domingo, 24 de diciembre de 2017

A PALO Y PEDRADA

A PALO Y PEDRADA

        Veo el resultado electoral en Cataluña como el cuadro de Goya "La riña" donde observamos a dos hombres hundidos en la arena hasta la rodilla mientras se dan de bastonazos. Sin posibilidad de escapar porque comparten un mismo espacio y sin intención de colaborar para salir de la trampa. Las elecciones catalanas las han ganado las dos opciones más partidarias del palo y la pedrada. Las dos derechas catalanas, los dos nacionalismos han salido reforzados, como era de esperar. De hecho el resultado ha tenido todo que ver con la definición o indefinición frente a la disyuntiva nacionalismo español versus nacionalismo catalán. Esto era un  Barça-Madrid y el resultado ha sido empate. Los Comunes iban con el árbitro a juzgar por el marcador final.

      Arrimadas convertida en la nueva Khaleesi mientras se acerca el invierno político. C's sí que ha sabido rentabilizar la operación Piolín, pidiendo la aplicación del 155 con la insistencia del mequetrefe que anima al matón en la pelea.

      En cuanto al Pp, Cataluña hasta ahora no necesitaba un partido conservador que para eso han tenido ellos toda la vida su propia derecha catalanista. El resultado ha sido, pues, para los populares como el balance anual de una gran empresa que debe mantener su delegación testimonial en una capital donde no tiene ventas. Pero dudo mucho que les preocupe en demasía el resultado porque la puesta en escena iba destinada al electorado de fuera de Cataluña y ahí, mucho me temo, sí que van a barrer en las próximas elecciones merced a su elaborado discurso  de "a por ellos, oé".

     C's ha ocupado con éxito el ámbito de una derecha no catalanista que hasta ahora era un espacio ínfimo cubierto por un Pp siempre a la defensiva. Sin embargo el Procés ha sido una bomba que ha generado ese espacio ampliándolo hasta su capacidad máxima. Bien podrán los de Ciudadanos agradecer a su contrincante ese gigantesco regalo pre navideño. Los partidos indepes pusieron el huevo del dragón. Ya pueden felicitarse por el resultado.



miércoles, 13 de diciembre de 2017

UNOS BUENOS CHICOS

UNOS BUENOS CHICOS

La falacia de que el deseo de los hombres es irrefrenable se usa siempre como atenuante en los casos de agresión sexual. Así son los hombres, nos dice la sociedad. Así son los hombres, unos animales que andan en manada y carecen de control sobre sus impulsos. El patriarcado que machaca a las mujeres y hace de los hombres los reyes del universo también reserva un regalo envenenado para ellos, como vemos. El abogado defensor de tres de los componentes de La Manada ha dicho que ellos no son violadores, son chicos normales, jóvenes y guapos, unos buenos chicos. Como si sólo violaran los feos, los deformes, los viejos, los aislados, los locos, los lumpen. Qué van a hacer los pobres si tienen que, imperativamente, satisfacer sus necesidades. Entonces, estos chicos jóvenes, guapos, atléticos, pertenecientes a una extracción social funcional y adaptada, ¿Qué problema tienen? Ninguno. Como hemos visto, a la hora de violar se han mostrado previsores, organizados y cooperativos. Son representantes bien entrenados de una cultura que designa a las mujeres como seres inferiores, como objetos, como sexo débil. Porque la violación no es la satisfacción de un deseo, es la expresión brutal de la superioridad de los hombres sobre las mujeres. Si lo que querían era echar un polvo, cualquiera de ellos hubiera podido ligar sin dificultad, pero no era eso lo que perseguían, su objetivo era vejar y humillar a una mujer de la forma más extrema, como expresión máxima de lo que ellos entienden por hombría. El hecho de hacerlo en grupo no hace más que reforzar este impulso, elevándolo a categoría social normalizada, como demuestra el populoso grupo de WhatsApp donde compartían sus experiencias. Tenían montado una especie de mini industria privada de la violación. Hará bien la fiscalía en investigar ese grupo porque hay cinco individuos entre rejas pero otros quince que participaron en ese WhatsApp (y quizás en otras violaciones), andan sueltos.

Sabían lo que hacían y sabían que dañaban (cito uno de los mensajes: «Hay que buscar el cloroformo, los reinoles, las cuerdas... que después queremos violar todos») pero no les importó porque la cultura de la violación les premia y/o les perdona. La culpa es de ella por estar allí, por andar sola, por ser libre. La culpa es de ella por ser mujer. Esta violación tiene muchos culpables, pero desde luego ninguno es la violada. La responsabilidad es toda de La Manada y de la cultura de la violación que nos rodea y que ha sido capaz de sostener el discurso de que la violación había sido buscada por ella. Afortunadamente se han alzado voces  en contra, con el hashtag #yositecreo. Pues claro que te creo, cómo no te voy a creer. Te creo porque la culpa de tu violación la tiene cualquiera menos tú. La responsabilidad es de esa cultura que te expone, que te cuestiona, que ha puesto un detective a vigilarte (¡a ti, que eres la víctima!), que ha llegado al extremo de posibilitar que un juez admita en un primer momento ese nuevo acoso como prueba válida. Esa cultura reflejada en la canción de Sabina “El pirata cojo” en la que dice “voy a ser violador en tus sueños”; reflejada en el anuncio de Dolce y Gabanna donde vemos a una mujer semidesnuda tirada en el suelo mientras es  rodeada por cinco hombres; reflejada en los chistes groseros de monjas haciendo cola para ser violadas; reflejada en el imaginario del porno actual consumido a edades cada vez más tempranas. Las mujeres estamos deseando ser violadas, dice ese relato. Los violadores, por tanto, quedan exonerados de toda culpa.

A pesar de la abrumadora evidencia de que las denuncias falsas suponen menos de un 0,01% del total, cuando una mujer denuncia una agresión siempre es susceptible de estar mintiendo, siempre será considerada culpable mientras no se demuestre lo contrario. Esa sospecha recae sobre las mujeres por atreverse a hacer uso de su libertad mientras son consideradas fundamentalmente un objeto (y no un sujeto) de deseo para los hombres. La cultura de la violación dice también que cuando una mujer ha sido violada sin obtener placer de ello, debe hundirse y renunciar a la vida pública, debe permanecer en su casa dedicada al llanto  y la depresión, en cuyo caso el cometido de la agresión se ve satisfecho: generar miedo para despojar a las mujeres de su libertad. Si ella hace vida normal es que la cosa no ha sido para tanto, dice ese relato. A cualquier víctima, ya sea de robo, de violencia, de accidente se le pide que siga con su vida, que no se deje intimidar. A la víctima de violación se le exige lo contrario para ser creída: que sucumba a la depresión y renuncie a su libertad. Ojalá  cualquier víctima de agresión sexual quiera seguir saliendo a la calle, divirtiéndose, estudiando, emborrachándose, trabajando, ligando, paseando, trasnochando, haciendo cualquier cosa que hiciera antes en su vida. Ojalá ninguna mujer renuncie nunca a su libertad.


sábado, 25 de noviembre de 2017

MANDANGA NEONAZI

MANDANGA NEONAZI

Hace tres semanas escribí un artículo titulado “Fascismo cotidiano” (http://lacronicadelpajarito.com/blog/ramonalopez/2017/10/fascismo-cotidiano). Me llovieron los comentarios como nunca hasta ahora. Muchos de apoyo; la mayoría, es verdad. Pero un buen puñado también menos agradables. Alguien, no encontrando qué decirme, me dijo simplemente "fascista tú", por ahorrar tiempo. Iría con prisa, supongo. Pero hubo un comentario que me sorprendió y que no había comprendido hasta ahora: me aconsejaba no ponerme quisquillosa porque un poquito de fascismo no hace daño, siempre que no moleste. Sí, yo también puse esa cara que estás poniendo tú ahora. Como decía,  no lo he comprendido hasta esta semana, cuando he visto la respuesta que han dado todos los sindicatos policiales excepto CCOO frente a los insultos a Carmena y las expresiones de admiración a Hitler en un grupo de Whatsapp de la policía de Madrid.  Deben pensar, como esa persona que me glosó, que un poquito de fascismo, psss, no es para tanto, ¿a quién hace daño? A nadie que importe, ¿a qué persona bien le importan los inmigrantes, buenos sólo para alimentar peces en el Estrecho? Así que, si los chavales camelan pegarle a la mandanga neonazi, pues déjalos, aunque esos chavales que amenazan de muerte a políticos, periodistas e inmigrantes (el trío favorito de esta peña) sean los encargados al mismo tiempo de su protección y la nuestra.

La ley Mordaza con esto no se mete, no les debe parecer tan serio como los chistes sobre franquistas muertos, igual que tampoco le parecieron  graves las manifestaciones de ultras exhibiendo la bandera pre-constitucional y saludando brazo en alto mientras pedían para Artur Mas la cámara de gas y para Puigdemont el paredón, porque, al parecer, si rima no es delito de odio; es, ya sabéis, una alegre serenata como la que ofrecieron a Mónica Oltrà sin que la cosa haya tenido mayores consecuencias. Esta semana ha sido detenido un tuitero por tuits celebrando la muerte de Maza. No seré yo quien defienda tales comentarios, desde luego, pero no debemos olvidar que los tuiteros no portan armas ni son los encargados de detener a los malos.

La asimetría es tan flagrante que aturde sobre todo teniendo en cuenta que estos profesionales deben estar al servicio de todas las personas, independientemente de las filias políticas de cada cual. Perdida la imparcialidad, ¿qué harían estos policías si los llamaran porque en el desfile del orgullo gay, por ejemplo, un grupo de ultras está repartiendo estopa? Supongo que los invitarían a copas, al fin y al cabo son colegas. Y no quiero ni imaginar el supuesto de que un senegalés fuera a la comisaría a denunciar un robo o una agresión y le atendiera uno de estos. Se le queda a una el cuerpo un poquito así, regulero, de pensar que estos sujetos que proponen “salir de cacería” son los mismos que tienen que velar por nuestra integridad.

