento económico, único camino para enfriar el planeta. Las decisiones a adoptar deberían ser transnacionales y vinculantes. Sin embargo, las dos grandes economías mundiales, E.E.U.U. y China, están enzarzadas en una carrera por liderar la economía planetaria y lo último que contemplan es el decrecimiento. Alimentan la caldera por un extremo mientras por el otro arde el tren que nos conduce al futuro.


Negar un problema ni hace que desaparezca ni lo soluciona, sino que, bien al contrario, lo agrava pues impide adoptar soluciones contra algo que nominalmente no existe. No debemos (y yo diría que ya no podemos, aunque queramos) ignorar los efectos que el creciente aumento de temperaturas está provocando en el planeta. Al mismo tiempo, no podemos perder la esperanza porque la falta de ánimo desarma nuestra capacidad de reacción, pero nos quedamos sin tiempo, cómo negarlo. Disfrutemos del calor mientras sea disfrutable.




sábado, 16 de julio de 2022

PERIODISMO CANIBAL

PERIODISMO CANIBAL

La salud de la democracia de un país se puede medir por la calidad de su periodismo. Si aceptamos este axioma podemos decir sin margen de error que tenemos una democracia en cuidados paliativos.

Cuando salimos de la dictadura y pusimos un dubitativo pie en la democracia, en el Zeitgeist de la época estaba el temor al ejército como amenaza a ese aún frágil avance. Qué equivocados estábamos, qué inocentes. Quién nos iba a decir entonces que la mayor amenaza para la democracia serían el periodismo y la judicatura, no el ejército.

Vamos a poner la cosa en contexto: a un mes de las elecciones generales de 2016, a un imaginativo think tank con Inda a la cabeza, se le ocurre sacar la pieza de que Pablo Iglesias ha cobrado 272.000 euros (pero qué barato se venden estos comunistas…) de Maduro y que están colocados en una cuenta offshore. Ahora han salido uno audios del excomisario Villarejo y Antonio Ferreras donde este dice: "Yo le dije: Eduardo, esto es muy serio, yo voy con ello, pero esto es muy delicado y es demasiado burdo" y añade: "Ahora, yo no creo que Pablo Iglesias abra una cuenta en las Granadinas a su nombre, dos apellidos, para que Maduro, el día que se inscribe Podemos, le mande doscientos mil euros, joder, son bastante más listos que todo eso". Es grave dar una noticia sin contrastarla, sin comprobar si lo que estas emitiendo es verdad o es mentira. Pero emitir una noticia a sabiendas de que es mentira y con el objetivo de tumbar un partido democrático, debería ser delito, si es que no lo es. 

Cada vez que Podemos decía que no había una democracia de calidad en este país, los mismos que la tenían secuestrada se rasgaban las vestiduras: pero qué está diciendo estos podemitas, golpistas, bolivarianos, que se vayan a Venezuela. Pues parece que en Podemos no exageraban.

Los medios de comunicación tienen un poder incalculable. Si han conseguido convertir en princesa a Belén Esteban, si han conseguido hacer pasar por salvador de la democracia al emérito, ese mismo súper poder les faculta para destruir a un partido vertiendo sobre sus dirigentes toneladas y toneladas de mentiras repetidas en bucle hasta que en la cabeza de cada votante se produce una conexión automática: Podemos = Venezuela.

El periodismo digno solo puede ser correctivo y fiscalizador con respecto al poder, nunca cómplice. Pero ya apenas queda periodismo libre: es la estructura de propiedad de los medios de comunicación la que termina definiendo la línea editorial. Àngels Barceló comentaba a este respecto: "Nuestra profesión necesita una catarsis, nosotros también somos responsables del deterioro democrático de este país".

En este contexto, las reacciones de los medios a raíz de esta bomba informativa también nos han dejado con el culo torcío. Mientras la "noticia" de que Garzón quería destruir la industria agropecuaria por decir que deberíamos consumir menos carne abría telediarios durante días, protagonizaba portadas de periódicos, colonizaba redes y hasta ocupaba vallas publicitarias (salían ofendiditos de los chuletones hasta debajo de las piedras, si hasta sacaron el hashtag más ganadería, menos comunismo...), la constatación más allá de toda duda de la emisión de noticias falsas para tumbar un partido democrático es ampliamente ignorada por todos los medios tradicionales (el silencio es atronador) y se acantona únicamente en redes.

Visto lo visto, realmente ha sido milagroso que Podemos haya conseguido gobernar en coalición y que Pablo Iglesias haya llegado a vicepresidente del país. La manipulación mediática le ha retorcido el brazo a la ciudadanía secuestrando la soberanía popular, de eso tenemos pruebas incontestables. Lo que no sabemos ni sabremos nunca es qué tipo de gobierno hubiéramos podido tener si no hubiéramos sido objeto de tamaña manipulación mediática a todos los niveles. Nosotros no lo sabemos, pero sospecho que hay quien sí que lo sabe.

La corrupción no anda sola, necesita vehiculizarse para dar sus frutos. La corrupción no sería posible sin la connivencia de policías, jueces y periodistas. Y así es como nos termina quedando un país que puede jugar en la Champions League de los más corruptos del planeta con muchas opciones de ganar por goleada.






LO DE LAS BECAS PARA RICOS

LO DE LAS BECAS PARA RICOS 

En Madrid Ayuso reparte becas para familias con rentas incluso superiores a los 143.000 euros. O sea, la derecha regalando dinero público a los ricos.  ¿Cuál es la novedad?

Pues la novedad es que están tan creciditos que ya lo hacen de forma provocativa y chulesca. Que lo hacen y se reafirman. A ver quién se atreve a toserles a ellos, que son los fucking amos, con Ayuso convertida en la Daenerys del PP.

Lo triste de este caso no es que los ricos regalen el dinero de todos a otros ricos. Lo triste es que los pobres les votan.

LO DE LA BANDERA

LO DE LA BANDERA 

Dice Almeida que ellos no ponen la bandera arcoíris en el ayuntamiento de Madrid porque ese tipo de sentimientos son algo que se lleva por dentro, que a qué viene tanta bandera. Se debe haber olvidado del despliegue de patrioterismo que hicieron ellos desplegando en Colón una bandera que daba como para envolver la Gran Muralla China. Pero claro, según esta peña unas banderas son para exhibirlas, otras para ocultarlas. Mira qué casualidad que sea a la bandera arcoíris a la que le haya tocado volver al armario.

LA FRONTERA SUR

LA FRONTERA SUR

En las películas de Tarzán los porteadores siempre eran negros, unos negros indistintos, todos con taparrabos, todos iguales, intercambiables. Los negros cargaban los fardos repletos o bien de mercancías occidentales (qué hacía un gramófono en la jungla…) o bien de mercancías extraídas del continente africano con destino a Europa, sobre todo marfil, cómo no se iban a extinguir los elefantes…  En cuanto acechaba algún peligro ya sabíamos que los negros iban a caer como moscas. Los veíamos despeñarse a racimos por el precipicio (adiós marfil, adiós gramófono) y para la historia daba igual, los negros eran puro atrezzo. No estaban ni contados. Caían al menudeo, como se vendían los cominos o los alfileres en las tiendas de pueblo. Tenían el mismo valor. 

