La náusea
Un escalofriante asesinato: un hombre encerrado en una
jaula es quemado vivo. Está rodeado de soldados yihadistas armados, ¿para qué,
si está enjaulado? El preso es un piloto jordano. Jordania responde ahorcando inmediatamente
a dos presos de la Yihad, un hombre y una mujer. Las imágenes, aunque menos
impactantes son igualmente horrorosas. Se responde a un asesinato cruel e
inhumano con dos asesinatos crueles e inhumanos. Repito: dos contra uno. El rey Felipe VI recibe al embajador jordano
diciéndole que está impactado por el asesinato del piloto. Rajoy manda un telegrama al rey Abdalá, ese
demócrata, mostrando su repugnancia por
el asesinato del piloto. Y yo no doy crédito a lo que veo y oigo. ¿A nadie le
llama la atención que no se vuelvan a
mencionar los dos asesinados por
la venganza jordana? ¿No son iguales todos los muertos? No, como no lo son
todos los vivos. Ni siquiera se molestan en disimular: ese muerto nos da mucha
pena porque es de nuestros amigos. Los otros dos no nos importan porque, quién
sabe, igual hasta eran culpables. El ministro Morenés dice que vamos a luchar
sin tregua contra el yihadismo. No menciona que podrían empezar por no
venderles armas y no lo menciona porque nadie perjudica sus propios intereses y
Morenés es un traficante de armas. El telediario lo presenta todo con la mayor
naturalidad y yo aún no doy crédito. Esa
naturalidad con la que se olvidan, ningunean o justifican los asesinatos
perpetrados por nuestros amigos (Jordania es país aliado de Occidente) , esa
naturalidad digo es monstruosa. A mí lo de hoy me ha parecido una monstruosidad
de principio a fin. La náusea no me abandona.
Si, Ramona, dices bien: Náusea.
ResponderEliminarSi, Ramona, dices bien: Náusea.
ResponderEliminar