Los  sindicatos policiales, que hubieran debido pedir ellos mismos que se expedientara a estos individuos sin dilación,  consideran más grave el hecho de que esos mensajes hayan salido a la luz que el propio contenido de los mensajes. Para colmo, la persona que tuvo la valentía de denunciar estos whatsapps tiene que estar de baja y con escolta porque las amenazas que está recibiendo son de quitarle a uno el sueño de por vida. Me preocupa la presencia de descerebrados entre los miembros de la policía, cómo no, pero me preocupa aún más el inexplicable e inadmisible apoyo corporativo que están teniendo porque si estos profesionales son los encargados de protegernos, ¿Quién nos protegerá de ellos?




viernes, 17 de noviembre de 2017

SITCOM

SITCOM

No había visto yo la película "Ocho apellidos catalanes". La vi el domingo. Para quien no la haya visto puedo decir que es una sitcom flojucha donde lo único notable para mí es la actuación de Karra Elejalde, por quien siento debilidad. Ni siquiera es original: es un mal plagio de “Good bye Lenin!”, con un nieto que monta un tinglado para que la yaya viva la llegada de una República catalana. La cosa es que la vi y no daba crédito a lo que veía. Lo más inquietante fue comprobar cómo las escenas de una película de hace dos años se han visto reproducidas a lo largo del Procès. Todo parece indicar que desde hace semanas estamos viviendo en una comedia mediocre.

Hemos tenido de todo: unas urnas de quita y pon, un referéndum chiripitifláutico que ignora la opinión y el deseo de, como mínimo, la mitad de la ciudadanía; un ataque vergonzoso a gente que quiere votar por parte del ejecutivo español con guardia civil alojada en el barco de Piolín (algo como esto no se les ha ocurrido ni a los guionistas de “Ocho apellidos catalanes”, les debía parecer un exceso); una proclamación de República fugaz, que sí, pero no, pero sí, pero yo qué sé; Puigdemont asilado en Bélgica (no en vano los belgas son los leperos de Europa, para que sigamos con las risas) mientras Don Tancredo entrulla a un buen puñado de consellers y sacando pecho dice:” he cesado a los miembros del Govern, eso no se hacía desde la Segunda Guerra Mundial” (sic). Claro, no se hacía porque es una salvajada. Sin olvidar que la actuación de la justicia exprés para empapelar a los actores del Procès ha sido fascinante.

Que si DUI fake, que si 155 blando (para entenderlo hay que saber que la rima está dando pistas), todo simbólico, todo un poquito de mentira, ya sabéis, como cuando los matones amagan sin dar. Aunque los palos sí que han sido de verdad, eso sí. La emoción de la gente indepe pensando que habían llegado a Oz, como Dorita, también verdadera. Por lo demás estamos ahí, valorando la incógnita que se abre ante las elecciones del 21D, intentando por ejemplo que  nos quepa en la imaginación a una Soraya SS como presidenta de la Generalitat y que gobierne en Cataluña un partido como el PP que hasta ahora no alcanzaba allí ni el nueve por ciento de los votos. O que, tras las elecciones Kinder sorpresa barra el independentismo y entonces declare una DUI de las de verdad, no como esta. Esto último no parece probable porque ellos mismos han admitido que no están preparados para esta tarea, pese a haber montado la que han montado. Pero qué sabemos, después de lo que llevamos visto, todo es posible. ¿Qué nos dice todo esto? Pues que estamos en una sitcom, en una mera puesta en escena. Cabe preguntarse si no será todo una farsa, el pañuelo de colorines con que el mago nos distrae mientras  realiza su truco de magia. La cuestión es, como en los juicios, cui prodest?, a quién beneficia esta situación. Pues sacad cuentas:

1- Merced a todo este revuelo los políticos nacionalistas catalanes van camino del martirologio indepe y los nacionalistas españoles, camino de la victoria electoral vía exaltación patriótica. Ya lo tenían previsto, claro. Y otro aspecto que tienen previsto es que el conflicto se quede entre nosotros per molt anys. Aplicar a un problema el remedio equivocado puede tener consecuencias nefastas. Sí tienes tos y te dan un laxante, pues ya sabes... En el conflicto catalán se está aplicando un remedio no solo equivocado sino contraproducente como es considerar por la vía penal un conflicto político. Los dirigentes independentistas son los representantes políticos de más de dos millones largos de personas y encarcelando a siete o a veinte o a cien, si sabemos algo de matemáticas, no hacemos absolutamente nada. Y no tenemos cárcel para dos millones. La falta de altura de miras, el oportunismo político, la chapucería industrial de estos descerebrados nos llevará, ojalá me equivoque, a algo peor.

2-  No hablamos de otra cosa desde hace dos meses. Entretanto hemos visto a un inspector jefe de la UDEF afirmando  que existen indicios de que  el presidente del gobierno ha cobrado sobresueldos en negro. En cualquier país civilizado ese presidente no hubiera durando ni 24 horas. Pero nada, prietas las filas porque aquí lo importante es que España se rompe ¿Y por dónde se rompe España? Pues por lo visto se rompe por el marco, porque lo verdaderamente relevante es evitar la ruptura de lo simbólico, es tener un marco de referencia inamovible, a saber: que España es tal y como la describe Cine de Barrio. Que prevariquen, que mientan, que roben, que se enriquezcan a nuestra costa quienes nos gobiernan es, por lo visto, una cuestión menor. Cualquiera diría que es más importante mantener el juego al que jugamos que el hecho de que nos estén desplumando.


3- Sorprendentemente, la gente se vincula con más facilidad a  conceptos abstractos como lo son el de nación y el de patria que a circunstancias complejas pero concretas que exigen toma de conciencia y posicionamiento (los casos de corrupción o el desmantelamiento del estado del bienestar) y los atentados contra la democracia (la Ley Mordaza o la aplicación del 155). Desde que empezó toda esta movida  las banderas  se han multiplicado como si no hubiera un mañana porque son un símbolo inmediato y sencillo de adhesión. Se requiere poca reflexión y es fácil colocar una en la ventana con el plus de que alimenta la fantasía de haber hecho algo, de ser actor del momento histórico. El florecimiento de la fiebre banderil indica que lo petarán en las elecciones aquellos que se arropan en rojo y gualda, con o sin estrella blanquiazul. Los demás, aquellos a quienes los símbolos textiles seducen tan poco como los gestos testiculares (muy abundantes también en todo este proceso) quedaremos a merced del aguacero durante algún que otro lustro. Así está la cosa: atrapados en una comedia patética y sin poder cambiar de canal.

jueves, 19 de octubre de 2017

FASCISMO COTIDIANO

FASCISMO COTIDIANO

Es posible que el problema sea mío, no digo que no. Es probable que yo sea una inocentona que ha vivido todos estos años en los mundos de Yupi y que ahora despierta de golpe a la realidad. Llevo días cayéndome del guindo sin parar.

¿Por qué digo esto? Porque sólo ahora constato en toda su extensión que estamos a un par de telediarios de ver a nuestro país convertido en una monarquía fascista.

Me explico con ejemplos:

Veo a un vecino que en un mismo hilo de facebook acusa al Govern catalán de adoctrinar en las escuelas y a continuación (y quiero decir el siguiente post) comparte un vídeo de un niño monísimo de tres o cuatro años desfilando vestido de legionario y cantando “soy el novio de la muerte”. 

Hablo con una persona razonable, con estudios, que se expresa bien, que argumenta y me dice que, antes que dialogar con el ejecutivo catalán, es mejor entrar  en Cataluña con  los tanques, a sangre y fuego. Porque con los independentistas no se puede hablar (sic).

Me encuentro con gente (e insisto, personas muy cercanas a mí) que aplauden la represión en Cataluña, esas imágenes de gente golpeada por querer votar que avergüenzan al mundo. Nadie fuera de nuestras fronteras se puede explicar tal comportamiento de unas FSE en un país democrático.

En un grupo de Whatsapp me llega una bromita a cuenta del lema “Votarem”, devenido por chanza en “voltarén”, o sea,  el voltarén que les hará falta a los catalanes por los palos recibidos. Y esto es para reírse. Me meo.

Cuando a mí se me ocurre argumentar con un colega de profesión que el catalán es un problema político, no un problema legal y mucho menos militar, que dos millones de personas no pueden ser ignoradas, que a cuántos pueden meter en la cárcel, me contesta que a todos. A-TO-DOS. Y que los políticos que los dirigen, al paredón.

Tengo un conocido, bellísima persona, creedme, que ostenta como perfil de Whatsapp la bandera preconstitucional con el águila en primer plano. Fascismo que supera los escrúpulos, fascismo orgulloso de hacerse visible. Renace de nuevo un fascismo sin complejos.

Me duelo de que la gente  (vecinos, familiares, colegas de  trabajo, amigos) abrace el fascismo con esta alegría insensata. Yo que creía que ese fascismo militante se encontraba solo en los descerebrados neonazis que renacen por toda Europa como una mala semilla y sin embargo resulta que había un fascista completamente equipado, hibernando en el cerebro reptiliano de millones de españoles, esperando que le dieran una razón para despertar, como en Harry el Sucio, esperando un motivo para disparar, para alegrarle el día.

Me da miedo este fascismo cotidiano porque sé bien que es capaz de invalidar la capacidad de raciocinio y la bondad de las personas. Me inquieta la rapidez con que se renuncia a los métodos democráticos. Me aterra la facilidad con la que las cañas se vuelven lanzas


miércoles, 4 de octubre de 2017

¡DIALOGAD, DIALOGAD MALDITOS!