Este es el marco simbólico en el que hemos crecido y que hemos aceptado. Un marco simbólico en el que el hombre blanco llega al continente negro a expoliar por derecho propio. Expoliar significa robar. No podemos sacudir la cabeza, es nuestra historia, los europeos han robado la riqueza de África y han considerado que estaba bien porque esa riqueza no era de nadie. Porque ellos eran nadie. Y siguen siendo nadie.

A África se le empezó a robar la riqueza y el futuro hace varias generaciones. Ahora sus jóvenes tienen que venir a Europa a intentar recuperar ese futuro. Lo que se encuentran son vallas erizadas de espino donde se dejan la piel. Y no es una metáfora.

En el salto a la valla de la frontera de Melilla con Nador de este fin de semana, el más mortal que se recuerda, han muerto 18 personas según fuentes oficiales, 37 según fuentes oficiosas. Las cifras bailan. Según la Organización marroquí por los Derechos Humanos “nunca vamos a conocer la cifra exacta de muertos”. Los negros no suelen estar contados. Los negros no cuentan.

Los que nos muestran las imágenes son cientos de cuerpos amontonados en el suelo, exhaustos, algunos agonizando, algunos muertos. Los cuerpos se arraciman, caras negras, manos negras, no tienen nombre, a quién le importa. Pero ellos son los violentos. Oigo violencia del salto y cómo es posible, pienso, deben estar equivocados, pienso. Deben querer decir violencia institucional, brutalidad policial porque la violencia ha sido contra aquellos que han terminado muertos. Quiénes son los violentos, quiénes los violentados. La historia se está contando mal, como siempre. Causa vergüenza e indignación oír el mensaje presidencial: no ha habido una palabra de lamento por los caídos, no ha habido una palabra de consuelo para sus familias. Sus nombres no constarán en listas que nos recuerden que han vivido.

Cómo puede ser, algo no está bien. Tenemos un continente alarmantemente envejecido y hay falta de mano de obra. Sin embargo, oímos hablar de invasión a través de la frontera Sur. Mirad la foto. Miradla mucho tiempo.  Los invasores son los que cubren el suelo como deshechos, hojas caídas, trapos polvorientos al sol.


Nos invaden, sí. Nos invaden el hambre, la miseria, la desesperación, la pobreza, los desastres de guerras auspiciadas por Occidente, los estragos de la crisis climática, el abandono, la falta de futuro. Nos invade el fruto de nuestro expolio al continente africano.


LO DEL BESO


LO DEL BESO

Ya os habréis enterado del fucking lío que se ha montado a cuenta de un beso entre dos chicas en la última peli de dibujos animados de Pixar.

Vamos a ver.

O sea.

Que un desconocido bese a una chica narcotizada (Blancanieves) está bien; que otro desconocido bese a una joven desmayada (La Bella Durmiente), mola; que una bestia bese a una muchacha (La Bella y La Bestia), todo normal; pero que una chica bese a otra chica , a quién se le ocurre, dónde vamos a ir a parar,  depravados, que forma de adoctrinar a las criaturas, hay que  quemar los cines.

Estos que piensan que por ver un beso en la pantalla se van a volver mariquitas que prueben a ver si viendo una peli sobre Einstein les dan el premio Nobel. A los lumbreras.

Por cierto, Happy Pride!

LA MANADA DE HOMBRES PERRO

LA MANADA DE HOMBRES PERRO


Para el patriarcado los hombres son los dueños genéricos del rebaño planetario de mujeres. Por eso pueden compartir las características del material en grupos de Whatsapp o foros  de internet, por eso pueden comentar en voz alta las calidades y gritarles por la calle que están muy buenas o que son muy feas, por eso pueden perseguirlas y acosarlas ya sea en el trabajo, en la discoteca o en un callejón, por eso pueden hacer uso de unas prerrogativas que les permiten acceder a sus cuerpos en cualquier momento con o sin consentimiento, prerrogativas que fueron denunciadas por la campaña #metoo y que se volvieron mundialmente virales. Los hombres pueden hacer uso de las mujeres y ellas deben guardar silencio. Lo que no entienden es que ese silencio se haya roto. 


Dentro del grupo existen los hombres perro, encargados de devolver al rebaño a la que se le ocurre desmandarse,  a la que decide andar por su cuenta sin permiso y a deshoras, para que sirva de ejemplo a las demás. Por eso, quienes interiorizan ese patriarcado, ya sean hombres o mujeres, cuando ocurre alguna violación no piensan que el que agredió no tenía derecho a hacerlo, porque para el patriarcado sí que lo tiene (el hombre tiene el derecho, cualquier derecho incluido el de agredir para el que siempre existirá la coartada de haber sido provocado). Lo que se preguntan es qué hacía ella sola y en ese sitio y con esa ropa. Porque ella es la que no tiene derecho. No tiene derecho a hacer uso de una libertad que no le corresponde. Somos fruto de nuestra historia y durante muchos siglos la violación no era considerada una agresión contra las mujeres sino una afrenta al padre o al marido que ostentaba la potestad sobre unos cuerpos que quedaban marcados por esa violencia como material estropeado. Además, la sospecha caía inmediatamente sobre ellas. Quizás se lo merecían por ir provocando. Con espeluznante frecuencia, una mujer podía terminar muerta y habérselo buscado. La función de los hombres perro ha sido fundamental para el patriarcado durante siglos y lo sigue siendo: deben enseñar a las mujeres que no son libres, que no pueden ir por donde quieran, que no pueden vestir como quieran, que no pueden ir por según qué lugares y a según qué horas si no es acompañadas por hombres que las protejan porque ellas no son independientes.


Ese sustrato se mantiene, pero en una sociedad compleja como la nuestra, las agresiones también se complejizan. Las violaciones grupales incluso a niñas nos golpean desde los telediarios. En algunos de los casos, los violadores también eran menores de edad. Es lo que ocurre en una sociedad que deja la formación afectivo sexual en manos del porno. Los chicos ven porno desde los nueve años, las chicas un poco más tarde de modo que ese tipo de material se convierte en la escuela de educación sexual para nuestros adolescentes, una escuela de violencia, una escuela de hombres perro. El contenido del porno se basa en un crescendo que comienza por indiferencia emocional, sigue con desprecio y culmina en agresión. Esto es lo que ven nuestros chicos y chicas y esto es lo que reproducen.


Lejos de extinguirse, la manada de hombres perro cuenta ahora con la colaboración activa de la industria del porno, de la industria prostitucional y de un ideario difundido a veces a través de los transmisores culturales (letras musicales, especialmente en reguetón, videos, programas televisivos, anuncios publicitarios) en el que se erotiza la violencia hasta el punto de que podría parecer que a las mujeres les gusta ser violadas, que lo van buscando, que se lo merecen. El porno y la prostitución son territorio salvaje, erizado de oscuros intereses, territorio donde abrevan los hombres perro. 



NO ES EL QUÉ, ES EL CÓMO

NO ES EL QUÉ, ES EL CÓMO

Dice Isabel Rábago, ex secretaria de comunicación del PP en Madrid y tertuliana del negocio rosa, que le tenemos manía a Luis Medina porque es rico…

Mujer, si se ha hecho rico gracias al tráfico de influencias metiendo comisiones del 70% a material médico defectuoso y vendiéndolo en lo peor de la pandemia a la comunidad más castigada, comprenderás que no sea nuestro aristócrata favorito.  Si además y con todo descaro se ha pulido lo ganado de forma inicua en coches de lujo indecente y Rólex a puñados, su imagen pública no mejora. Y si ya, cuando van a echar mano a la cuenta del interfecto, un tío que es grande de España y ha sido criado con pechuguitas de caviar, resulta que le quedan 247,50€ porque le ha faltado tiempo para vaciar la saca, estamos  hablando ya de un tipo que chapotea en el fango de la abyección absoluta.

