lunes, 27 de octubre de 2025

EL PARTIDO QUE NO AMABA A LAS MUJERES

EL PARTIDO QUE NO AMABA A LAS MUJERES

El PP tiene un problema con la sanidad pública, con el derecho al aborto, y con el feminismo. En la pasada semana estos tres problemas han confluido y se han convertido en uno que puede resumirse en que el PP es un partido que no ama a las mujeres.

Moreno Bonilla se ha dedicado durante su legislatura a desmontar la sanidad pública andaluza y venderla por piezas. Resultado: miles de mujeres con retrasos en el diagnóstico de cáncer de mama de hasta dos años, con lo que ello supone. Aun les debió parecer poco porque a su consejera de sanidad, Rocío Hernández, cesada para soltar lastre ante la velocidad del hundimiento, no se le ocurrió otra cosa que abroncar a la comisión de mujeres que se reunió con ella acusándolas de politizar el asunto. Claro que sí, señora, reclamar el derecho a una sanidad pública de calidad es politizar, pero vender esa misma sanidad es simplemente hacer negocio. Negar el derecho a la salud de las mujeres retrasando un diagnóstico de cáncer, retraso que conlleva mutilación o muerte, tampoco es política, es una de esas cosas que pasan en la sanidad pública, que funciona fatal y por eso hay que privatizarla, porque está horrorosa con listas de espera kilométricas, como si eso no fuera fruto de una negligente gestión que tiene como objetivo precisamente hacer negocio con la salud de todos.


Martínez Almeida ha invocado, aceptando una propuesta de Vox (oh, sorpresa), un imaginario síndrome postaborto para atemorizar y finalmente disuadir a las mujeres que deciden abortar. Son expertos en crear problemas donde no los hay. Ha tenido que recular, claro, porque ese síndrome es puritita invención de los lobbies antifeministas. Siguen anclados en el viejo control del cuerpo de las mujeres. Si hace falta inventarse un síndrome pues se lo inventa uno y ya está. Estamos hablando del derecho al aborto, un derecho protegido por vía constitucional en nuestro país vecino, la muy laica Francia. El matiz del laicismo no es baladí: el hecho de que la religión haya estado en nuestro país tan presente en todas las instancias de nuestra sociedad añade carga de culpa y dolor a la interrupción del embarazo: tu cuerpo no te pertenece a ti sino a Dios, tú solo eres una okupa temporal, no puedes tomar decisiones, eso le corresponde a la Iglesia, vicaria de la divinidad, y al resto de instituciones estatales. 2025 y así seguimos.

En Madrid, como en cualquier otra comunidad autónoma, la lista de médicos objetores tiene que ser pública, esto es así por imperativo legal, pero Ayuso se niega a crear un registro. Ella se pone por encima de la ley porque le da la gana y porque esa insumisión le da buen resultado entre gente que se informa a base de bulos y memes; es una estrategia que la hace pasar por una revolucionaria, una antisistema opuesta al aparato del estado al estilo Trump. 


Díaz Ayuso ha pasado de apoyar el derecho al aborto para las mayores de dieciséis sin permiso paterno a pedir “que se vayan a abortar a otro lado” por puro cálculo electoral ahora que se ha convertido en la reina de la ultraderecha. 

Es desesperante después de décadas luchando por el derecho al aborto que, en comunidades autónomas como Murcia o Madrid, prácticamente todos los médicos sean objetores (en la privada sin embargo no objetan y es que el dinero tiene la cualidad de relajar conciencias) y que no se pueda ejercer ese derecho en hospitales públicos; hay que pagar en la privada, dejando de nuevo a las mujeres más vulnerables desamparadas. Aquí el dato: en Murcia solo se realiza el 0,9% de abortos en la sanidad pública; en Madrid el 1%.