¡DIALOGAD, DIALOGAD MALDITOS!

El rey. La primera peonada. Seis minutos de trabajo en tres años y va y la lía. Le hubiera bastado con adaptar un poquito el discurso de Navidad o, no sé, leer la letra de Imagine, paz, amor, chicos no os zurréis, ya sabéis, algo que te comprometa lo justo sin que tampoco te ponga en el camino del exilio dorado. Y sin embargo en su discurso, como si a este conflicto le hiciera falta más combustible, se dedicó a canear a las instituciones catalanas, a apelar a la misma legalidad de guerra a la que apela el PP, a felicitar a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado. Y ni una palabra sobre los casi 900 heridos en las cargas policiales, ninguna alusión a las portadas de toda la prensa internacional señalando la salvajada perpetrada por un ejecutivo español con el norte perdido, ni siquiera se le ocurrió pronunciar una sencilla frase, una palabra en catalán. Con los puños apretados y cara de mala leche se dedicó a pedir firmeza. Le habrá parecido poca firmeza la que ya se ha administrado. Ni una mención al diálogo en el alucinógeno discurso del monarca. Ver al rey legitimar con las palabras que dice y las que calla la manta de palos que le ha caído a los catalanes por querer ir a votar, sólo dan ganas de largarse bien lejos. O mejor, de que se largue él.

Sólo tenías que hacer una cosa Felipe, una sola: hacer como si te importáramos todos por igual. Y me hace preguntarme: ¿tan preparao, tan preparao para salir diciendo esto? ¿para eso te hemos pagado colegios caros? Eso lo hace igual el tonto del pueblo con la información que le da TVE, pero nos sale notablemente más barato.

Porque yo, replublicana, que reniego de su representatividad también le pago el sueldo a través de mis impuestos, mal que me pese. Así son las leyes. Pero si lo que quiere es representar solamente a los votantes conservadores, que le paguen ellos el sueldo y que nos liberen a los demás de esa carga, que quedaremos tan contentos. Lo que no es de recibo es que lo paguemos a escote y que hable solo para sus coleguis. Y si no, que pongan una casilla en la declaración de la renta como la de la iglesia, siquiera por higiene democrática, estos que tan legalistas se ponen cuando quieren. Mucho menos escrupulosos los hemos notado con el desmantelamiento del estado del bienestar.                                                                                                                   

El fanatismo jamás se ve tan legitimado como en la defensa de la nación, la que sea,  y si hay algo que lo alimenta es la violencia. Lo único que hace morir de inanición al fanatismo es el diálogo. Pero nuestros políticos han actuado como si la Historia no nos hubiera enseñado nada. El catalán no es un  problema penal que exija la actuación de las FSE (por cierto, qué pena que no se os ocurriera acudir a las mismas para luchar contra el ejército de corruptos que nos ha venido asolando estos años) es un problema político como lo demuestran los miles de personas que salieron a votar y que siguen manteniendo a Cataluña en colapso y lo que está demandando esta situación es negociación y diálogo. Qué lástima que estemos gobernados por pigmeos políticos: el rey, Puigdemont, Rajoy, ni uno está a  la altura del reto al que se enfrentan.

Si es cierto que no se puede convivir sin respetar las leyes también es cierto que no se puede utilizar esas mismas leyes contra una parte nada despreciable de la ciudadanía, ¿qué nos queda, pues, por hacer?  Dialogar o darnos palos. Yo voto por dialogar.



viernes, 22 de septiembre de 2017

SALSA CATALANA

SALSA CATALANA

Me he resistido a escribir sobre Cataluña porque me parece una noticia artificialmente aumentada, gigantizada, y he evitado, hasta ahora, contribuir a la elefantiasis de la cuestión con mi voz. Pero es que escucho opiniones estos días cercanas al supuesto de que el uno de octubre el universo implosiona y se pliega sobre sí mismo; o algo peor. Al parecer el mundo se acaba.

Por una parte tenemos desde hace unos meses al nacionalismo español más cerril y ultramontano que anda revuelto y saca a pasear su bandera apolillada:
- España no hay más que una, si no quieren ser españoles que se vayan a Francia: claro que sí, hombre, porque  la escritura del suelo que pisan los catalanes pertenece a Madrid.
- En Cataluña imponen el catalán, ¡que hablen español!: a ver, el catalán lo hablan algo más de siete millones de personas mientras el español es, después del chino, la lengua más hablada del planeta con casi quinientos millones de hablantes. ¿Cómo es posible que un idioma tan extendido se sienta amenazado por una lengua minúscula? Pues porque este argumento es falaz e interesado que responde al argumentario empobrecedor de la nación única y la lengua única.
- Esto se arregla sacando los tanques: bien pensado. No os habéis puesto estupendos ni con el desmantelamiento de la sanidad ni de la educación, no os habéis alterado con la constatación más allá de toda duda de que nos gobierna un ejecutivo corrupto, no se os ha movido un pelo al saber que tenemos una judicatura presa de veleidades políticas. Pero, oye, dicen los catalanes de hacerse una pregunta en referéndum y se os abre la navaja en el bolsillo.  Eso es tener criterio, compatriotas.
- ¿Qué referéndum ni qué narices? De referéndum nada: ante este posicionamiento cabe cuestionarse si preguntar ofende, porque yo creo que no hay nada más legítimo ni más democrático que el que la ciudadanía se interpele sobre cómo quiere ordenarse en sociedad. Cuestión aparte es a qué intereses sirve esa pregunta y cómo se articula, que eso ya es harina de otro costal.

Para mí, la pertenencia a una determinada nación no es ni ha sido nunca un valor per se, pero me hace mucha gracia el hecho de que el nacionalismo español señale al nacionalismo catalán como una anomalía. Lo que es ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio. Y es que el nacionalismo español se percibe a sí mismo como el estado natural de las cosas, o sea, lo que en un mundo cuñado hay que ser para ser normal, a saber: abonado a la sacrosanta transición, monárquico, defensor de las procesiones aunque no vayas a misa, valedor de la bandera y de la fiesta nacional, hablante de español y más ná, ni machista ni feminista, en fin, esas cosas.

De otro lado tenemos a un catalanismo clasista y conservador, auto  victimizado, un catalanismo simplista que, olvidando interesadamente los casos propios de corrupción (la vergonzante famiglia Pujol, el infame tres por ciento, el caso Palau de la Música, las autopistas pagadas setenta veces siete) saca la imagen de una de barra de pan y dice: "este trozo tan gordo nos lo quita España" cuando la triste realidad es que ese enorme trozo de pan se lo están quitando los que tienen más a los que tienen menos en España, en Cataluña y en Pernambuco. ¿Queréis ejemplos? Hay a casco porro, pero por no irnos muy lejos estos días hemos sabido que nosotros (los que tenemos menos) les hemos regalado graciosamente a los bancos (los que tienen más), unos cuarenta y cinco mil millones de euros porque sí, porque somos así de rumbosos. Y sobre este tema no hay, ni en TVE ni en TV3, informativos especiales. Tampoco se ve más movimiento al respecto que el encogerse de hombros de la inmensa mayoría.

Con el tema del nacionalismo no puedo evitar acordarme de un pequeño cuento de Galeano que decía que un cocinero preguntaba a las gallinas con qué salsa querían ser cocinadas. Pues, siguiendo el mismo principio, un sistema profundamente corrupto pregunta a la ciudadanía que con qué salsa quiere ser cocinada y unos responden con entusiasmo: “¡Salsa española para todos!” y otros replican: “¡Nosotros queremos salsa catalana!”. Al menos las gallinas de Galeano tuvieron el criterio suficiente para decir que ellas no querían ser cocinadas. Mirad, lo diré en corto porque este tema ya me fatiga: al personal le echan mano a la cartera y apenas se rebulle pero le sacuden un trapo frente a la cara y se va todo el mundo detrás.

Todo este mosaico de  opiniones, de noticias y pseudo noticias, urnas para arriba y para abajo, la guardia civil buscando imprentas en cada esquina, imputando alcaldes, deteniendo a políticos sumariamente, todo este ruido, este manojo de llaves sacudido frente a nuestras narices mientras nos meten la cucharada de aceite de ricino en la boca, ¿para qué sirve? Pues la historia nos enseña que en épocas de crisis los malos gobernantes acuden a la guerra o al conflicto para extremar posicionamientos y para concitar adhesiones: venga, detrás de mí todos los que estén de acuerdo en dar una somanta de palos a esos del soberanismo independentista, ¿por qué? Por catalanes. Esto del conflicto y/o guerra es un clásico: lo hizo Thatcher con las Malvinas, lo hizo Aznar, a un nivel ya más casero, en plan Cantinflas, con lo de Perejil y lo estamos viendo ahora con Trump y Kim-Jong-Un, dos monos con lanzallamas. Es así, los matones emplean su matonismo para hacer pandilla, recordad si no el trío de las Azores.