Pero ahora resulta que la culpa es de los fiscales que son todos unos rojos de mierda y le tienen manía porque es rico y noble y aristócrata y modelo y guapo de revista.

Ay, Isabel,  hija, hazte así que te chorrea el servilismo: no es el qué, es el cómo.

QUÉ EXIGEN LOS CABALLEROS

QUÉ EXIGEN LOS CABALLEROS

En enero de este año el Colectivo +mujeres escribió el siguiente artículo para este mismo medio:

https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2022/01/06/caballeros-exigentes-61302602.html

En él se denunciaba la publicidad de un burdel y se reflexionaba sobre el controvertido tema de la prostitución.

Hace unos días, un grupo de activistas ha vandalizado esa misma valla publicitaria por “promocionar la prostitución”. En ella se puede leer “Cortijo VIP: para caballeros exigentes“. El vandalismo ha consistido en escribir sobre esa valla un tajante y clarificador “explotadores”.  Las vándalas se han explicado en un breve comunicado señalando que no se puede seguir ”tolerando la normalización sistémica de la violencia hacia las mujeres, con la complicidad de los gobiernos en pleno siglo XXI que permite este trato vejatorio“. 

Pero preguntémonos también qué exigen los caballeros de ese Cortijo Vip y de tantos otros cortijos repartidos por todo el país:

Exigen sexo sometido, no consentido, aunque el intercambio de dinero simule consentimiento. El que paga manda y ellos son los que pagan un dinero que les permite ejercer el poder, que es de lo que se trata.

Exigen juventud, cuanto más jóvenes mejor, si son menores de edad la tarifa sube porque la juventud se paga.

Exigen variedad de razas y procedencias porque los caballeros se aburren de consumir siempre el mismo menú. Hay que ir variando para que la diversión no pare. Por suerte para ellos la inmensa mayoría de mujeres en situación de prostitución son inmigrantes de distintos orígenes: subsaharianas, sudamericanas, orientales, eslavas.                                                   Exigen disponibilidad, por eso la institución prostitucional ofrece mujeres a cualquier hora del día o de la noche, a precios adaptados a todos los bolsillos masculinos.                                                                                                                                 Exigen resistencia a las imaginativas demandas de los caballeros que pueden ejercer sobre ellas formas de violencia sexual que solo se consiguen pagando.

Exigen limpieza: en los macro burdeles alemanes donde se ofrecen un combo de cerveza, salchicha y polvo a precio de oferta, las mujeres deben pasar por controles médicos antes de ser ofrecidas a los caballeros. ¿Importa la salud de ellas? No. Importa presentar a los clientes un material limpito.

Exigen emociones fuertes, exigen prácticas humillantes, exigen silencio porque son los amos. Los caballeros exigen, las mujeres sirven. Así funciona el machismo. Así refuerza la prostitución el sistema patriarcal.

La performance vandálica de la que habla esta noticia coincide con el registro en el Congreso de una proposición de ley para modificar el Código Penal y endurecer las penas por proxenetismo. Además, la norma incluye modificaciones para multar a los clientes de la prostitución según recoge el texto “las personas que recurren a las mujeres en situación de prostitución participan directamente del entramado que sostiene esta grave vulneración de los derechos humanos. Estas personas representan la condición de posibilidad para que se produzca la prostitución”.


A nivel municipal, la Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de Murcia, con Teresa Franco a la cabeza (la misma que está siendo hostigada por Vox hasta la extenuación), anunció el pasado mes de febrero que tenían ya un borrador para una ordenanza que regulará los anuncios de prostitución y la publicidad sexista, borrador que será aprobado próximamente.

Cuando en Francia se aprobó una ley parecida en 2013, un grupo de intelectuales, empresarios y políticos autodenominados 343 Salauds (343 cerdos, el nombre lo pusieron ellos, nada que objetar) emitió un manifiesto titulado Touche pas à ma pute (No toques a mi puta, elocuente título) que no era más que un berrinche porque la ley obstaculizaba el libre acceso a su juguete favorito. En ese manifiesto ellos dicen que cualquiera debe ser libre de vender sus encantos (sic) porque ser putero no está reñido con ser un cursi. Agitan muy alto la bandera de la libertad a la que dicen amar junto a la literatura y la intimidad. Pero el respetable padre de familia que va a un puticlub a desahogarse no sabe si esa mujer a la que está sometiendo a abuso sexual está ahí porque quiere o porque es objeto de trata y ha sido esclavizada. Pero no le importa. Así es el patriarcado. Lo que piensen o sientan las mujeres es irrelevante. La libertad solo es importante si se trata de la libertad de ellos.

Visto lo visto, lo realmente vandálico es ir de putas y no hacer un grafiti sobre una valla sexista. 





sábado, 11 de junio de 2022

¡A POR ELLAS, OÉ!

¡A POR ELLAS, OÉ!


Ya no deberían quedarnos dudas de que Vox va a por nosotras, oé.  Recientemente, mientras nos manifestábamos en denuncia por las dos últimas mujeres asesinadas en nuestro país, asesinadas debemos recordar por el simple hecho de ser mujeres, y mientras leíamos el manifiesto, un sujeto intentó silenciarnos al grito de "el patriarcado no existe ". No lo consiguió. Y el patriarcado sí existe, ese energúmeno era prueba andante y vociferante de lo mismo que pretendía negar.

Si no existe el patriarcado, ¿por qué se sienten tan manifiestamente interpelados, a qué viene esa agresividad en negar algo que, si no existe, no les debería preocupar? Porque saben que sí existe y que les proporciona unos privilegios a los que no están dispuestos a renunciar. Sólo que le llaman de otra manera: le llaman familia tradicional, homosexualidad en el armario o en el psiquiatra, aborto criminal, mujer madre y esposa, hombre dueño y señor.

El patriarcado existe y es el responsable de la muerte de una media de ochenta mujeres al año.  Es responsable de la desigualdad estructural que nos convierte en ciudadanas de segunda,  que posibilita la brecha salarial, el techo de cristal,  la conciliación a cargo de las mujeres, el puticlub a disposición del señor.

Vox en Castilla León se rearma de machismo,  pero no les llames machistas que se ofenden, que  ellos no son  machistas, son hombres como Dios manda, de escopeta al hombro y mujer en el hogar, hombres que creen que dar mayor libertad a la mujer es ampliarle la cocina.

No hay más que echar un vistazo a los tuits de Juan García-Gallardo Frings, el abogado de Vox (trabaja en el despacho de su papá, abogado defensor en numerosos casos de corrupción en el PP) que será vicepresidente en esa Comunidad Autónoma gracias al fallido viaje al centro del Partido Popular.  Veamos algunos ejemplos:

"Ser feminista es una ridiculez, más aún si no eres mujer ": el feminismo es una tontada y si encima el feminista es el hombre es que ha perdido la cabeza.

"Qué ridículo suena que las mujeres exijan igualdad de trato, cuando lo que quieren es seguir siendo tratadas igual de bien que hasta ahora": con lo bien que les va a las mujeres y aún piden más. Es que no tienen freno.

