Señor
Bárcenas,
Por
favor, tire Usted de la manta. Esto no se lo pido apelando a su honestidad,
pues sé que no la tiene un ladrón que ha robado una cantidad de millones de Euros
cuya cifra no puedo recordar ya que se actualiza al alza día a día. No se lo pido
apelando a su patriotismo ya que sé que Usted sólo es un patriota de boquilla,
de esos que se envuelven en una bandera española pero que llevan su dinero a
paraísos fiscales, no vaya a ser que le hagan pagar impuestos de los que
pudiéramos beneficiarnos el resto de sus compatriotas. No se lo pido apelando a
su lealtad ya que sé que carece de ella, pues tiene contra las cuerdas a base
de amenazas a todo un gobierno, un grupo de personas que han sido en teoría
amigos y compañeros suyos, además de correligionarios.
Esto se
lo pido apelando a sus bajos instintos,
porque éstos sí que están de sobra acreditados y de ello dan cuenta su
cinismo, su soberbia, su desvergüenza y demás prendas del arroyo que le
adornan. Háganos un favor a todos aquellos que nos hemos regocijado con su
entrada en prisión, que no estamos contados pero que sé que somos muchos. Sabemos
que Usted sólo es uno más de esa pléyade que a base de robar han dejado el país
en los huesos y encima son los mismos que nos piden austeridad, sacrificios,
paciencia y que no nos preguntemos cómo hemos llegado hasta esta situación. Háganos
ese favor y tire de la manta y a ver si, ya que nos ha robado Usted hasta los
empastes, al menos nos da la alegría de arrastrar consigo al fango a alguno más
de su cuerda. La diferencia al final quizás no será mucha ya que para que esto
variara el rumbo tendría que cambiar el sistema, pero nos daría Usted una gran
satisfacción. Tenga en cuenta que últimamente disfrutamos de pocas alegrías.
Sin
nada más, me despido deseándole que disfrute Usted de su estancia, que espero
sea larga.
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