Desde luego con los últimos disparates perpetrados por el ejecutivo español de detener dirigentes políticos en Cataluña, hacer registros y entrar en sedes, el  que quería votar, votará, el que tuviera dudas, votará e incluso el que no hubiera tenido intención ninguna de votar, que hubiera sido mi caso, votará también por pura dignidad ciudadana, porque tamaño atropello no puede dejar impasible a nadie. No se puede consentir que la unidad sea aplicada con una maza. Rajoy, ese político que nunca actúa, así se esté hundiendo un buque petrolero que haga peligrar toda la costa gallega, ha actuado y ha conseguido lo que parecía casi imposible: convertir una reivindicación por la independencia circunscrita a Cataluña y que daba síntomas de no ir a ningún lado en una lucha por los derechos civiles con eco en todo el estado y con pocos visos de solucionarse. Es lo que tiene el matonismo, que concita adhesiones a un lado y a otro y te obliga a elegir bando, aunque tú no estés de acuerdo con ninguno.


domingo, 10 de septiembre de 2017

PATIO DE COLEGIO

PATIO DE COLEGIO

Cuando estaba en la universidad tenía unos amigos que vivían en Murcia, en un piso en la calle Úrsula, un cuarto sin ascensor cuyas ventanas daban sobre el patio de un colegio. Desde la altura de esas ventanas se podía ver con una increíble nitidez el reparto del espacio: los niños lo ocupaban prácticamente todo jugando al fútbol, corriendo al pillao, dándose balonazos al balón prisionero. Las niñas quedaban arrinconadas en un espacio mínimo y jugaban a cosas mínimas o al menos tan pequeñas que desde un cuarto piso no se podían apreciar. La visión era poderosa (valdría como ejemplo del cine-puño de Eisestein) tanto que me ha acompañado durante casi treinta años.  Yo no lo supe entonces pero lo que estaba viendo en aquel momento era una panorámica del patriarcado. Fue así el primer día y el siguiente y todos. Los niños ocupaban todo el espacio todo el tiempo.
Esos niños y niñas de entonces son ahora hombres y mujeres y sin embargo, aunque desde luego sin sorpresa, el reparto de los espacios en sociedad sigue siendo muy similar al del patio del colegio. A pesar de que hay tantas universitarias como universitarios  observamos cómo los puestos de poder los siguen ocupando hombres en un abrumador porcentaje. En la apertura del año judicial hace unos días no había ni una sola mujer, a pesar de que las mujeres son a día de hoy el 52% de la judicatura. La revista Forbes publicaba en febrero de este año una lista con los mejores CEOs de 2016, una lista de 50 directivos entre los que solo se encontraba una mujer. Eso es un mísero 2%. En el Festival de  Venecia, de 21 películas presentadas, sólo una es de una directora. En este contexto vemos cómo la precariedad laboral se ensaña especialmente con las mujeres. Del mismo modo sabemos que la brecha salarial hace que las mujeres cobren aproximadamente un 25% menos que los hombres por el mismo trabajo. Todo esto nos entristece pero no nos extraña porque seguimos viendo películas en el cine y en la televisión que son una continúa épica masculina donde la mujer que aparece se podría sustituir tranquilamente por una lámpara bonita sin que el argumento se viera alterado de forma sustancial. Escuchamos canciones recién creadas que sostienen y alimentan el antiquísimo relato de la mujer objeto. Bailamos con unos videos musicales en los que el chico de la canción es el sujeto dominante y se presenta revestido de todos los atributos de dignidad y autoridad mientras las chicas aparecen reducidas a culo y tetas. Nos machaca una publicidad que en ocasiones (y estoy pensando ahora en anuncios de moda o de perfumes) parece haber perdido el norte por completo. Así se repartían los espacios en el patio del colegio y así se reparten en el mundo adulto, que no es sino un reflejo y una continuación de la educación que hemos recibido y de la información que seguimos recibiendo a través de los medios.

Con ese panorama no resulta raro que, siguiendo un observatorio realizado en nuestra región por el Colectivo +mujeres, del que formo parte, el porcentaje máximo de presencia de las mujeres en el ámbito de la cultura no supere el 18% en ningún caso y que los porcentajes sean, en general, extraordinariamente desalentadores. La escasa presencia femenina en puestos de toma de decisiones no se corresponde sin embargo con los resultados académicos ya que las chicas suelen obtener mejores notas que los chicos. Lo digo antes de que salga algún fan de Pérez Reverte o Javier Marías a decirme que eso será porque no han hecho méritos o no tienen talento. El problema es que a nosotras se nos educa en la aceptación de ámbitos reducidos y a los hombres, por el contrario, se les educa en la conquista de todos los espacios: el físico, el social, el político y  el cultural. Por eso son tan necesarios los agentes de igualdad en los colegios e institutos. Desgraciadamente la falta de voluntad política y de asignación de recursos dejó a la ley que lo preveía (Ley Orgánica 3/2007), considerada pionera e integral en esta materia, en papel mojado. Aún así no debemos cejar, es imprescindible educar para que el patio del colegio, que luego será el mundo, esté repartido de forma equitativa. De eso va el feminismo.

domingo, 20 de agosto de 2017

NO ES LA RAZA, ES EL RACISMO

NO ES LA RAZA, ES EL RACISMO

No es la raza ni tampoco la religión: es el racismo y el racismo mata, en Barcelona y en Charlottesville. Sin embargo se culpa de los asesinatos terribles de Las Ramblas a toda la comunidad árabe y musulmana. En el suceso de Charlottesville tenemos bien identificada la clave del asesinato, que pudo haber sido múltiple: el racismo. Pero vemos que los racistas blancos, con Trump a la cabeza, echan balones fuera: es violencia por ambas partes, se trata de un enajenado… Tratan de ocultar que el núcleo duro en esta cuestión es su racismo violento, quieren ocultar que lo que ellos piensan y dicen y comparten impulsa a los más descontrolados a agredir y asesinar. Esto está más o menos claro y los medios de comunicación no se desvían demasiado de la clave del problema, aunque El País, que no es ni sombra ya de lo que fue un día, se haya alineado junto a Trump. Por el contrario, en los sucesos de Barcelona, para una gran parte de la población los culpables son todos, TODOS los árabes y musulmanes, o, por decirlo llanamente: los moros, en un totum revolutum en el que se mezcla raza y religión, en el que se incluye (por supuesto) a los ya maltratadísimos refugiados que huyen de ese mismo terrorismo, un disparate de ignorancia donde se mete a 1.600 millones de personas…  Parece increíble tener que decirlo pero no todos los musulmanes son del DAESH como no todos los vascos eran de ETA. De hecho, el DAESH mata sobre todo a musulmanes (leed este artículo si queréis datos: http://www.eldiario.es/internacional/atentados-organizaciones-islamistas-mayoria-musulmana_0_497301265.html), sin embargo, una vez más, un atentado de estas características les hace sospechosos a todos de forma automática. He leído un post en Facebook que pide, atención: deportaciones masivas, cierre de fronteras, ilegalización del Islam, prohibición del burka. Entristece el nivel combativo de tamaña ignorancia.

En realidad, los racistas anti islamistas y los racistas anti occidentales, aunque parezca lo contrario, luchan en la misma trinchera: la trinchera del odio, de la segregación, de la superioridad de la propia raza, en la trinchera de la solución definitiva, en la trinchera de la muerte. Enfrente, sin trinchera, sin armas y sin odio, estamos todos los demás. Sucesos terribles como el de Barcelona, se llevan vidas inocentes por delante y se llevan, además, a mucha gente tibia a la trinchera del odio, personas que con su opinión alentarán y armarán aún más a los atrincherados.

Dejadme que lo diga una vez más: no asesina la raza, asesina el racismo. El racismo es el refugio de los cobardes, de los que no soportan la alteridad, de los que, por no atreverse a mirar al otro, se sienten amenazados y quieren su destrucción. Si de verdad queremos contribuir a la paz, si de verdad es ese nuestro cometido, no podemos dividirnos entre blancos y negros, entre moros y occidentales. La división real es entre violentos y no violentos. Debemos contribuir a la paz de pensamiento, palabra y obra. La paz es la prioridad, no la venganza porque es obligación de los que seguimos vivos, cuidarnos, amarnos, rechazar el odio. Si no identificamos bien el problema difícilmente podremos darle solución.

jueves, 17 de agosto de 2017

EL PLANETA DE LOS SIMIOS

EL PLANETA DE LOS SIMIOS

Esperemos que la canícula del verano, por influencia inversa, enfríe los ánimos bélicos de Trump y de su alter ego norcoreano, Kim Jong-un, que, por lo mucho que se parecen (niños malcriados del sistema político y económico de sus respectivos países) cualquiera diría que, a pesar de venir de lugares tan lejanos y distintos, son gemelos univitelinos. No temáis, no voy a repetir la cuñadísima  expresión de que los extremos se tocan, todavía no me ha afectado tanto la caló. Quizás más bien pondría el acento de que, aquí y en Pekín, lo que nos iguala hasta convertirnos prácticamente en clones son los valores del sistema que nos educa, fijarse bien en lo que digo. Si tú crías a un janglón de éstos convenciéndolo de que es el rey del universo, de que él y su cuadrilla son los jodíos amos, asegurándoles que la supremacía blanca (o norcoreana) es lo natural y que cualquier otra opinión es una perversidad, terminas con unos individuos que, a poco que nos descuidemos, se cargarán el planeta nada más que por sus huevos toreros. Si Trump, como dije en otra ocasión, es un mono con un lanzallamas, el mono norcoreano viene a ayudarle con una manguera de gasolina.

Desconozco la realidad de Corea del Norte. Todo lo que puedo decir al respecto es que su líder, cada vez más parecido a su replicante tuitero en lo disparatado (no en lo gracioso, porque maldita la gracia) es un tirano clásico, de los que lo mismo hacían senador a su caballo que mandaban decapitar a un sirviente por estornudar en su presencia. Kim Jong-un hizo ejecutar a su tío y mentor, considerado el auténtico poder en la sombra, entre otras muchas muertes más o menos sospechosas, como la de su propio hermano, asesinado cuando intentaba salir del país con pasaporte falso. De verdad que tener a un elemento así custodiando un arsenal atómico es de todo menos tranquilizador.