Y qué decir de la homosexualidad:

"Hay que heterosexualizar ese deporte repleto de maricones"

"Para mí no es lo mismo un matrimonio que el mal llamado matrimonio homosexual ":

Maroto silbando mientras mira al infinito.

Eso sí,  Gallardo  Frings  es tan valiente que ya está borrando tuits a destajo, no vaya a ser que supongan un inconveniente para medrar en política.

Para Vox el feminismo debe desaparecer porque con ese patriarcado que no existe ya nos va bastante bien a las mujeres y nuestras demandas son meros caprichos de malcriadas. En este tema Vox lleva la voz cantante y el PP le hace los coros. Feijóo, futuro presidente del PP, parecía que quería sacar a su partido de las veleidades ultras y llevarlo al centro. Y sí, al centro lo está llevando, pero al centro de la caverna. El gallego declaró hace unos días que la violencia vicaria tampoco existe (casualmente los conceptos que no existen son justo los que conceptualizan la desigualdad) y que se trata de eso que ellos llaman violencia intrafamiliar, un tótum revolútum donde si el hombre pega a una mujer un día, a lo mejor al día siguiente es la mujer la que golpea al hombre. Un empate en agresividad con el que se niega la violencia estructural contra las mujeres. Feijóo ha rectificado con la boca pequeña y después de una lluvia de críticas, pero ya sabemos por dónde va a ir la cosa en materia de feminismo.

Viendo el avance de Vox y la facilidad con que el PP se pliega a sus propuestas ultramontanas (o simplemente ultras) la que se nos viene encima es de órdago. Dentro del feminismo deberíamos posponer los debates que nos separan y estar más unidas que nunca. Lo vamos a necesitar.


MÁS FEMINISMO QUE NUNCA

MÁS FEMINISMO QUE NUNCA


Ahora que en nuestros telediarios se ha colado una película de la Segunda Guerra Mundial, solo que podría ser la tercera,  necesitamos más feminismo que nunca. La invasión de Ucrania por parte de Rusia pone en riesgo al resto de Europa en primer lugar y al mundo entero después debido a la amenaza nuclear.

En materia de igualdad esta guerra nos retrotrae cien años atrás como mínimo. Las mujeres salen del país junto con niños y ancianos.  Los hombres en edad de luchar deben permanecer en el país para combatir al invasor. El marco simbólico que es ofrecido y aceptado es el del hombre guerrero/protector frente a una mujer básicamente cuidadora, justo el marco simbólico que combatimos desde el feminismo y que se hará más fuerte durante y después de esta guerra. 


Como en esos asesinatos en los que el padre mata a la madre y a los hijos,  Putin prefiere la destrucción total antes que la pérdida de control. Trump es obsceno en su modo de expresarse, pero dice lo que piensa sin filtros: Putin es nuestro amigo,  es admirable en su desvarío asesino,  es como nosotros si nosotros nos atreviéramos. Trump está pensando: ojalá yo me atreviera como te atreves tú, Vladimir,  ojalá todos estos maricas me siguieran. Hay homoerotismo en la mirada de Trump sobre Putin. Existe esa misma mirada por parte de todos los señores de la guerra, tanto si lo expresan como si no. Existe en todos ellos ese deseo de golpear hasta matar o morir y esa admiración por aquel que finalmente se atreve a hacerlo. Hay un empeño destructor en estos ancianos seniles. Destruyen un mundo que no es como les gustaría,  rompen el juguete que les ha decepcionado antes de marcharse para siempre. Hay  una máxima archiconocida de Erich Hartman que vuelve a estar tristemente de actualidad: “La guerra es un lugar donde Jóvenes que no se conocen y no se odian se matan entre sí, por la decisión de viejos que se conocen y se odian pero no se matan". Sin embargo parece que entre esos viejos no siempre hay odio, hay más bien un reconocimiento entre iguales. 


Todas las guerras se parecen y el espíritu que las inspira está basado en valores patriarcales: competencia, hegemonía, jerarquía, brutalidad, abuso, dominio, indiferencia emocional. La guerra es la expresión máxima del machismo. Para combatirla necesitamos más que nunca el corpus ideológico del feminismo: igualdad, empatía, solidaridad, compasión, generosidad, humanidad. Necesitamos apelar, hoy más que nunca, a todos aquellos ideales que nos alejen de la barbarie.


El conflicto, todo conflicto, tiende a exacerbar las desigualdades. Los papeles se dividen de forma más rígida: mientras los hombres tienen el deber de luchar, las mujeres tienen el deber de sostener la vida en medio de la guerra. La violencia sexual contra mujeres y niñas se generaliza en el conflicto y se utiliza también como táctica de guerra. En estas situaciones las mujeres sufren, además de la desigualdad y discriminación por ser mujeres, una carga añadida de violencia derivada de la situación de conflicto, menor acceso a la salud y a los recursos sanitarios, a los alimentos y a los recursos para procurar su supervivencia. La guerra es la aspiración del patriarcado porque se trata de un sistema opresor que incluye la competencia brutal entre rivales, tan brutal que al asesinato de la mujer le llaman crimen pasional. 


La dos guerras mundiales hicieron saltar por los aires y para siempre el ideal ilustrado de que la civilización y la cultura nos salvarían de la barbarie, demostrando amargamente que un mundo educado, civilizado, democrático, también podía generar un monstruo de destrucción como lo fue Hitler y el nazismo y demostrando al mismo tiempo que ni toda Europa, con su democracia y su cultura,  fue capaz ni tuvo la fuerza para oponerse a semejante destrucción. La invasión de Ucrania por parte de Rusia nos devuelve a la misma pesadilla. El feminismo es más necesario que nunca en estos tiempos de barbarie ya que el feminismo significa la impugnación de unos valores basados en la violencia machista. 












LOS OTROS REFUGIADOS

LOS OTROS REFUGIADOS

Al hilo de la terrible guerra en Ucrania, España está dando una lección histórica de cómo se debe acoger a personas que huyen de un conflicto armado. Los refugiados son bienvenidos, hay gente que va en coches a por ellos hasta la misma frontera, los niños y niñas son inmediatamente ubicados con familias que les acogen cariñosamente, se presta ayuda a todos los niveles y desde todas las instituciones. El gobierno va a conceder de forma inmediata permiso de residencia y trabajo, sanidad, educación, alojamiento y apoyo financiero a los ucranianos que se encuentren en situación irregular en España. Debemos enorgullecernos de ello. Creo que este comportamiento debería protocolizarse para ser aplicado en todos y cada uno de los casos a los que nos enfrentemos en el futuro.

Aún más. Un pueblo de Andalucía cambia durante la Semana Santa su nombre por el de Ucrania y el nombre de algunas de sus calles por el de ciudades ucranianas.  En otros casos, los refugiados bajan del autobús y son recibidos con una banda de música que toca su himno entre los aplausos de la población. Son abrazados y besados por la gente. Se les hace sentir que están a salvo. Emociona tanta solidaridad. Emociona mucho.