Además, es tan terrible, es tan denigrante ese "váyanse a otro lado a abortar" de Ayuso, suena a "vayan a divertirse a otra parte, no me ensucien los portales”. Como si Madrid fuera solo suyo y abortar fuera un deseo, un entretenimiento, una frivolidad. Vayan a abortar a otra parte porque nosotras ya lo hacemos: las señoras bien también abortamos, pero en el extranjero o en clínicas privadas, no salimos a manifestarnos por las calles a reclamar un derecho para todas, no, nosotras lo hacemos en silencio y cada una a lo suyo, sin ruido, sin comunidad. A ver si aprendéis. 

Y para rematar, como no tiene contención verbal, ha dicho refiriéndose al gobierno de izquierdas que “desde que han llegado […] se ha abortado a un millón de personas”, vamos lo que viene siendo un genocidio, aunque de los genocidios reales no quieran saber nada. Y es que al PP la vida solo le interesa en forma de cigoto, una vez nacidos ya que se las compongan.

 https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2025/10/16/partido-amaba-mujeres-122659901.html?utm_source=whatsapp&utm_medium=social&utm_campaign=btn-share


VIVIMOS GOBERNADOS POR LA ESTUPIDEZ Y LA MALDAD

 

VIVIMOS GOBERNADOS POR LA ESTUPIDEZ Y LA MALDAD

Estupidez y maldad son las dos características fundamentales del carácter de Trump, su ejecutivo y sus seguidores.

La estupidez para no ser capaz de ver que son las malvadas ideas que ellos mismos difunden las que han matado a Charlie Kirk, defensor del uso de las armas que han acabado con su vida, abanderado de la pena de muerte y que pedía además que las ejecuciones fueran públicas, televisadas y patrocinadas por Coca-Cola. Paradojas de la vida, de esta terna a su muerte solo le ha faltado el patrocinio. Sería un buen trato proponer que la pena capital sea para quien la defiende; pero no, los detractores de la pena de muerte sabemos que ni siquiera sus defensores la merecen. Está claro que son el exponente paradigmático de la mezcla de estupidez y maldad cuyo resultado más terrible es la violencia generalizada. Aun así, Charlie Kirk no merecía morir, merecía vivir en un país libre, pacífico, diverso, justo, solidario e integrador, un tipo de país que la estupidez y la maldad de él y sus seguidores rechazan incluso con el uso de la fuerza.

Trump y su ejecutivo no soportan el humor: su estupidez no lo entiende y su maldad no lo tolera. La presión de la Casa Blanca ha provocado el despido de, hasta el momento (solo llevan seis meses), dos cómicos: Stephen Colbert y Jimmy Kimmel. Este último ha tenido que ser readmitido por la presión mediática y popular: Disney, la cadena para la que trabaja, perdió casi dos millones de suscriptores. Ya da igual, este ha sido un potente aviso a navegantes. Pero es que ¿cómo no reírte de un tío que dice que ha acabado con siete guerras (¿), una de las cuales entre Aberbaiján (quería decir Azerbaiyán) y Albania (quería decir Armenia)? No podría ser más tonto ni entrenando. Ahora, ojo, si te ríes del tirano estás liquidado. Es peligrosa la estupidez paranoica de un tipo que es capaz de creer que en Naciones Unidas han saboteado una escalera mecánica y un teleprompter para ridiculizarle, como si necesitara ayuda.


La estupidez de Ortega Smith le llevó a dar por hecho que un militar tendría el mismo discurso malvado que Vox y se dirigió, entre servil y coleguita, al almirante general Antonio Piñeiro para pedirle que devolviera o bloqueara el paso a las pateras, porque, por lo visto, nuestro país está amenazado por los pobres que llaman a sus puertas. Afortunadamente la ley del mar lo impide y el sentido común del jefe del Estado Mayor de la Armada terminó ridiculizando al político recordándole que la misión de la Armada es «ayudar y salvar» a los migrantes que se desplazan en pateras, cayucos y otras embarcaciones. Con un sencillo: «Voy a ser muy claro: es mandato de la ley del mar» nos recordó que los seres humanos nos ofrecemos ayuda entre nosotros en situaciones desesperadas. Es puro sentido común, está inscrito en nuestros genes como mamíferos gregarios que somos.