En cuanto a Trump y la realidad estadounidense, sin duda cada vez resultan más preocupantes. Con este presidente hemos dado un salto atrás tan grande que todavía no sabemos bien si hemos caído en los años posteriores a la abolición de la esclavitud en Norteamérica, con racistas blancos reivindicando su superioridad por mandato divino o directamente en la Edad Media, como lo prueban los recientes acontecimientos de Charlottesville. Las declaraciones terribles de Trump, lamentando por igual la violencia de un lado y del otro, aunque del otro no haya violencia, aunque del otro sólo haya una joven asesinada, alimentan una equidistancia tan imposible como tramposa que nos deja perplejos e indignados porque equivale a no condenar en absoluto a esa mala bestia que arremetió contra los manifestantes con su coche y por tanto no condenar tampoco a los supremacistas blancos, racistas por definición, que le apoyaban porque, claro, tendría que desautorizarse de paso a sí mismo. El sueño de Luther King devenido en pesadilla.


El problema con Trump es que, en demasiadas ocasiones, su vertiente ridícula y payasa, de auténtica vergüenza ajena, con imágenes de las que te dan la cena si estás viendo el telediario, opera como cortina de humo que oculta el hecho de que él junto con el stablishment, esa  maquinaria de guerra que le acompaña, avanzan en la senda de la destrucción de esta democracia, que aunque imperfecta, es la poca garantía que nos queda frente a los abusos del poder. ¿Por qué? Pues porque al capitalismo le estorba la democracia más que a la RAE el feminismo, ¿veis por dónde voy? Junto con un racismo tan vergonzante como indisimulado, lo que se potencia es un sistema desregulado que deje completamente vacía de contenido a la democracia y mientras alucinamos viendo al presidente norteamericano hacer el tonto a destajo, nos van colando un neoliberalismo desatado que pondrá en cuestión el futuro mismo del planeta. Muy preocupante todo porque la influencia de EEUU en Europa y en el mundo entero es inevitable. En fin, el ambiente está calentito y al mando, monos con lanzallamas.

miércoles, 2 de agosto de 2017

¿A DÓNDE VAMOS?

¿A DÓNDE VAMOS?

La pregunta tiene más años que el Sol, sé que no estoy siendo nada original, pero qué queréis que os diga, hoy me hago yo esa pregunta. Disculpad por el tono depresivo: será el calor.

Pienso estos días en esta sociedad nuestra en la que se plantea seriamente el debate de si es pertinente que se utilice a mujeres pobres como proveedoras de cuerpos donde depositar la semilla de occidente, mujeres pobres utilizadas como meras incubadoras con la coartada de la libertad personal, esa libertad de la que ellas mismas carecen por su situación de indefensión extrema. Cuando se habla de libertad en este contexto suena a broma macabra. Duele escuchar a personas de izquierdas (o zurdas, yo qué sé ya…) defender esta práctica que atenta contra el más elemental de los derechos humanos.

Pienso en esta sociedad nuestra a la que no parece importarle lo más mínimo la suerte de miles de personas migrantes que mueren en su intento de llegar a Occidente huyendo de guerras y hambrunas o, en el mejor de los casos, malviven en campos de refugiados en una espera sin fin. Y pienso, como ya he dicho en otras ocasiones, en qué nos convierte como sociedad, esa indiferencia (cuando no rechazo) frente a tanto dolor. Qué somos nosotros, los que contemplamos el sufrimiento sin inmutarnos.

Pienso en tantos jóvenes que, aunque tengan la suerte de trabajar lo hacen tan en precario que no pueden dejar la casa de los padres para independizarse. Y pienso en esos padres y abuelos que sostienen al grupo familiar. La cifra del paro ha bajado, sí, pero un noventa por ciento de los trabajos generados son temporales, lo cual, por definición, indica que carecen de la seguridad necesaria para iniciar un proyecto de vida. Y sin sonrojo ninguno se ha planteado el debate de si los jóvenes deben cobrar por su trabajo de becarios (trabajo que en ocasiones se alarga años) porque a eso se le llama “ganar experiencia”. Los derechos laborales están siendo literalmente machacados en este proceso acelerado de desregulación del mercado laboral, pero la precariedad (de la que empezamos a sospechar que no es el tránsito sino el destino) no es el mejor escenario para reflexionar en otro tipo de sociedad ya que se ha de atender primero a lo urgente, que es vivir. La precarización cumple una función doble: explotar  a los trabajadores y al mismo tiempo anular su capacidad de reacción.

Y bajando a temas concretos, pienso en la declaración de esta semana del presidente del gobierno por el caso Gürtel, la mayor trama de corrupción de la democracia. Aunque los testigos, por ley, deben sentarse frente al tribunal y en un escalón por debajo de éste, Rajoy se ha sentado al mismo nivel y a la derecha del tribunal, al igual que los justos se sientan a la diestra de Dios Padre. Sé, sabemos, que esta escenificación no es inocente, nada lo es, tampoco el presidente y menos cuando necesita de estos subterfugios. El presidente del tribunal se ha mostrado todo el tiempo tan complaciente con el testigo como agresivo con la acusación, dinamitando todo asomo de imparcialidad y haciendo bueno el dicho ese de que todos somos iguales ante la ley, pero unos más iguales que otros. Mientras tanto una ciudadanía anestesiada ronca una siesta de años. Cómo podemos tragar con tanto. Hacia dónde nos conduce tanta corrupción sostenida por tanta apatía.


Todo esto me hace plantearme seriamente el tipo de sociedad que estamos creando porque nada de lo anterior cae en vacío y el futuro nuestro lo estamos generando, por acción u omisión, cada día.

miércoles, 19 de julio de 2017

BIENVENIDOS AL DESIERTO DE MURCIA

BIENVENIDOS AL DESIERTO DE MURCIA

Dedicado a Juan Alcaide

No, todavía no ha ocurrido pero estamos en el camino para que el futuro atractivo turístico de la región sea su impresionante desierto donde antes (pásmese, visitante) había una frondosa huerta. El desvío del agua hacia áreas exógenas y la destrucción de la flora autóctona mediante el entubamiento de acequias son el camino más corto hacia la desertificación.

Que el cambio climático es un hecho nos lo está diciendo de forma elocuente ese colosal cubito de hielo llamado Larsen C que se ha separado de la Antártida, el mayor iceberg de la historia desde que se tiene registro. Por una parte la dependencia de combustibles fósiles y por otra el modelo económico actual de puritita rapiña contra el planeta sin importar las consecuencias, traen estos resultados a nivel mundial.

Todo tiene que ver con todo y en nuestra región, tan alejada de la Antártida, ese mismo modelo se verifica, entre otras cosas, en las continuas roturaciones que llevan gigantescas plantaciones de lechugas y de cítricos a montes pelados, irrigados merced al robo del agua.  Podemos ver desde el coche cuando viajamos hacia Alicante, Mazarrón o el Mar Menor, montes aterrazados, eriales pespunteados de gomas de riego por goteo, nuevas roturaciones cada día, que nos hacen preguntarnos cómo es posible que en este trozo de desierto, donde las lagartijas llevan cantimplora, estén plantando naranjos. A quién se le ocurre. Pues se les ocurre a los inventores de este sistema, que tienen de tó menos de tontos: enormes tubos de hormigón conectados a puntos estratégicos del río conducen el agua hasta zonas semi desérticas previamente adquiridas por el valor de una bolsa de gominolas por inversores bien asesorados. Para hacer este tema aún más triste, el actual Pacto del Agua, que previsiblemente se firmará a final de este mes, es un paripé que no va a conseguir que se cumpla la Ley y que se impida la «deslocalizacion del agua», es decir, que se impida regar nuevas roturaciones a decenas de kilómetros de donde se encuentran las fuentes, dejando sin agua a los regadíos tradicionales que siempre y por derechos ancestrales han hecho uso de la misma y que son los que garantizan la estabilidad freática, la sostenibilidad ecológica y la biodiversidad de los  entornos, entre otras muchas cuestiones. ¿Qué por qué es un paripé el Pacto del Agua? Pues porque deja fuera a regantes, ecologistas y agentes sociales que puedan enmendar la plana a este modelo que tanta plusvalía genera para unos pocos. Pero esos pocos sí se encuentran representados en el Pacto del Agua, así que, sacad cuentas.

Como el modelo económico es de una injusticia demoledora a todos los niveles, después esas lechugas del párrafo anterior son  arrancadas por temporeros inmigrantes a razón de dos céntimos la pieza como hemos sabido hace un par de semanas. Finalmente y para cerrar el círculo los millones de euros de beneficio espurio conseguidos por esos avispados inversores viajan a las Islas Caimán o cualquier otro destino más o menos exótico para evitar pagar los necesarios impuestos que contribuyan al bien común. Mientras tanto, el mensaje machacón de los mass media, en manos de esos mismos inversores o de amigos muy cercanos, es el de que la reivindicación ecologista es una milonga y que los inmigrantes nos roban los recursos sociales y la sanidad. Cuando en el futuro (si lo hay) se estudie nuestra época vamos a quedar como la ciudadanía más entretenida y peor informada de todos los tiempos con muchísima diferencia. Poco pan y mucho, pero que mucho circo. 

Llegados a este punto, no me queda más que añadir, tal y como se coreaba en las manifestaciones de los regantes molinenses hace unos años: “Agua para los regantes y no para los mangantes”.


domingo, 9 de julio de 2017

LAS MENTIRAS DE LOS RACISTAS

LAS MENTIRAS DE LOS RACISTAS

He leído y escuchado, con ligeras variaciones, la siguiente historia: una mujer marroquí acude sola o con su hijo a un centro de salud, a veces habla el idioma y a veces no, y pide diez o veinte recetas ella misma o bien el hijo le hace de intérprete. El funcionario/a ni comprueba su identidad, ni hace preguntas, sino que, sencillamente, le sella las recetas y la mujer expresa en voz alta, en la versión en la que acude sola, lo bien que se vive en este país en que te lo dan todo hecho y gratis, sin mayor obstáculo. En una ocasión, la esposa de un conocido me contó esta historia como si hubiera ocurrido delante de alguien de su entorno. Yo le dije que no me lo creía y os podéis imaginar la que se montó. Ahora leo en Facebook este mismo relato con pequeña alteración (madre que no habla el idioma, para hacer el asunto más doloso, y niño que hace de intérprete); hago lo mismo, digo que es MENTIRA y, cómo no, se me echan encima sin tardar un minuto, un par de usuarios de la red social para afearme mi incredulidad frente a la invasión extranjera que nos roba nuestros recursos ante el silencio de la administración que lo hace para conseguir votos (¿de quiééénnn?). Me tomo el tiempo de leer algunos de los casi ocho mil comentarios que tiene este hilo de Facebook, en su inmensa mayoría racistas hasta la náusea. Alguien dice, sin asomo de sarcasmo, que la horda migratoria se la debemos a Rajoy, “el buen samaritano”. Y todo así. Resumiendo: no vamos a cobrar las pensiones porque este gobierno (del PP, por si alguien lo ha olvidado) se lo da todo a los inmigrantes, que vienen aquí a pasar el día en el bar y a vivir sin trabajar mientras los pensionistas pasan fatigas. Me lloran los ojos, en parte por los disparates supinos y en parte por las faltas de ortografía sangrantes.