Pero a una no le queda más remedio que preguntarse por qué en cambio han sido tan mal tratados los refugiados procedentes de Siria, de Afganistán o del  África subsahariana.  No hacía falta recibirlos con una banda de música,  bastaba con no dejar que se ahogaran en el Mediterráneo. Bastaba con no dispararles pelota de goma cuando trataban de alcanzar la orilla.  Bastaba con no hostigar el barco en que viajaban hombres y mujeres, niños y niñas, negándole la entrada en cada puerto hasta que se quedaba sin provisiones ni agua potable.

El discurso conservador nos dice que los inmigrantes y los refugiados de otros países nos atacan, nos asaltan, nos invaden. De Ucrania han salido ya tres millones de personas y no estorban en Europa. Sin embargo, la ultraderecha insiste en identificar inmigración y delincuencia,  diciendo que los refugiados no europeos vienen a robar, a violar, a colapsar nuestros sistemas educativo y sanitario y a vivir de las ayudas sociales. No respetan ni la infancia: los menores ucranianos no acompañados son niños, los africanos son menas, que significa lo mismo pero a lo que se ha añadido una terrible connotación delictiva. Este conflicto ha dejado tristemente claro que el maná de la solidaridad no es para todos. Europa tiene reservado el derecho de admisión.

Valga este ejemplo. Un presentador de 13TV, para explicar a sus televidentes el tipo de refugiado que está llegando ahora, comparado en elipsis con el que ha estado llegando durante años en frágiles pateras u oculto en camiones, dice lo siguiente: "Es gente como tú y como yo. He visto bolsos de Dolce y Gabbana, ropa de Louis Vuitton. Gente que podría estar en Madrid perfectamente, como nosotros. Y vive en condiciones deplorables. Hacinados en centros comerciales que se convierten en campos de refugiados" (sic). Como nosotros, dice. Esa es la clave. Como nosotros. Porque hay que aclarar que la expresión “gente como tú y como yo” deja planetariamente fuera a los que no son como tú y yo. Esos aquí no caben. Las personas que huyen de guerras deben asegurarse primero que tienen el caché suficiente para entrar en un país europeo como el nuestro, donde te cuelgas del brazo el Louis Vuitton para ir a por pan. Racismo y aporofobia, qué combinación más creativa. Estamos acostumbrados a oír mensajes deplorables que dicen cosas como que los inmigrantes africanos que llevan móvil son unos privilegiados (“tan pobres no serán…”). Los refugiados de Ucrania pueden venir con lo que les dé la gana. Que para eso son como nosotros.

El derroche de solidaridad desplegado con Ucrania no puede borrar la vergüenza de la falta de humanidad mostrada con refugiados procedentes de guerras fuera del territorio UE.  Al contrario,  la ilumina por contraste. 

Bienvenida la solidaridad con el pueblo ucraniano, bendita solidaridad, pero el cuerpo sin vida del pequeño Aylan nos interpela ahora desde la playa donde le arrastró el mar de la indiferencia europea.



LA GUERRA: EFECTOS SECUNDARIOS

LA GUERRA: EFECTOS SECUNDARIOS 

El efecto secundario más evidente de la guerra, después de la muerte y la devastación en el país invadido, es una inflación galopante en el propio país y, merced a la globalización, en el resto del continente.  Eso significa que el carísimo precio de la guerra lo va a pagar, además de la inocente ciudadanía ucraniana,  la inocente ciudadanía europea, incluidos tú que me lees y yo misma. La disparatada subida de precios derivada del conflicto  y de la especulación que medra a su sombra harán que debamos trabajar un (ahora incalculable) número de horas extra para poder pagar los mismos bienes  que antes de que estallara esta guerra infame. De un día para otro esta guerra nos ha empobrecido de manera inopinada,  nos ha obligado a adquirir una deuda que no sabemos cuándo terminaremos de pagar. Sin olvidar que,  como ocurre con cada crisis perderán más los que menos tienen. 

El mundo que salga de la guerra se parecerá al nuestro pero ya no lo será.  Otras lógicas lo dirigirán. Y no hay mucho margen para el optimismo,  no podemos esperar que sea un mundo mejor.  No sé qué nos queda por ver pero a la velocidad a la que se suceden los acontecimientos, sin darnos un respiro ni permitirnos asimilar lo que va sucediendo, ya estaríamos listos para el siguiente golpe (o para la invasión alienígena, lo que antes llegue).  Si la teoría de la indefensión aprendida es cierta, la resistencia será mínima porque, como dice el dicho, lo poco espanta y lo mucho amansa. Las guerras están diseñadas para cambiar de golpe paradigmas sociopolíticos. Y esta,  aunque los muertos los ponga Ucrania,  afecta a toda Europa. 

Otra consecuencia inmediata de la guerra ha sido la derechización del tablero político  pasando primero por la militarización, que se manifiesta en la resurrección de la Otan, el envío de armas a la zona de conflicto y el incremento del presupuesto en defensa hasta un 2% del PIB que, como es lógico, se detraerá del presupuesto social. O lo que es lo mismo: menos pan y más fusiles. Esa derechización se ha visto reflejada llamativa y sorpresivamente en la postura de Sánchez con respecto al Sáhara. Los postulados que valen para Ucrania (apoyarla para que se libere del invasor) no valen para el Sáhara,  que sufrió invasión y destierro. No sabemos si la hipocresía y el cinismo son efectos secundarios de la guerra o venían ya de serie.

El cambio radical de nuestro marcó simbólico de un día para otro también es resultado de la guerra. Estaremos de acuerdo en que la guerra es  la hora de los psicópatas, que son homenajeados en lugar de ser puestos en manos de un psiquiatra. Pues ojo a este titular de Telecinco: "Wali, el francotirador de Canadá, se ríe de las tropas de Rusia desde una piscina de bolas en Kiev". Ilustrado con una foto colorida y  espeluznante de un militar abrazado a su arma y tumbado en una piscina infantil repleta de bolas multicolor.  Para reflexionar un rato.

La confusión y la guerra van siempre de la mano. Putin invade Ucrania para, según sus propios términos, “desnazificarla”. Esto resulta muy curioso teniendo en cuenta que, según demuestra un informe de la Eurocámara, el Kremlin ha financiado y promocionado partidos ultras en toda Europa: desde el partido de Erdoğan hasta el Frente Nacional de Marine Lepen y Vox en nuestro país. Nos reiríamos de la incoherencia si no hubiera muertos de por medio. Además, desnazificar qué, si él es el mayor nazi de toda Europa. Su profundo entendimiento con Trump es otra señal de que la extrema derecha es su medio natural y el fascismo su religión, cosa que prueba sobradamente la invasión de Ucrania. Pero sabe bien que si genera la suficiente confusión ya nadie sabrá a qué atenerse y podrá pescar adeptos en todos los caladeros. Cómo será la cosa que hasta hay atontados que piensan que Putin es comunista.

 Y por último, el efecto secundario estrella, el avance de los fascismos sobre Europa, que para eso habían sido financiados previamente por Putin como mencionábamos antes. Las crisis y los conflictos tienen la dudosa virtud de empujar a la ciudadanía a refugiarse en partidos extremistas, conservadores y fuertemente identitarios, o lo que es lo mismo,  partidos ultras. No, el mundo que salga de la guerra, cualquiera que sea el resultado, no será un mundo mejor. Será mucho peor, menos democrático y con menos esperanza. Ojalá me equivoque.





