jueves, 19 de marzo de 2020

NO HABLEMOS DEL ELEFANTE QUE HAY EN LA HABITACIÓN


NO HABLEMOS DEL ELEFANTE QUE HAY EN LA HABITACIÓN

El rey salió ayer (trabajito le ha costado, después de seis días de encierro) a NO hablarnos del elefante que hay en la habitación. El elefante tiene un nombre sonoro, casi eufónico: se llama “Corrupción en la Corona”. Valdría como título de una serie de Netflix.

Este monarca, tan preparado él, lo está haciendo todo tarde y mal. Lo de anunciar primero la renuncia a la, ejem, herencia envenenada del padre y salir después a tranquilizar a la población por la crisis del  Coronavirus (es hasta poético, no me digáis que no) hace que los mal pensados interpretemos que a lo que sale es a lavar su imagen, a tomarnos, una vez más (y ya van unas cuantas), el pelo a todos. Ea, ya está, aquí no ha pasado nada. Una cosica hecha. Olvidado lo de la corrupción sistémica en la institución a la que represento.

A una parte de la población le servirá el mensaje, sospecho que sobre todo a esa parte que se defiende de una pandemia mundial comprando masivamente papel higiénico. Otra parte, cada vez más numerosa, le ha esperado en el balcón con cacerolas. A ver si se entera de una puñetera vez. A ver si se enteran él y los del papel higiénico.

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