Mientras se cuentan estas mentiras, la realidad mensurable y contrastable es que la semana pasada murieron al menos 49 personas en una patera cerca de Alhucema intentando llegar al continente, todos de origen subsahariano; sólo ha habido tres supervivientes. Según Amnistía Internacional, más de dos mil personas han muerto en las aguas del Mediterráneo Central en lo que va de 2017. Completaré esta información: más de dos mil personas que a nadie le importan. Esto con respecto a los que intentan llegar. Por lo que se refiere a los que ya trabajan aquí, hace unos días, trescientos inmigrantes, jornaleros del campo, denunciaban las condiciones laborales lamentables en las que se encuentran, sin acceso a instalaciones sanitarias y cobrando dos céntimos por lechuga arrancada lo que les obliga a hacer jornadas interminables para poder sacar lo mínimo para vivir. Y estos son los que tienen suerte porque los que no la tienen son retenidos en CIEs, auténticas cárceles encubiertas donde el único delito de los que hay allí encerrados es ser extranjeros, pobres y carecer de D.N.I.

Todo esto ocurre en la misma semana en que escuchamos al ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido (ministro del mismo PP que al parecer le regala los recursos a los inmigrantes), decir que las oenegés, las únicas que de algún modo palían tanto sufrimiento, "potencian o favorecen la migración irregular", como si en realidad las personas que huyen poniendo su vida en peligro al hacerse a la mar sobre frágiles embarcaciones, lo hicieran por los atractivos turísticos que Europa ofrece. Vale la pena destacar que según ACNUR, un altísimo porcentaje de los muertos en este Mediterráneo devenido en tumba de África, son niños y niñas. Y sin embargo, el ministro de Interior se dedica a criminalizar a las organizaciones que protegen a estas personas. Dice Paula Farias, de Médicos Sin Fronteras: "Las declaraciones de Zoido demuestran su ignorancia sobre lo que pasa en el Mediterráneo: estamos sacando del agua a la gente que deberían  rescatar  los Estados miembros". Vemos que la UE no hace frente a este problema, más allá de comunicados de buenas intenciones y pésames hipócritas cuando en alguna ocasión el horror de las muertes excede lo soportable. En este contexto, el ministro con sus palabras no hace más que alimentar y dar alas a la ola de xenofobia que amenaza con tragarse todo asomo de esa humanidad que en tiempos fuera seña de identidad de la vieja Europa.

Mentiras y más mentiras: mentiras de los racistas de a pie y mentiras de los racistas que nos gobiernan, mentiras deleznables que representan la vergüenza de pertenecer al género humano. Mentiras de un lado y de otro y en medio miles de muertos que a nadie le importan.



domingo, 2 de julio de 2017

LO SUYO

LO SUYO

Por desgracia todos conocemos a ese grupo de descerebrados autodenominados "Lo Nuestro", o sea, lo suyo de ellos, porque lo mío no es y lo tuyo, que me lees, sospecho que tampoco. Es el grupo que recibió la bendición por parte del delegado del gobierno para manifestarse el mismo día y a la misma hora que el desfile del Orgullo porque, claro, quién va a imaginar que un grupo neonazi vaya a ser hostil contra el colectivo LGTBI. O más bien a quién le importa. Y ya sabemos cómo acabó, aunque a Sánchez-Solís no le conste. Al parecer son los mismos que han golpeado y amenazado de muerte (sí, de muerte) a un chico negro, brasileño, que se llama Lincoln. Su familia lo tuvo que cambiar de instituto por las amenazas recibidas. Han escrito su nombre (bueno, ellos escriben Lincom porque la ortografía no es su fuerte) junto a un símbolo nazi y el imperativo "muere". Muere Lincoln, terrible y alegórico.
Son peligrosos, lo sabemos, se dedican a amedrentar a gente que disfruta pacíficamente del desfile festivo del Orgullo, a dar palizas a inmigrantes, a amenazar a chicos negros... No les interesa ni lo más mínimo el trabajo social pero ponen mesas para repartir arroz y garbanzos a españoles pobres y el objetivo no es ser inclusivos con los marginados sino ser excluyentes con los inmigrantes. Es una puesta en escena pura y dura porque a ellos los marginados les producen casi tanto rechazo como los inmigrantes como bien sabemos por las veces en que han ocupado su tiempo en hostigar indigentes. Hoy les dan legumbres que recogen a las puertas de los Mercadonas pero en otras ocasiones les han dado palos.
Son peligrosos, repito, y mucho, porque son violentos por definición. Y sin embargo el delegado de gobierno les ampara, ¿es que la Ley Mordaza no va con ellos? ¿Es que lo suyo no es un delito de exaltación del odio? Para nuestro gobierno regional la respuesta es no.  En su caso se trata simplemente  de libertad de expresión. Expresión de la xenofobia y la homofobia en este caso, claro está.
Me he partido la cara dialécticamente con personas de mi entorno que dicen que los recursos sociales del estado se dedican a los inmigrantes y que los españoles pobres no son atendidos. Lo dicen y se quedan tan panchos, lo dicen y quieren que tú también te lo creas, y que lo repitas y poco les falta para pedirte que lleves un kilo de lentejas al tenderete de "Lo Nuestro". Y a ti te explota la cabeza con tanta estulticia y no sabes por dónde empezar a argumentar ni si vale la pena. Y entonces les explicas que cómo es posible que se crean que este gobierno que retiró la cartilla sanitaria  a los extranjeros,  algo que va contra el más elemental de los Derechos Humanos, sea el mismo que, según su argumentación, les da ayudas familiares a inmigrantes, discriminando a españoles, de dos mil euros al mes. Y no hay modo de penetrar con argumentos esa espesa capa de racismo, desinformación y tontuna.

Del peligroso ascenso de la ultraderecha  no son los neonazis los únicos responsables. También es responsable esa parte de la ciudadanía que arma con su respaldo a los de los puños americanos. El delegado del gobierno también lo es, por permitirles campar a sus anchas. Y por supuesto el partido del gobierno, ese PP que cuando le conviene es derecha moderada pero que necesita tirarle de vez en cuando un hueso a la jauría ultra, que también vota.

domingo, 18 de junio de 2017

45 GRADOS

45 GRADOS

Para los que siguen pensando que lo del calentamiento global es una milonga de ecologistas agoreros, aquí se presenta junio con 45 grados. Y es que el planeta ya no sabe cómo decirnos las cosas para que reaccionemos. No es que sea una novedad que en verano haga calor pero si vamos juntando noticias la cosa ya se pone un poquito más alarmante. Como dijo Bertolt Brecht, die Wahrheit ist konkret, la verdad es concreta. Y además, añado yo, la realidad es tozuda, se abre camino y termina imponiéndose por más que algunos se empeñen en ignorarla. Tenemos  variadísimos ejemplos de esta tozudez de la realidad:

Ejemplo 1, nivel local
El viernes pasado día 16 de junio se cayó parte del enorme ficus de Santo Domingo, con el consiguiente susto para la gente que había en la plaza y porque no hubo que lamentar más desgracia que la caída del propio árbol. El ficus se derrumbó a pesar de la promesa del gobierno regional de proteger y conservar nuestro patrimonio arbóreo (echad un vistazo a esta propaganda del PP de aquí abajo), porque no era más que eso, una promesa. Pero, ¿qué queréis, lumbreras, que crezca un ficus centenario en una maceta, máxime cuando le cortáis las raíces aéreas, que son las que garantizan su estabilidad porque, claro, hacia donde las va a lanzar el árbol si vive en dos palmos de tierra? Pero si la política municipal en esta materia es dejar los jardines como el parking de un centro comercial, metiendo arbolitos huérfanos en minúsculos alcorques, este es el resultado, ya que como dije en el párrafo anterior, la realidad se abre camino y las raíces de los árboles también.



Ejemplo 2, nivel regional
A pesar de que el 11 de mayo el presidente López Miras bendijera con el hisopo de la propaganda las aguas del Mar Menor desde la cubierta de un barco, diciendo que la laguna está como hace veinte años (sic) y que no vayamos por ahí diciendo cosas que espanten a los turistas, la tozudez de la realidad nos ha dejado el jueves 15 de junio a treinta niños de un colegio de Jumilla con urticaria tras bañarse en el Mar Menor. Medio Ambiente aseguraba que las aguas eran aptas para el baño y que las algas no eran tóxicas, pero ello no impidió que a los niños se les diagnosticara una dermatitis provocada por un alga. La realidad es lo que tiene: que a cabezona no hay quien le gane.