TERESA FRANCO: EL ACOSO QUE NO CESA

TERESA FRANCO: EL ACOSO QUE NO CESA

La militar Teresa Franco criticó el acoso dentro del ejército, luchó para que las mujeres fueran tratadas de forma equitativa y denunció la ausencia de chalecos antibalas femeninos. A partir de ese momento su vida laboral se complica y comienza a ser hostigada hasta que denuncia por acoso laboral a su superior por “delitos continuados de extralimitación en el ejercicio del mando y de abuso de autoridad “. Teresa era además secretaria de Igualdad de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME, asociación que defiende los derechos laborales militares ya que el sindicalismo es ilegal dentro del ejército). Para su capitán fue demasiado. Así lo resume Teresa: “No solo le había puesto una denuncia interna sino que encima era mujer y pertenecía a una asociación como secretaria de Igualdad. Creo que él no soportaba eso, el acoso que sufrí estaba fundamentado por el machismo”.

Tras diez años en el ejército con un expediente intachable, a raíz de la denuncia llega a acumular en un solo año seis faltas y 33 días de arresto. Durante la instrucción del caso se ordena estudio psicológico de la denunciante, no del presunto agresor. Todo manifiestamente irregular. Teresa padeció situaciones límite que la llevaron a sufrir un aborto espontáneo.

En 2018 el Ejército del Aire del que Teresa formaba parte, rebuscó en su vida privada y escudriñó sus redes sociales para determinar que se excedía en la labor asociativa y en la libertad de expresión (sic). Sería interesante saber cuál es la medida de libertad de expresión que el ejército estima suficiente. Y sobre todo qué contenido debe tener esa libertad de expresión y asociativa para recibir el visto bueno.

La misma institución que la acosaba, ha juzgado y absuelto a su acosador. Eso es lo que suele pasar cuando se es juez y parte. Esta resolución parece demostrar que justicia y militar son términos mutuamente excluyentes, un oxímoron perfecto. La sentencia considera a la militar como “demasiado cualificada” para su rango, sobrecualificación que la habría llevado a ser excesivamente susceptible ante determinados exabruptos y comportamientos poco respetuosos. Cualquiera diría que el ejército prefiere personal con baja formación y poco sensible ante las injusticias. No es este precisamente el modelo de ejército moderno y democrático al que un país avanzado debe aspirar. La sentencia es una mala noticia no solo para Teresa, lo es para una sociedad justa y democrática.

Teresa está sufriendo lo mismo que combate. Por denunciar injusticias e irregularidades está siendo perseguida por tierra, mar y aire. En su lucha por eliminar del ejército el miedo a los mandos superiores, a las represalias, al acoso continuado, está viviendo un calvario que dura ya más de ocho años. Lo que ella perseguía es que prevaleciera la justicia sobre la credibilidad de la palabra de los mandos superiores. No ha sido así. El capitán ha sido absuelto precisamente por falta de testigos, como si nadie más le hubiera oído gritarle: “si te pones chula, te meto una patá en la seta”. El temor a las represalias ha podido más que la necesidad de justicia. No obstante, la acusación ya ha anunciado un recurso ante el Tribunal Supremo.

Para que el acoso no termine, esa sentencia está siendo aprovechada por Vox para pedir su cese como concejala del Ayuntamiento de Murcia, así como la supresión de la Concejalía de Igualdad por suponer “un gasto superfluo para las arcas municipales”. El acoso no debe parar, piensan, debemos enseñar a las mujeres cuál es su lugar, piensan. Fuera concejalía de igualdad, que no es más que un estorbo, que no sirve más que para que surjan este tipo de casos, piensan. Ni ella ni ninguna. Que no queden raíces. 

Desde el Colectivo +mujeres queremos mostrar toda nuestra solidaridad y todo nuestro apoyo a la concejala Teresa Franco y a la Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de Murcia.


EL RAYO Y LA CULTURA DE LA VIOLACION

 EL RAYO Y LA CULTURA DE LA VIOLACIÓN

Para todas esas personas que niegan la pertinencia del feminismo porque opinan que no existe el machismo y que por tanto tampoco existe la cultura de la violación, reproducimos aquí las palabras textuales del actual entrenador del Rayo Vallecano femenino, Carlos Santiso, en un audio de hace cuatro años en un grupo de Whatsapp: "Este 'staff' es increíble, pero nos faltan cosas. Nos falta, sigo diciéndolo, hacer una como los de la Arandina. Nos falta que cojamos a una, pero que sea mayor de edad para no meternos en jaris y cargárnosla todos juntos. Eso es lo que une a un cuerpo técnico y a un equipo. Mira los de la Arandina, que iban directos al ascenso. Buen domingo, chavales". Hay que recordar que en el caso de la Arandina tres jugadores fueron acusados de violar a una chica de 15 años en 2017.

Lo que propone Carlos Santiso para dar cohesión al equipo es justamente violar en grupo a una mujer, evitando que sea menor de edad. ¿Por qué esta delicadeza inesperada, ante la propuesta de un acto brutal? Porque sabe que habla de una agresión, sabe que habla de un delito, pero si la víctima es mayor de edad siempre pueden decir, como suelen hacer, que hubo consentimiento.  Cuando lo que hay es intención de agredir porque dice “nos la cargamos entre todos”, no “la seducimos entre todos”. O sea, la intención de violentar no puede ser más evidente. Pero también sabe que, si la cosa se desmadra y llega la denuncia y el juicio, siempre contará con jueces comprensivos que encuentren jolgorio donde hay violación, como ocurrió en el de La Manada. 

También hay que decir que cuando ellos hablan de consentimiento lo hacen de forma  protocolaria, en realidad no les importa que la mujer diga que sí o diga que no. La alusión al consentimiento es una mera formalidad, un trámite, una justificación. Por otra parte, según esta lógica patriarcal siempre hay consentimiento porque cómo va a negarse una mujer al deseo masculino, cómo va a decir que no.  Carlos Santiso lo deja claro: cogemos a una y nos la cargamos. Y ya está.

Una violación múltiple es una celebración machista donde se pone de manifiesto la fratría masculina patriarcal en toda su extensión. El entrenador da una explicación muy gráfica: “eso es lo que une a un cuerpo técnico y a un equipo”. Lo  que une es la violencia sexual en grupo. Lo que une es ejecutar juntos un rito de masculinidad cuyo mensaje es: somos hombres y lo que nos define es que podemos violar a una mujer, y podemos hacerlo juntos porque así se refuerza nuestro espíritu de grupo, nuestro reconocimiento entre iguales. En este acto nos miramos unos a otros, nos reconocemos como hombres, en este acto nos distinguimos del ser inferior, la mujer, que es la que está siendo sometida a nuestro capricho.  Los hombres que actúan así se miden entre ellos, poniendo de manifiesto su capacidad de someter y usar a su antojo aquello que les enorgullece no ser: mujeres. 