Y sin salirnos de la órbita Vox, es entre aterradora e hilarante la estupidez de los asaltantes de Torre Pacheco a la caza del inmigrante que en redes se decían que había que ir a por todos los moros, pero al kebab del pueblo no, tío, que ahí ceno yo.

Si algo bueno tienen todos estos es que no engañan a nadie. Un sujeto como Milei que aparece haciendo rugir una motosierra y te dice que va a recortar furiosamente servicios sociales no miente ni deja lugar a la interpretación, viene a lo que viene. Y tú, pringado, que no tienes un mango partido por la mitad pero que estás suscrito a un canal de youtube donde un criptobro te asegura que te vas a hacer millonario haciendo burpees y posteando majaderías dices desde tu piso compartido con otros siete: sí, bien hecho, fuera sanidad universal, a la mierda educación, quememos los servicios sociales. De esa estupidez viven estos partidos.

El antídoto de la ignorancia es la educación, pero qué hacer frente a una persona que tiene como mínimo estudios primarios y que te dice que la Tierra es plana (en su cabeza debe ser como un plato flotando en el espacio, uno hondo, supongo, para evitar que el agua de los océanos caiga al vacío, porque tampoco creen en la gravedad, evidentemente). Qué se hace con todo ese orgullo ignorante. Es que no puedes reaccionar frente a alguien que te dice que le demuestres que la Tierra es redonda. Qué hacer cuando es el líder mundial el que alienta la ignorancia. Qué hacer cuando un político de Vox dice que cuando llegue al poder entrará en RTVE o con motosierra o con lanzallamas. Nos paraliza la incredulidad ante semejante aluvión de disparates.

 

https://rrnews.es/2025/10/vivimos-gobernados-por-la-estupidez-y-la-maldad.html

 

 







jueves, 2 de octubre de 2025

DE VUELTA A GAZA

 

DE VUELTA A GAZA

Escribo sobre Gaza una vez más, porque me parece incluso una frivolidad escribir sobre cualquier otra cosa mientras decenas de miles de inocentes son masacrados ante nuestros ojos. Israel asesina y mata de hambre y el mundo entero mira sin hacer nada. Hace daño a la conciencia de cualquiera que tenga, porque no todo el mundo tiene.

El bloqueo de la Vuelta Ciclista a España, que incluía un equipo israelí patrocinado por un íntimo de Netanyahu, con el objetivo de blanquear la masacre, les ha parecido a los dirigentes del PP y Vox: politización del deporte, inmoralidad, indecencia, irresponsabilidad, extorsión, violencia, kale borroka, hasta terrorismo… paro aquí, pero podría seguir. Ha sido ingente la cantidad de adjetivos empleada para descalificar las protestas contra el genocidio de la población palestina. Sin embargo, contra el bloqueo criminal de entrada de ayuda humanitaria a Gaza no han tenido ni una sola palabra. Ni una.

Los que opinan que hay que protestar sin causar molestias son los que aspiran a que las protestas no sirvan para nada. Proteste usted en aquella esquina, haga el favor, que es que aquí no nos gusta el barullo. Claro que sí, bonico, me voy a bañar, pero sin mojarme. Hay niños asesinados a racimos diariamente, pero lo importante es que los ciclistas no pierdan la concentración.

Es normal que les molesten las protestas. Aznar deja claro por qué cuando asegura que “si Israel pierde lo que está haciendo (o sea, si no culmina el genocidio)”, Occidente se pondría “al borde de una derrota total”.  Para qué va a disimular ya a estas alturas cuando de sobra conocemos su inclinación por las guerras. Cuando Almeida dice que no hay genocidio porque genocidio de verdad fue el Holocausto (como si haber sido víctima te impidiera convertirte en verdugo) en realidad lo que quiere decir es que lo que pase con Gaza le da exactamente igual, por si no nos habíamos dado cuenta. Cuando Ayuso dice que con las protestas Madrid parecía Sarajevo y posteriormente se hace una foto con el equipo ciclista israelí, el mensaje que manda es el de: adelante, Netanyahu, que lo estás haciendo muy bien, machote. Resumiendo: rechazan las protestas porque están a favor de la masacre, no por otra cosa.