Ejemplo 3, nivel nacional
La gestión de las cuencas fluviales a nivel nacional en la mitad sur de nuestro país es, en general, un ejemplo de todo lo que no se debe hacer con el agua. Entubar cauces, desviar cursos, encementar acequias, esquilmar sin piedad los recursos hídricos como si, literalmente, no hubiera un mañana. Todo ello además en medio de tramas corruptas de venta del agua para favorecer a grandes empresas agroindustriales en detrimento de los pequeños y medianos agricultores y en detrimento también de los riegos tradicionales que son los que han garantizado durante siglos la biodiversidad y la sostenibilidad de los entornos. Cómo no pensar en la distopía que describe magistralmente Ginés Sanchez en su novela “Dos mil noventa y seis” en la que muestra un mundo en colapso por la falta de agua. Ojalá que no llegue, pero habrá que reaccionar ante la realidad presente.

Ejemplo 4, nivel mundial
A nivel mundial no nos va mejor. El líder del país más influyente del planeta es un mono con un lanzallamas en una mano y un bidón de gasolina en la otra. Al retirar a EEUU de los acuerdos de París en materia medioambiental, Trump da por inaugurada una barra libre de tropelías contra el planeta en nombre del emprendimiento (él considera que el acuerdo perjudica el desarrollo de la economía y del empleo en su país) cuyas consecuencias sufriremos todos. Él y sus descendientes también, claro. Es el resultado de la ignorancia combinada con avaricia en cantidades industriales: no se libra nadie. Pero esto no nos sirve de consuelo, más bien al contrario, porque constatamos que estamos en manos de un individuo que, dando la espalda a la realidad más tenaz, es capaz de poner en riesgo, por puro espíritu depredador, un planeta donde él también vive.

Esto es lo que tenemos, ya podemos ir haciéndonos a la idea porque si cerramos los ojos será la realidad la que se encargue de que los abramos.

jueves, 1 de junio de 2017

MOIX, LAS PENSIONES, PODEMOS Y EL PSOE

MOIX, LAS PENSIONES, PODEMOS Y EL PSOE

El Banco de España avisa de un fuerte recorte en pensiones. Y sin que aparentemente tenga nada que ver, también nos hemos enterado esta semana de que el señor fiscal jefe anticorrupción de nuestro país, Manuel Moix (ahora dimitido)  tiene una empresa off-shore en Panamá. Él dice que es una herencia de su padre. No nos sorprende, una herencia, igualito que Pujol. Vemos que el nacionalismo de uno y otro signo está unido, entre otras muchas cosas, por el ánimo depredador y la falta de escrúpulos y vergüenza. A todo esto, el gobierno dice que está bien, que todo guay, que cuál es el problema. Claaaro, el gobierno de un partido cuya sede está pagada en B, cuyo ejecutivo cobra en sobres de dinero negro, cuyos tesoreros han sido procesados por contabilidad imaginativa, cuyo presidente tiene que declarar como imputado… como para que nos extrañe que les parezca de perlas este fiscal anticorrupción. Ni hecho a medida, vamos.

Para arreglar la cosa sale Celia Villalobos a hacer declaraciones y dice, la señora, que a ver si es que queremos que nuestros políticos sean pobres de solemnidad. No, doña Celia, nadie ha pedido tal cosa. Lo que sí pedimos, es más, exigimos, es que nuestros políticos, empresarios, celebrities y demás personal de parné, paguen sus impuestos en España, para contribuir a la riqueza común, tal y como hace, por cierto, el resto de la ciudadanía so pena de ingentes multas. No pedimos un tratamiento más duro para políticos, ni siquiera pedimos ya que prediquen con el ejemplo, que sería lo suyo. Pedimos, pura y simplemente, que tributen como cualquier otro ciudadano de a pie. Por favor. Copón, ya.

Tal polvareda se ha armado que el señor Moix ha tenido que dimitir (de fiscal anticorrupción, no de su riqueza viajera, claro), pero esta dimisión no consigue disipar el hedor a podrido en el ambiente porque sabemos de sobra que hay muchos otros casos similares, unos conocidos y otros no. Y también somos conscientes de que esto está directa y dolorosamente relacionado con el fuerte recorte en pensiones anunciado, porque para qué explicar que todo lo que es riqueza off-shore se convierte de forma automática en pobreza nacional. Sin embargo vemos ya casi sin estupor cómo nuestros conciudadanos votan de nuevo al PP, como si les diera igual una ecuación que es de Barrio Sésamo: lo que está fuera, no está dentro; riqueza fuera del país igual a pobreza dentro del país. De que continúe gobernando un partido corrupto hasta el tuétano más allá de todo asomo de duda son responsables el propio PP, los medios de comunicación, la ciudadanía misma, y por supuesto también el resto de partidos. Si el PP gana es, entre otras cosas, por incomparecencia del contrario. El PSOE a hostia limpia entre susanistas y sanchistas, o sea, entre el viejo régimen y el supuesto (con muchas comillas) nuevo régimen y Podemos en pleno proceso de mitosis, no animan precisamente al electorado a hacer una apuesta por el cambio.


Por lo que vemos, España tendrá su riqueza viajando por esos mundos, haciendo turismo financiero, durante mucho tiempo. Spain no es que sea different. Spain es directamente off-shore.

lunes, 8 de mayo de 2017

¿ABRIR EL DEBATE?

¿ABRIR EL DEBATE?

A raíz de la noticia de El Confidencial sobre el trabajo no remunerado de becarios en restaurantes y las posteriores declaraciones del cocinero Jordi Cruz, hemos sabido que si trabajas para alguna celebridad, date por pagado: estás cobrando en una moneda que se llama prestigio. Eso sí, no cotiza a la Seguridad Social ni paga la hipoteca, pero, oye, cuánto honor. Tampoco lo querrás todo. Si ese es el trato supongo que Jordi Cruz tampoco cobrará a TVE por su presencia en Masterchef, y que, al igual que los becarios que trabajan para él, también recibirá su estipendio en fama, la que le da un medio público para promocionar su restaurante. No queremos pensar que gente tan honesta funcione con un doble rasero.
Lo que Jordi Cruz plantea a través de una explicación cínica en extremo es una relación laboral basada en una desigualdad vergonzosa. Por cierto, el presidente de la Ceoe también es de la opinión de que, efectivamente, el trabajo de los becarios es impagable... Estos llamados emprendedores de éxito en neolengua tienen un nombre en castellano antiguo: depredadores sociales. No generan empleo, puesto que no pagan sueldos sino que se aprovechan de forma descarada de su situación de privilegio para beneficiarse del trabajo de otros. Pero lo que realmente preocupa es que se haya puesto sobre el tapete el tema  de si pagar con prestigio es sueldo suficiente.

Hay cuestiones para las que el simple hecho de abrir el debate ya supone cruzar una línea roja. Me explicaré. Si yo os digo: venga, vamos a abrir el debate sobre canibalismo o sobre venta de órganos, estoy segura de que me diríais: ¿estás loca, qué debate? Y esa sería la respuesta correcta. Hay temas que no se pueden ni se deben plantear. Sin embargo hemos visto cómo se ha abierto recientemente el debate acerca de vender o alquilar el cuerpo de otro ser humano, o sea, sobre la pertinencia de convertir a las mujeres pobres en meras incubadoras. Y estos días se está planteando  la cuestión de hacer trabajar a personas jóvenes sin que cobren, o sea sobre la pertinencia del trabajo en condiciones de semi esclavitud. Estos son los  nuevos vectores de avance del neoliberalismo para el cual todo es objeto de compra-venta y donde la única ley a respetar es la de la oferta y la demanda.  Y la respuesta no es sólo en ambos casos un rotundo NO: no a la venta ni alquiler de cuerpos y no a trabajar sin cobrar.  La respuesta es que el mero hecho de plantear dichas cuestiones ya es una trampa porque nos llevan a su terreno, o sea, a discutir temas que ni siquiera se deben cuestionar, del mismo modo que a nadie en su sano juicio se le ocurriría abrir el debate, insisto, sobre venta de órganos o canibalismo. Así es como se comienza a producir un cambio de paradigma, abriendo el debate. Hay líneas rojas que no se deben cruzar jamás porque cruzarlas supone poner en riesgo nuestra condición humana para convertirnos en mera mercancía. Esas líneas rojas son las que atañen a nuestra dignidad como seres humanos y deberían ser intocables.

domingo, 30 de abril de 2017

POESÍA CONTRA REGGAETON

Poesía contra reggaeton

Cada noche les leo a mis hijas y a mi hijo poemas de Antonio Machado, de Ana Mª Romero Yebra, de Amado Nervo, de Concepción Arenal.  No es aleatorio, forma parte de un plan. Necesito darles otras opciones de lenguaje y de pensamiento que se alejen radicalmente de la fiebre latina que estamos sufriendo. No sé el resultado que dará, no sé cuánta Rosalía de Castro hace falta para neutralizar el "Sabes que tu breva está buscando de mi pam pam" que les persigue a todas horas; qué dosis de antídoto poético será conveniente para conjurar la intoxicación machista y de mediocridad musical que soportan sus oídos y sus mentes. Rimar diminutivos tendría que  estar tipificado como delito penal lingüístico, y ya rimar gerundios debería tener cárcel sin fianza. Toda poesía es poca para contrarrestar el: "Porque tu belleza es un rompecabezas (frase, por cierto, carente de sentido a menos que esté dedicada a Rossy de Palma), pero pa' montarla aquí tengo la pieza". Como se puede ver, sutil como una retro excavadora en plena faena.
No sé si mi plan funcionará, de momento nos divertimos con "La Gallina"  de Gloria Fuertes:”Mi ama me vende/a doña Luz/¿Yo con arroz?/¡Qué ingratitud!” y nos emocionamos hasta las lágrimas con: "míralos qué viejos son, qué viejos son los lagartos"  de García Lorca.
El machismo, que siempre halla una manera de renovarse, ha encontrado en el reggaeton un modo de expresión y difusión masivo y acrítico, un ideario viejo con ropajes nuevos. En los setenta los payasos de la tele nos enseñaban cómo ser las perfectas amas de casa: “Así planchaba, así, así/Así planchaba que yo la vi”. No hemos abandonado este mandato porque seguimos planchando así, así, pero ahora el patriarcado nos envía a través del reggaeton el mensaje de cómo ser, además, los perfectos objetos sexuales pasivos y complacientes.