Con todo ese desprecio hacia las mujeres, asombra que este sujeto esté entrenando precisamente un equipo femenino. ¿Ha dimitido Carlos Santiso al hacerse públicas estas gravísimas palabras? Pues claro que no. Ha dimitido Jorge Blanco, el preparador físico del equipo, que ha dejado su puesto por "principios y valores" al no poder estar en la misma institución que "ciertas personas". Cosa que le honra porque la fratría patriarcal suele ser más fuerte que la voluntad de algunos hombres. Y la fratría se extiende en múltiples ramificaciones. Hay fratría en la sentencia de un juez que ve jolgorio donde hay violencia. Porque él comprende lo que hacen esos hombres y por qué, y no ve ningún delito porque él haría otro tanto. Hay fratría en las palabras del periodista que dice: “a ver, ha pedido perdón, ha dicho que fue una broma y que debería quedar en el olvido, qué más queréis” sin pensar que en esas palabras subyace una intención de agredir: la enunciación es previa a la acción. Hay fratría en los comentarios del político de derechas que ve una exageración el casus belli generado ante unas palabras, que, así y más graves las ha pronunciado él mismo muchas veces. La fratría masculina es el paraguas bajo el que se protegen algunos hombres, prestándose comprensión entre sí ante cualquier agresión a una mujer. Los demás hombres deben romper esa fratría y hacer como el preparador físico, Jorge Blanco: desvincularse  y dejar solos a los que agreden o tienen intención de hacerlo.



EL DIA DE LA MADRE TRABAJADORA

EL DÍA DE LA MADRE  TRABAJADORA

Que el día del trabajo y el día de la madre hayan coincidido este año es una casualidad cargada de contenido. La madre es alguien de quien se espera que realice un trabajo no remunerado 24/7, siempre, a todas horas, los 365 días del año, 366 si es bisiesto.  Recibimos mensajes felicitándonos (y alentándonos de modo implícito) a ser esa madre que está ahí de forma permanente,  que es maravillosa,  cien por cien entrega, todo dulzura, trabajo,  cuidados y atención: madre, amiga,  maestra,  psicóloga, conductora, modista, enfermera, abogada... Esas felicitaciones son un regalo envenenado porque con ellas se contribuye a construir una madre incombustible,  infinita,  interminable, omnipresente y se nos invita a serlo.  Pero esa madre ideal es un modelo en el que no cabemos las mujeres reales.

Todo el mundo tiene derecho a un descanso,  menos las madres que somos heroínas con la capa por delante, como si al parir adquiriéramos súper poderes. No se espera de nosotras que seamos seres contradictorios y ambiguos. No se espera cansancio ni indolencia, solo entrega porque el amor que hijos e hijas nos profesan nos obliga a estar a la altura del ideal. Ese modelo de amor filial, al igual que el modelo de amor romántico al uso, es otra trampa para las mujeres. Esa demanda de la sociedad genera una tensión injusta sobre nosotras. Debemos admitir que existan otras formas de ser madres y que estas sean válidas. Deberíamos tener derecho a estar hartas de la crianza, a no ser perfectas, a dimitir siquiera temporalmente de esa titánica tarea que se nos impone desde todas las instancias. Deberíamos aceptar que madre hay más de una. Ser madre no debería suponer someterse a un arquetipo sublimado.

Con ese modelo, una mujer que entrega la vida a su tarea de madre no estará haciendo más que lo que se espera de ella. Sin embargo el día que un hombre le plancha al hijo el uniforme del colegio, ya ha ganado la Champion's League del trabajo doméstico. En los DNIs de millones de mujeres, en los sesenta y setenta, en la casilla de trabajo ponía: S.L., que no significa sociedad limitada sino Sus Labores. Aparecía en el DNI, en la cartilla de la Seguridad Social, y en todo documento oficial,  a pesar de que muchas de ellas, además de en sus labores, trabajaban en el campo, en la fábrica, en la oficina. El concepto S.L. iba unido a su condición, las definía;  por tanto, cualquier tarea de esa S.L. (limpiar, criar niños, cuidar ancianos)  no era más que parte de su identidad. Con la maternidad pasa otro tanto: cualquier cosa que haga la madre, así sea el mayor sacrificio, no es más que lo que le corresponde. Cualquier cosa que haga el hombre en ese mismo sentido es algo extraordinario y así es percibido. Si haces lo que te define cumples con lo que de ti se espera, nada más. 

La función cuidadora va asociada de forma indisoluble a la función madre y recae sobre todas las mujeres, madres o no. En castellano el masculino es genérico y no marcado. Pero sin embargo se dice “las amas de casa”, “las enfermeras” y  “las azafatas”, colectivos vinculados al cuidado y el servicio. Se ha conseguido transitar a profesiones típicamente masculinas: ya hay médicas y juezas. Sin embargo no conseguimos que se transite en sentido contrario: las mujeres puede aspirar al superior mundo masculino (ser juezas o médicas) pero de ningún modo el hombre querrá descender al inferior mundo femenino (ser amo de casa) sin sentir que pierde valor en la transacción.  El lenguaje, tan sensible a los cambios, se resiste en este caso a dar vía a esa transición.

Los cuidados siguen siendo una actividad desempeñada básicamente por mujeres y se nos vende una maternidad sublimada como heroica  pero  siete de cada diez madres se sienten solas en la crianza  y una de cada dos ha sufrido pérdida salarial (https://clubdemalasmadres.com/asociacion-yo-no-renuncio-2/ ) . Ya va siendo hora de que los hombres se ocupen también de los cuidados, que son imprescindibles para nuestra supervivencia, salvo que las mujeres renuncien a sus trabajos fuera de casa o la humanidad renuncie a la función reproductiva. 





viernes, 3 de junio de 2022

EL REY DE LA BARAJA ESPAÑOLA

EL REY DE LA BARAJA

Hay una coplilla que dice:

Si tu madre quiere un rey

La baraja tiene cuatro:

Rey de oros, rey de espadas,

Rey de copas, rey de bastos

Bien pues el emérito es el rey de la baraja, es todos los reyes de la baraja a la misma vez porque le ha dado a todos los palos:

Rey de oros. Las voces monárquicas nos presentaban a este rey como el mejor embajador de España cuando en realidad ha sido un mero comisionista, un comisionista feroz. Con él hemos jugado al ganapierde: él ganaba, nosotros perdíamos: utilización corrupta de los presupuestos del estado, opacidad, cuentas en Suiza, oscuras y caras comisiones por el AVE a la Meca, una máquina de contar dinero en la Zarzuela, como si de un vulgar contable de la mafia se tratara… Son tantos los detalles que han trascendido últimamente de su amor por el vil metal que su epitafio debería rezar: “Aquí yace el Rey de Oros”. Porque es lo que ha sido, por encima de todo. Lo terminó pagando el yerno que no es que no mereciera ir a la cárcel, pero a la vista está que Urdangarín ha sido un simple aprendiz, y uno no muy espabilado, por cierto. Porque el emérito en esto de trincar sigue siendo el rey.

Rey de copas: por lo visto hace honor a su dinastía y le da no solo al bourbon sino a toda bebida espirituosa que se tercie. Esto no contribuye a su ejemplaridad, pero es un defecto menor en comparación con todos los demás dijes que le adornan.

Rey de espadas. Su afición por las armas empezó bien temprano, su torpeza también: mató de forma accidental a su hermano de 15 años cuando él tenía 18. Pero no se le pasaron las ganas de seguir jugando con pistolas. Su afición por la caza le llevó a Botswana a matar elefantes, junto a su amante oficial. Pero antes le había llevado a Rumanía, a matar un oso borracho (hecho del que nos informó la prensa extranjera porque la prensa nacional ha sido tan servil como cortesana). Con un oso borracho no puedes fallar, con una ciudadanía maniatada tampoco: la maniobra del 23F era una jugada ganadora. Si el golpe de estado salía adelante, él sería el cabecilla; si el golpe de estado fallaba, él saldría a reconducir a los militares díscolos y a meterlos en cintura, como un padrecito bueno. Ganó la opción B y todo quedó en un bonito relato según el cual JCI salvó la democracia en España. Qué digo salvó… inventó la democracia. 