Esta semana la ONU ha llegado a la conclusión de que Israel está cometiendo genocidio e insta a los estados miembros a pararlo. Bien, una vez resuelta la parte semántica (después de dos años de ofensiva, se lo han tomado con calma), ya se pueden dar prisa. A este paso van a liberar un cementerio reducido a escombros y el sionismo habrá conseguido su propósito. Mientras escribo esto Israel está bombardeando las ruinas de Gaza. Las reacciones están siendo desesperantemente lentas. La intervención agradeciendo las manifestaciones a favor de Palestina del presidente del gobierno español, uno de los pocos dirigentes mundiales en desentonar del trato blando dispensado a Netanyahu, ha estado bien; bien, pero dos años tarde.

La flotilla Global Sumud y las protestas contra la participación de Israel en la Vuelta Ciclista a España están haciendo lo que no hacen las democracias occidentales: están trayendo dignidad y esperanza a este fracaso moral planetario que es Gaza. La gente se ha hartado de la inacción de sus gobiernos. El bloqueo de la entrada de la vuelta en Madrid ha sido una increíble victoria moral. Alguien debía hacer algo, y ha sido el pueblo. Los gobiernos ahora tendrán que ir a remolque, porque la gente ha tomado partido.

La victoria de las protestas en la Vuelta nos hace sentir que podemos generar cambios reales en la política del país. La retirada de España de Eurovisión caía por su propio peso tras el éxito de las protestas en la Vuelta, pero recordemos que en la pasada edición Israel quedo en segundo lugar gracias al televoto, fácilmente manipulable si tienes dinero y te interesa aprovechar un amplio portal de propaganda, como es el caso de Israel. Es que son dos años ya, dos años de masacre continuada sin que apenas nadie reaccione, son setenta mil muertos, son dos millones de personas que sufren bombardeos y hambruna a diario. Si a nosotros se nos parte el alma de ver a diario tal grado de destrucción televisada, imaginen a los gazatíes de vivirla.

https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2025/09/23/vuelta-gaza-121852361.html

 

viernes, 19 de septiembre de 2025

CENTRO DE MENORES DE SANTA CRUZ: CRUELDAD E HIPOCRESÍA

 

CENTRO DE MENORES DE SANTA CRUZ: CRUELDAD E HIPOCRESÍA

Vox está domando al PP como se doma a esos perritos que se levantan sobre dos patas, dan saltitos y hacen monerías. Como si nuestra región fuera un circo, y cada vez se parece más. Para sacar adelante los presupuestos, Vox le puso al PP un aro por el que pasar: cerrar el centro de menores de Santa Cruz. El PP, por supuesto, obedeció como un perrito bien amaestrado. La consejera de política social, familia e igualdad, Conchita Ruiz llegó a pedir perdón tras revocar la orden por la que iba a adquirir viviendas para acoger menores tras la amenaza de Vox. ¿Perdón por revocar la orden y dejar a los menores desamparados? No, que va: perdón por haber estado dispuesta a adquirir viviendas donde acogerlos, ella, que es la responsable de política social… Dijo que rectificar es de sabios y que no se volvería a repetir el error. Y es que Abascal amenazó con no apoyar los presupuestos a menos que hicieran una pirueta y entraran por el aro. Y entraron, por supuesto. Así de amaestraditos están.

En la región no se distingue por origen a los menores desamparados, pero para VOX todos son peligrosos menas. La base de su reivindicación es evitar que se pueda dar cobijo a menores inmigrantes, ojo a la crueldad que exhiben sin asomo de vergüenza. Porque, recordemos, son niños y niñas extranjeros, solos, los más vulnerables entre los vulnerables. En su máquina generadora de bulos y miedo han fabricado el argumento de que es precisamente a estos niños a quienes debemos temer, han decidido que son los menores los responsables de la inseguridad ciudadana.

