lunes, 27 de octubre de 2025

VIVIMOS GOBERNADOS POR LA ESTUPIDEZ Y LA MALDAD

 

VIVIMOS GOBERNADOS POR LA ESTUPIDEZ Y LA MALDAD

Estupidez y maldad son las dos características fundamentales del carácter de Trump, su ejecutivo y sus seguidores.

La estupidez para no ser capaz de ver que son las malvadas ideas que ellos mismos difunden las que han matado a Charlie Kirk, defensor del uso de las armas que han acabado con su vida, abanderado de la pena de muerte y que pedía además que las ejecuciones fueran públicas, televisadas y patrocinadas por Coca-Cola. Paradojas de la vida, de esta terna a su muerte solo le ha faltado el patrocinio. Sería un buen trato proponer que la pena capital sea para quien la defiende; pero no, los detractores de la pena de muerte sabemos que ni siquiera sus defensores la merecen. Está claro que son el exponente paradigmático de la mezcla de estupidez y maldad cuyo resultado más terrible es la violencia generalizada. Aun así, Charlie Kirk no merecía morir, merecía vivir en un país libre, pacífico, diverso, justo, solidario e integrador, un tipo de país que la estupidez y la maldad de él y sus seguidores rechazan incluso con el uso de la fuerza.

Trump y su ejecutivo no soportan el humor: su estupidez no lo entiende y su maldad no lo tolera. La presión de la Casa Blanca ha provocado el despido de, hasta el momento (solo llevan seis meses), dos cómicos: Stephen Colbert y Jimmy Kimmel. Este último ha tenido que ser readmitido por la presión mediática y popular: Disney, la cadena para la que trabaja, perdió casi dos millones de suscriptores. Ya da igual, este ha sido un potente aviso a navegantes. Pero es que ¿cómo no reírte de un tío que dice que ha acabado con siete guerras (¿), una de las cuales entre Aberbaiján (quería decir Azerbaiyán) y Albania (quería decir Armenia)? No podría ser más tonto ni entrenando. Ahora, ojo, si te ríes del tirano estás liquidado. Es peligrosa la estupidez paranoica de un tipo que es capaz de creer que en Naciones Unidas han saboteado una escalera mecánica y un teleprompter para ridiculizarle, como si necesitara ayuda.


La estupidez de Ortega Smith le llevó a dar por hecho que un militar tendría el mismo discurso malvado que Vox y se dirigió, entre servil y coleguita, al almirante general Antonio Piñeiro para pedirle que devolviera o bloqueara el paso a las pateras, porque, por lo visto, nuestro país está amenazado por los pobres que llaman a sus puertas. Afortunadamente la ley del mar lo impide y el sentido común del jefe del Estado Mayor de la Armada terminó ridiculizando al político recordándole que la misión de la Armada es «ayudar y salvar» a los migrantes que se desplazan en pateras, cayucos y otras embarcaciones. Con un sencillo: «Voy a ser muy claro: es mandato de la ley del mar» nos recordó que los seres humanos nos ofrecemos ayuda entre nosotros en situaciones desesperadas. Es puro sentido común, está inscrito en nuestros genes como mamíferos gregarios que somos.

Y sin salirnos de la órbita Vox, es entre aterradora e hilarante la estupidez de los asaltantes de Torre Pacheco a la caza del inmigrante que en redes se decían que había que ir a por todos los moros, pero al kebab del pueblo no, tío, que ahí ceno yo.

Si algo bueno tienen todos estos es que no engañan a nadie. Un sujeto como Milei que aparece haciendo rugir una motosierra y te dice que va a recortar furiosamente servicios sociales no miente ni deja lugar a la interpretación, viene a lo que viene. Y tú, pringado, que no tienes un mango partido por la mitad pero que estás suscrito a un canal de youtube donde un criptobro te asegura que te vas a hacer millonario haciendo burpees y posteando majaderías dices desde tu piso compartido con otros siete: sí, bien hecho, fuera sanidad universal, a la mierda educación, quememos los servicios sociales. De esa estupidez viven estos partidos.

El antídoto de la ignorancia es la educación, pero qué hacer frente a una persona que tiene como mínimo estudios primarios y que te dice que la Tierra es plana (en su cabeza debe ser como un plato flotando en el espacio, uno hondo, supongo, para evitar que el agua de los océanos caiga al vacío, porque tampoco creen en la gravedad, evidentemente). Qué se hace con todo ese orgullo ignorante. Es que no puedes reaccionar frente a alguien que te dice que le demuestres que la Tierra es redonda. Qué hacer cuando es el líder mundial el que alienta la ignorancia. Qué hacer cuando un político de Vox dice que cuando llegue al poder entrará en RTVE o con motosierra o con lanzallamas. Nos paraliza la incredulidad ante semejante aluvión de disparates.

 

https://rrnews.es/2025/10/vivimos-gobernados-por-la-estupidez-y-la-maldad.html

 

 







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