Rey de bastos. Si tomamos este palo como el impulso fálico, el emérito sería un magnífico representante. Nunca sería el rey de corazones de la baraja francesa (por qué llamarle amor cuando queremos decir sexo) porque lo suyo es bastante menos sofisticado. Jose Luis de Vilallonga le halagaba diciendo que era “un grand tombeur de femmes” que en francés suena muy fino pero cuya traducción literal es tumbador de mujeres, ojito con la expresión…. Ser rey de corazones implicaría un refinamiento del que carece un vulgar tombeur de femmes.

Su condición combinada de rey de oros y rey de bastos es la que le ha llevado a dilapidar la reputación espuria de monarquía ejemplar que la Casa Real española había acumulado durante décadas. Y la que le ha llevado a alejarse del hijo, fijando residencia en Dubai a ver si a la estafada ciudadanía se le olvida que el jefe del Estado ha sido perseguido por la justicia internacional porque ojos que no ven corazón que no siente. Al final, el lote de millones de euros que le colocó a Corinna como regalo en una cuenta off-shore al objeto de blanquearlos le han explotado en la cara. La fiscalía suiza ha sobreseído el caso porque ya se sabe, hay que mantener la baraja completa, pero ya a casi nadie se le escapa que la baraja de la monarquía tiene las cartas marcadas.

Estos días JCI ha regresado a hacer turismo por España como un jubilado del Imserso (un jubilado cuya excursión costara doscientos mil euros, claro), con la consiguiente polémica. Pero el problema de la monarquía no es si el emérito vuelve o si no vuelve, si lo hacen hijo predilecto de Abu Dabi, si pasa otro cumpleaños en soledad o si lo operan. El problema es otro: el hijo no encuentra modo de extirpar al padre, ni de extirpar su bien ganada fama de mujeriego, de cazador furtivo y de comisionista a tiempo completo. Y nosotros no encontramos manera de extirpar a los Borbones de nuestra jefatura de estado.


sábado, 28 de mayo de 2022

AL PP LE APRIETA EL FACHALECO

AL PP LE APRIETA EL FACHALECO

Vamos con el espectáculo que nos ha ofrecido el PP recientemente, que solo faltaba echar barro y sentarse a mirar. Estos son los acontecimientos: el PP aún de Casado intenta una doble jugada maestra para desestabilizar al gobierno social-comunista: primero tumbar la aprobación de la Ley de Reforma Laboral mediante la (más que) presunta compra de dos  diputados de UPN y a continuación sacar mayoría absoluta en Castilla-León, para lo cual habían forzado el adelanto electoral. Pero todo sale mal de un modo risible, gracias a que Alberto Casero, mano derecha de Teodoro García Egea, se mete un gol en propia portería que será más recordado que el de Iniesta y la Reforma Laboral sale adelante con el ridículo espantoso de un PP que se enzarza en querer que le anulen un voto perfectamente válido, aunque sea a favor del adversario. Posteriormente, las elecciones en Castilla-León no salen como esperaban y gana el PP, sí, pero por la mínima, mientras ve cómo le pisan los talones los caminantes verdes de Vox. Deciden entonces que les empieza a apretar el fachaleco y se ponen su otra chaqueta, que se estaba apolillando en el armario: la chaqueta de derecha europeísta moderada (cuánta falta nos hace), para lo cual tienen que tomar distancia con los de Abascal. Pero, oh sorpresa, a la señora Ayuso pactar con los ultras (financiados por Putin, por cierto) le parece lo más natural del mundo. La lideresa empieza a hacerle sombra a Casado. Aquí Casado se viene arriba y, trama de espionaje mediante, acusa de corrupción en un programa de radio a la presidenta de la comunidad madrileña por favorecer a su hermano, que se había llevado una comisionaza en venta de mascarillas de casi trescientos mil euros mientras la gente en Madrid moría a racimos, pero eso sí, se servían cervezas en todas las terrazas. Resultado: los votantes del PP se manifiestan en masa frente a la sede nacional, aclamando a Ayuso y pidiendo la dimisión de Casado y García Egea, que será el primero en caer.  Al mismo tiempo se reclama que sea Feijóo el nuevo líder del PP, el que les conduzca a un nuevo amanecer.

Primero Ciudadanos y ahora el PP han comprobado que la foto de Colón ha resultado ser una escopeta de caza con retroceso, un retroceso que casi ha barrido del  escenario político a CS y ahora ha ayudado a despeñarse a Pablo Casado. Porque el mismo Pablo Casado que se hacía fotos con los ultras, líder del  mismo PP que pactó con ellos en varias comunidades autónomas, decía a raíz de las elecciones en Castilla-León: "tenemos límites para pactar y acordar. Nuestros principios son nuestras condiciones y nunca renunciaremos a ellos". Quien con tanto mimo ayudó a que esta maquinaria de Vox cogiera velocidad ahora arruga el morro frente a un ultra. Y es que el mismo facha que le ayudó a gobernar en regiones tan bien conocidas por nosotros como la nuestra,  ahora le puede quitar el poder. Así que lo que le disgusta no es el facherío sino que ese facherío le esté adelantando por la derecha. No sé qué esperaban: a ser fachas no hay quien gane a los de Vox.

El espectáculo-terremoto-trama de espionaje también da para una serie de Netflix de ocho temporadas. A Ayuso se le abrió un expediente cóctel molotov por las sospechas de cobro de comisiones irregulares por parte de su hermano, cóctel molotov fallido, desactivado a las 24 horas, cuando el gigante Ayusodzilla rugió, amedrentando a sus adversarios. Así es cómo el PP hace limpieza porque el expediente tenía intención de tumbar al contrario y no de poner orden en el partido. Finalmente él se va pidiendo disculpas y  ella se queda pidiendo cabezas. A Pablo no le ha quedado más remedio que marcharse, atrapado entre la pared de Vox y la espada de Ayuso. No podemos decir que le vayamos a echar de menos, ni a él ni a Teodoro,  porque han hecho gala de un tono bronco y pendenciero tanto hacia afuera como hacia dentro,  donde los machetes estaban más afiliados que en  una banda latina.

Visto lo visto, los votantes del PP son los culpables de la corrupción de su partido. Defenestran a un presidente por denunciar un flagrante caso de corrupción (aunque la denuncia sólo se haya producido para desestabilizar a la contrincante), aplauden y vitorean a la más que presunta corrupta y aclaman como futuro presidente a un barón regional conocido a nivel nacional por sus fotos con un narcotraficante.  Al final ha resultado que señalar la corrupción dentro de un partido corrupto es tan inútil como señalar la basura dentro de un vertedero. Menuda forma de regenerar el partido. Conclusión: los votantes del PP quieren ser gobernados por corruptos. Corruptos de corbata y broche de perlas, de fachaleco y mechas rubias, corruptos que fomenten la sanidad y la educación privadas en detrimento de las públicas, que hostiguen a los inmigrantes,  que renieguen de los homosexuales, que vayan a misa y a los toros. Y que les brinden barra libre en plena pandemia, que es lo que le da calidad a la película.


Si este es el que está llamado a ser un nuevo PP hay que ver lo que se parece al viejo.