Sabemos que no es verdad: la inseguridad la provocan ellos con sus amenazas, con su asedio al menor, con su chalaneo de derechos humanos a cambio de presupuestos, con sus convocatorias para la cacería de inmigrante, como ocurrió en Torre Pacheco, con su veto al uso de espacios públicos por parte de la población árabe como ocurrió en Jumilla.

La propuesta de Vox es ambiciosa: quieren cerrar todos los centros de menores de la región de Murcia. Imaginen lo que sería dejar en la calle a setecientos niños y niñas de entre cero y diecisiete años, una prueba más de cómo la ultraderecha es generadora de caos e inseguridad mientras alardean de lo contrario.

El centro de menores de Santa Cruz ha cerrado, claro, cómo no iba a cerrar, y para celebrarlo se ha plantado a sus puertas Antelo después de que Gestoso convocara a la muchachada fascistoide con el sugerente lema “ven a despedir a los menas”. Venga, que el circo no pare. Tenían que festejar su vergonzoso éxito añadiendo más ignominia a la crueldad. Así es como intentan generar una inseguridad que luego atribuyen a los menas. Afortunadamente no ha habido ningún incidente, pero no porque la situación no se prestara a ello. Una pena para ellos porque ese tipo de propaganda siempre les viene bien.

Y es entonces cuando sale el PP haciéndose el digno, añadiendo hipocresía a la crueldad y la infamia de las que hace gala Vox.  Su secretario de organización Joaquín Segado, ha tildado de ‘indecencia política vergonzosa’, ‘criminalización de niños’ y ‘enorme irresponsabilidad’ al espectáculo de Antelo y los suyos ante las puertas del centro de protección de menores Rosa Peñas en Santa Cruz. Coincido con Segado en todas y cada una de las expresiones empleadas para calificar el acto bochornoso llevado a cabo por los de Vox. Pero ¿quién si no el PP ha formalizado el cierre del centro? ¿acaso no es ese cierre de facto una “criminalización de niños”? ¿no es una “indecencia política vergonzosa” negarles de paso el derecho de acogida? ¿Ahora se rasgan las vestiduras? Eso se llama oportunismo e hipocresía.

No han tenido suficiente, nunca tiene suficiente: la supresión de las escasas clases de árabe en la región, como si incluso el idioma fuera sospechoso de algo, es otro triunfo para los de Abascal, otro aro por el que pasan los populares. Vox propone y el PP dispone.

 

https://rrnews.es/2025/09/centro-de-menores-de-santa-cruz-crueldad-e-hipocresia.html

 

 

 

martes, 9 de septiembre de 2025

GAZA A TODAS HORAS

 

GAZA A TODAS HORAS

Primera semana de septiembre, nos incorporamos a la rutina. Volvemos a los artículos y esta semana habíamos pensado escribir sobre las tradwives que nos gobiernan, ya saben ustedes, esas esposas tradicionales que han decidido volver al modelo familiar y de relación de pareja propio del siglo XIX, que sería su opción (y allá ellas) si no pretendieran llevarnos a todas de vuelta al redil de la cocina, la obediencia al marido y los roles tradicionales, que por algo son trads. En esta época de dominio de la ultraderecha, una opción política que privilegia al macho, que preconiza el retorno del hombre-hombre, tiene un número nada desdeñable de mujeres que militan en sus filas y que, o bien nos gobiernan o aspiran a hacerlo: Giorgia Meloni, Karina Milei, Isabel Díaz Ayuso, Marine le Pen, Alice Weidel. La lista es larga.

Habíamos pensado escribir un artículo, decíamos, reflexionando sobre la paradoja de estas mujeres que defienden una opción política que recorta sus derechos y libertades, y probablemente lo hagamos en las próximas semanas, porque el tema nos parece interesante. Pero ahora, en este momento, no podemos pensar en otra cosa que no sea Gaza.

Gaza porque es una emergencia humanitaria, Gaza porque los gazatíes están siendo masivamente asesinados, masacrados por las bombas europeas y estadounidenses; Gaza porque están muriendo de hambre merced al bloqueo israelí de entrada de ayuda humanitaria; Gaza porque es urgente actuar: hombres, mujeres, niños y niñas están siendo exterminados, eliminados de la faz de la Tierra ante nuestros ojos y ante la inacción de nuestros gobiernos. Gaza porque debería quitarnos el sueño para siempre.