El reggaeton es una epidemia, está por todos lados: en la radio en la tele, en clase de baile, en las fiestas de cumpleaños, en fin, en el universo de nuestras criaturas. Es cierto que desearía que mis hijas y mi hijo crecieran en un mundo donde Pittbull siguiera siendo sólo una raza de perro pero también es cierto que no les puedo sustraer de su medio, porque es el suyo, la casa del futuro les pertenece, ese escenario que, como dice Tagore, no puedo siquiera soñar con visitar, pero sí que puedo, al menos, mostrarles que otros mundos son posibles.

martes, 18 de abril de 2017

A MEDIA ASTA

A MEDIA ASTA

Lo de la bandera a media asta como luto por la muerte de Cristo da un poco de risa por lo vetusto y anacrónico. Lo de la bandera a media asta es incluso gracioso, fíjate lo que te digo, porque pone un poquito de color costumbrista al telediario y anima a los tuiteros a afinar la puntería, si es que no se han dado de baja ya tras lo de Cassandra y el Wyomming, claro. Lo de la bandera a media asta todo lo que hace es rasgar un poco más el ya maltrecho paño de la supuesta aconfesionalidad de nuestro estado. Nada más. Nada menos también, lo sé, pero nada más. Y nos hemos reído un rato. Lo malo, más que las banderas, son las cabezas a media asta, y lo peor son las cabezas astadas porque seguimos viviendo en un país  que embiste contra lo que no comprende. Como decía Machado: “esa España inferior que ora y embiste cuando se digna usar la cabeza”.  Imposible no vincular esto con el culto a la sacrosanta “fiesta nacional”, que no admite disidencias so pena de lapidación. Así que, se sigue rezando y se sigue embistiendo como si no hubiéramos aprendido nada en los últimos ochenta años, como si viviéramos en un tiempo estancado al que le patinan las ruedas y que no gira ni avanza. Asombra comprobar que seguimos siendo el país descrito por Machado en “El Mañana efímero”.  

Se admite más o menos bien que haya quien no participe de la expresión religiosa mayoritaria, que viene a ser casarte por la iglesia, asistir a bodas y comuniones y participar en la Semana Santa (en total unos diez días de espiritualidad al año, como mucho) pero no se tolera que se recuerde y aún menos que se reclame que el nuestro es un estado laico, porque entonces, ay, te lloverán los capones en forma de: “aunque tú seas atea, la religión forma parte de tu cultura y tu tradición”, que viene a querer decir que te aguantes con lo que hay, porque los que participamos de esta manifestación superficial de espiritualidad somos más y tú estás en franca minoría. Así que, si no quieres que haya misa en la tele, apaga el aparato. Del mismo modo, si no te gusta que se torture animales, no vayas a una plaza de toros.

Un buen ejemplo de cabeza astada que ora y embiste lo tenemos en las declaraciones del Alberto Fernández Díaz, presidente del grupo municipal del PP en Barcelona,  pidiendo que se ofrezca prioridad a los refugiados cristianos que huyen de la guerra, algo que además de atentar contra los Derechos Humanos es inconstitucional al pedir que se discrimine atendiendo a la opción religiosa. En el PP, como ya hemos podido comprobar, no son precisamente de acoger a nadie, pero ya puestos y si hay que hacerlo, que se pida primero la partida de bautismo. La misma actitud, la misma, de los ultras de “Lo Nuestro” que ponen un tenderete para dar comida sólo a españoles pobres, y sin embargo los medios presentan al PP como un partido constitucionalista y moderado. Así están las cosas.


domingo, 2 de abril de 2017

CASSANDRA

CASSANDRA

La Casandra de la mitología era sacerdotisa y adivina. Su amante, Apolo, le concedió el don de la profecía, pero cuando ella le dejó, el dios, despechado, le escupió en la boca y la condenó a adivinar el futuro sin que nadie la creyera. Casandra predijo en vano la caída de Troya.
Cassandra Vera, de forma inopinada y a su pesar, nos deja una profecía sobre una sociedad futura sin libertad de pensamiento, sin memoria y sin sentido del humor. La sentencia de un año a la que ha sido condenada pasa por alto que los chistes de la tuitera van sobre un militar muerto hace cuarenta años, heredero de un dictador y que probablemente hubiera prolongado la dictadura durante quizás alguna década más. El Tribunal de Orden Público (o Audiencia Nacional como se llama ahora) cree que la libertad de expresión es un pájaro raro que debe ser puesto a buen recaudo en cuanto muestra sus plumas.  Si Cassandra se hubiera reído cruelmente de retrasados mentales, de maricones, de tartamudos, de cojos, de gitanas, quizás hasta le hubieran dado un espacio en televisión porque ese es el humor que se cultiva con éxito en nuestros medios de comunicación. Pero a quién se le ocurre meterse con un militar franquista en un país que se bañó un día en el Jordán democrático y borró de golpe su pasado fascista, en un país que, ahora lo sabemos, destina recursos públicos a poner efectivos a rastrear la web en busca de chistes de gusto dudoso o no, basta con que contradigan el gusto de quien encarga el trabajo, que ya sabemos de qué pie cojea. Ha sido un fallo desproporcionado respecto a un delito insignificante. Cassandra nos deja una profecía que deberíamos escuchar y ante la que deberíamos reaccionar: su sentencia nos advierte seriamente sobre el advenimiento de una corte rígida y solemne que cuelga por los pulgares al bufón, una sociedad amordazada por un gobierno que reacciona de forma histérica con tuiteras y titiriteros pero que luego manda al jefe del estado a defender la libertad de expresión allende nuestras fronteras, como ocurrió tras el atentado de Charlie Hebdo, haciendo bueno el dicho de “justicia sí, pero no por mi casa”. Hoy, para que la profecía no se cumpla, todos y todas deberíamos ser Cassandra.


sábado, 11 de marzo de 2017

DÍA DE REIVINDICACIÓN

DÍA DE REIVINDICACIÓN

Imaginad esto: 8 de marzo, día de Miss Camiseta Mojada. No, todavía no ha ocurrido, pero no descartéis nada. ¿Que de qué hablo? Pues de la capacidad que tiene este sistema para vaciar de contenido una reivindicación y rellenarla con elementos decorativos. Si algo hace bien el capitalismo es desposeer a los símbolos de su significado mediante a) la banalización total y b) la subsiguiente mercantilización. Seré más explícita: me he pasado toda esta semana leyendo mensajes del tipo: “una rosa para ti que eres mujer, porque hoy es tu día”. Y de ahí para arriba, porque éste es el más inocente de todos. A partir de ahí una gradación ascendente tanto de a) como de b) con ejemplos como los que siguen a continuación y que se glosan solos:

a)
-    Mensaje de un grupo de Whatsapp: mujer en traje de torero (sí, yo tampoco sé por qué) con este texto sobreimpreso: “mujer es: arte, valor, belleza, inteligencia y amor; que Dios las bendiga por haber amado tanto”. Porque eso somos las mujeres, el paradigma del amor.
-    Programa del PP de Rota para la semana del 8 de marzo: el martes, charla “Dolores lumbares en la mujer”;  el miércoles, charla “Cuidados del pie en la mujer” y el sábado “Muestra de peinados y moda flamenca”. No tengo nada que añadir.
-    En una radio local tres hombres debatiendo sobre el papel (o el trapo...) de la mujer en sociedad. Qué duda cabe que se van dando pasos de gigante, dice uno. Sí, pero por lo visto  no los suficientes como para invitar a una mujer a una tertulia sobre mujer. ¿Os imagináis, no sé, una charla sobre filosofía sin un filósofo/a en la mesa? Y quien dice filosofía dice apicultura, por ejemplo. Pero sin embargo nuestros medios de comunicación se siguen sintiendo autorizados a hablar sobre mujeres sin mujeres.

b)     
-  Tienda de cosmética que ofrece el día 8 de marzo un dos por uno en depilación, para ti, mujer. Sólo les ha faltado decir: para que te sientas bella en este día, que es el tuyo.
-   “Con motivo del día de la mujer, Terranatura Murcia y el Ayuntamiento de Murcia, todas las mujeres y niñas ¡GRATIS!” (sic) Con su símbolo feminista y todo dibujado con flores sobre fondo rosa. Puritito pinkwashing asociado a técnica comercial para atraer público. ¿A que es bonito?

Este tipo de utilización mercantil de un elemento reivindicativo me recuerda siempre a una camiseta con el perfil de Ché en lentejuelas que vi en un desfile de modas televisivo, con la cual querían dar una imagen de rebelde cool. Al sistema neoliberal le vale todo, previamente despojado de todo contenido sospechoso de ser agitador, claro.

El ocho de marzo no es el día de la florecita para la mujer, no es nuestro santo, ni siquiera nuestra santa, no es día de felicitar ni de ofrecer rebajas en el tinte o las ingles brasileñas; es un día para reivindicar nuestros derechos y para denunciar que el 51% de la población sigue sufriendo una discriminación vergonzosa y que poner una flor en Facebook o invitar a las mujeres al zoo no es luchar para cambiarlo. Sólo tenemos que acudir a las cifras de mujeres asesinadas por sus parejas (44 en 2016 según datos oficiales), a las cifras de la brecha salarial entre hombres y mujeres (de un 27% a un 30%), a las cifras de desigualdad en la cultura (una media de un exiguo 18% de presencia de mujeres)...  Y ahora probemos a ponerles flores, a ver si mejora la cosa.