Están siendo exterminados frente a nuestros ojos a pesar de que Israel no para de matar periodistas, más de doscientos han sido asesinados ya. Si no se cuenta el genocidio que están llevando a cabo no habrá existido, o eso parecen pensar. Pero la magnitud de la masacre es tal que no podrán ocultar tanta crueldad a pesar de su empeño.

Israel asesina porque puede hacerlo, mata impunemente porque no hay prácticamente nadie en la esfera internacional que pare el puño que golpea, porque la bala que asesina y la bomba que destroza se está fabricando también en nuestro continente, en nuestro país y en nuestra región y todo lo que hacemos quienes nos oponemos a este genocidio televisado es clamar en un desierto tan vasto que el eco nos devuelve nuestros propios gritos.

No solo eso, quienes protestan contra el genocidio están siendo tildados de terroristas antisemitas y criminalizados. Así le ha ocurrido al guionista Paul Laverty, que ha sido detenido durante unas horas por vestir durante un acto de protesta una camiseta con la frase: “Genocide in Palestine, time to take Action” (“Genocidio en Palestina, hora de Actuar”). Esto se considera terrorismo por parte del gobierno laborista de Keir Starmer. Desde principio del verano cientos de personas han sido detenidas en Inglaterra por manifestarse a favor de Gaza. Lo decente sería callarse y mirar para otro lado mientras se aplasta a la población civil. Circulen, que aquí no está pasando nada.

Pero no podemos callar sin ser cómplices de lo que está ocurriendo. Qué ha sido de esta Europa nuestra con tal complejo de superioridad moral que miraba por encima del hombro a la Europa del Holocausto porque no entendía tanto silencio ante la masacre. Al menos ellos tenían la débil coartada de la ignorancia, quién en nuestra sociedad podrá decir mañana que no sabía lo que está sucediendo hoy.

No podemos callar. Entre otras iniciativas destinadas a romper el silencio vergonzoso y la inacción encubridora está la flotilla Global Sumud que ha salido del puerto de Barcelona y navega desde ayer hacia Gaza con cuatrocientas personas voluntarias a bordo de unos veinte barcos. Quieren parar el bloqueo de entrada de ayuda humanitaria, ojalá lo consigan. Al menos ya han roto el bloqueo de la inacción y del silencio, portadores como son de esperanza y dignidad, tan necesarias estos días. Llevan nuestra voz, aunque no estemos a bordo.

 

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domingo, 31 de agosto de 2025

MURCIA, OTRA VEZ.

 

MURCIA, OTRA VEZ.

En mi anterior artículo https://www.eldiario.es/murcia/murcia-y-aparte/odio-presion_132_12467395.html sobre los lamentables acontecimientos de Torre Pacheco concluía diciendo que ojalá ser marciana en lugar de murciana. Me reafirmo en ello con la reciente noticia de que en Jumilla se prohíbe a la población musulmana celebrar sus ritos.

Vemos cómo el discurso islamófobo ha avanzado tanto y tan deprisa que está ya en el terreno de cancelar expresiones religiosas. El asunto ha llegado a los tribunales, pero la ventana de Overton debe estar adornada ya con una cenefa de esvásticas. El Pp tira la piedra y (aún) esconde la mano: a sus votantes les llamas xenófobos y se ofenden, pero será peor cuando no se ofendan. Vox prende la mecha y se enorgullece de ello, porque ya han decidido que España es un país solo cristiano ahora y por los siglos de los siglos. Mirad este tuit: “Gracias a Vox se aprueba la primera medida en España que impide celebrar fiestas islámicas en espacios públicos. ¡España es y será siempre tierra de raíces cristianas!” ¿Cómo se aseguran de ello? Prohibiendo actos de otras religiones. El siguiente paso será vandalizar locales donde se rece a otros dioses porque el suyo es el único verdadero. ¿Exagero? Ya hemos visto violencia desatada en Torre Pacheco. Murcia es la punta de lanza de las políticas xenófobas en España con el patrocinio de Vox y la complacencia del Pp, que en Jumilla insta al equipo de gobierno a promover actividades "que defiendan nuestra identidad y protejan los valores y manifestaciones religiosas tradicionales en nuestro país".

La vinculación entre los linchamientos de Torre Pacheco y la prohibición de culto en Jumilla es clara: primero se demoniza al musulmán, cargándole con todos los crímenes existentes en el código penal, después se prohíbe el culto, a continuación... lo que queráis imaginar, aislarles dentro de sus comunidades, quizás.

Paradójicamente (o no) son ellos, los inmigrantes, quienes sufren agresiones sin que a nadie se le ocurra movilizarse para denunciarlas. Cuanto más oscura la piel mayor riesgo de sufrir agresión verbal o física, sobre todo si se es mujer.

Referirse a la migración como problema y no como fenómeno es un recurso habitual en los partidos de derechas y en numerosos medios de comunicación. Inmigración igual a delincuencia: así es cómo se deshumaniza al otro, al extranjero, al diferente. Cuando ya no es humano, lo que le pase no importa.

Es un crescendo de paranoia, persecución, eliminación del otro, envenenando la convivencia pacífica, levantado muros donde no los había, dinamitando puentes donde los hubiera.

Lo único que han hecho con esta medida ha sido crear un problema que no existía, traer el miedo y la zozobra a los vecinos de la localidad que tiene un ojo puesto en la celebración de las fiestas del vino y otro en el recuerdo de los acontecimientos de Torre Pacheco.

Por eso, si no somos capaces de ver un patrón no podremos prever los peligros que amenazan la convivencia en paz, mucho menos ponerles freno.

El fascismo es un perro de presa que utilizan las élites económicas para controlar y vaciar de contenido la soberanía popular. Pero se les olvida que ese perro a veces se convierte en amo, como ocurrió en la Alemania nazi, y gobierna la casa bajo un régimen de caos y sangre.

Debemos sacar conclusiones de las noches terribles de Torre Pacheco y de la prohibición del culto en Jumilla. Ahora sabemos que se ha despertado al Gólem. Que, de las palabras, lo insultos y las invectivas en redes se ha pasado a la acción. Que debemos actuar para mantener la convivencia. Que se debe legislar para que no nos roben la democracia.

No nos engañemos: ya ha ocurrido lo que nunca debe ocurrir. De aquí en adelante solo puede ir a más. Con gente recorriendo barrios bate de béisbol en mano nadie está a salvo. Con gente legislando para prohibir cultos religiosos nadie está a salvo. Con el fascismo en la calle estamos todos en peligro, con el fascismo en las instituciones estamos todos en peligro: peligran los inmigrantes, las personas LGTBI, los extranjeros, los refugiados, las feministas, la gente de izquierdas, los disidentes, los intelectuales, los tibios por ser tibios, los que piensan, por pensar. Y sí, también tú que me lees y yo que escribo esto, yo por escribirlo, tú por leerlo.

 

https://www.eldiario.es/murcia/murcia-y-aparte/murcia-vez_132_12531318.html

 

 



 

jueves, 7 de agosto de 2025

QUE NOS DUELA GAZA

 

QUE NOS DUELA GAZA

En la masacre que se está llevando a cabo contra Gaza las paradojas se suceden sin parar: una extrema derecha mundial, tradicionalmente antisemita, se ha convertido en uno de los grandes defensores de Israel. No es de extrañar, lo tienen todo en común: la islamofobia, el conservadurismo, el supremacismo blanco, el colonialismo, la identificación con el modelo del sionismo como el Estado religioso y étnicamente puro. Para dar otra vuelta de tuerca a esta paradoja, en su apoyo al actual estado israelí, el recuerdo del Holocausto les ayuda a blanquear su faceta fascista. Sin embargo, sabemos que no hay nada que se parezca más a un fascismo (Alemania años cuarenta) que otro fascismo (Israel años 20 del nuevo siglo). Y nada se parece más al antisemitismo que la islamofobia. En este avance de las ultraderechas en los gobiernos mundiales, vemos cómo Israel campa a sus anchas de forma impune, sin que haya quien se atreva a afearle la conducta, vemos cómo el activismo pro-palestino es perseguido, vemos cómo Gaza se queda sola, desprotegida, porque a nadie le importa.

Gaza me araña la piel del corazón cada día. Siempre he pensado que no debía escribir sobre mi dolor, que a quién le incumbe. Me parecía incluso una frivolidad hablar de mi angustia, de mi desazón ante esta masacre, en comparación con el dolor de los gazatíes. Y me he autocensurado. He escrito artículos en los que intentaba que mis sentimientos se quedaran fuera.

Pero hoy algo ha cambiado. Desde el mes de junio guardo un documento gráfico forense sobre Gaza que no me he atrevido a abrir, como no me atrevo muchas veces a ver los telediarios. Pero lo abro. Son unas imágenes terribles, como para espantar el sueño de por vida; los heridos, amputados y muertos son en su inmensa mayoría niños y niñas.

Aún hay más. En su crueldad ciega a Netanyahu no le ha bastado con la muerte y la devastación, a continuación, ha desatado contra Gaza el último de los caballos del Apocalipsis: el hambre.

Es un genocidio que debe provocarnos una profunda inquietud moral. Y esa inquietud se genera en una conciencia sacudida por los sentimientos de empatía hacia quienes sufren. Son nuestros sentimientos los que nos ponen a andar. Demos las gracias a las neuronas espejo que son las que nos conectan con las emociones ajenas y las que garantizan nuestra supervivencia como especie porque nos impelen a reaccionar contra lo que daña a los demás, lo que daña a nuestros semejantes.

¿Dónde están las neuronas espejo de los políticos que nos gobiernan? ¿se las hacen extirpar cuando llegan a según qué puestos? ¿renuncian a ellas para hacer carrera? ¿nacen sin ellas y eso les facilita el ascenso?

Borrell ha dicho recientemente que Europa ha perdido su alma en Gaza. Sabe bien de lo que habla, ha clamado en el desierto del Parlamento Europeo preguntándose: ¿a dónde pretende Israel que se desplace la población palestina frente a los bombardeos, a la Luna?

También merece la pena preguntarse dónde están los israelíes frente a esa masacre, un genocidio que debería resonar en el alma de quien la tuviera con el recuerdo de la Shoah. ¿O es que los palestinos no son seres humanos para ellos, como ellos no eran seres humanos para los nazis?

Si cuando hay un atentado terrorista guardamos un minuto de silencio, con Gaza deberíamos callarnos para toda la vida. Que nadie más hablara una sola palabra en este planeta en homenaje a las víctimas del genocidio. Pero no es así. Niños y niñas, bebés, enfermos, ancianos, muriendo de hambre a racimos y la Unión Europea responde con una indiferencia tan clamorosa que su eco se puede escuchar desde el espacio.

Ahora creo que mi dolor sí que importa, es ese dolor (el mío, el tuyo, el vuestro, el de todos nosotros que nos sentimos concernidos por el dolor humano) lo único que es capaz de hacer frente a este exterminio para el que la respuesta internacional son paños calientes cuando no apoyo descarado y vergonzante al agresor.

Dijo Bertrand Russel sobre Vietnam: “dependemos de la conciencia de la gente común de todo el mundo que será quien decida si el pueblo ha de ser abandonado a su suerte en silencio”. Por eso, insisto, tus sentimientos y los míos son tan importantes.

Que nos duela Gaza, que nos duela hasta que no podamos más, hasta que la angustia no nos deje dormir y nos veamos obligados a salir de nuestras casas a gritar, a manifestarnos, a sacudir las conciencias de nuestros conciudadanos, a provocar la reacción de nuestros gobiernos, a vomitar nuestra rabia.

 

https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2025/08/01/duela-gaza-ramona-lopez-120248128.html