domingo, 5 de enero de 2014

QUERIDOS REYES MAGOS

QUERIDOS REYES MAGOS

Cómo no, en estas fechas. Como veis, no soy nada original. Pues bien, voy con mi carta.

Queridos Reyes Magos,
Deseo con todo mi corazón, y mis entrañas y el resto de mis órganos internos, deseo mucho más de lo que llegué a desear cuando era pequeña esa casita de muñecas de tres pisos que nunca llegasteis a traerme, cabrones, esa que era como la Rue del Percebe 13 pero sin la mala leche, con camitas y muebles pequeños y su cuarto de baño y todo, hoy deseo un deseo que no es para mí, deseo un deseo para mis conciudadanos y conciudadanas: deseo que todos y todas puedan cobrar el salario mínimo interprofesional, no que tengan grandes coches, ni segunda vivienda, ni vestidos caros,  ni joyas, ni comilonas, ni cruceros… El salario mínimo interprofesional, un trabajo digno, una vivienda digna, derecho a sanidad pública, derecho a educación pública y libre acceso a infraestructuras públicas (carreteras, escuelas de música, piscinas, etc). Eso pido, nada más. Y esto lo pido para Rajoy, para Bárcenas, para el rey, para Letizia, para la Pantoja, para Artur Mas, para la Duquesa de Alba, para la Cospedal, para Rubalcaba, para Valcárcel, para Pitita Ridruejo, para Soraya SS, para Amancio Ortega, para Andrea Fabra, para la madre que la parió, para Pedro J. Ramírez... No pido menos para todo este ganado, pero por favor, tampoco más. Y eso mismo pido para el resto de la ciudadanía anónima, que vive angustiada en estos días, que está en paro, que no duerme pensando que puede perder su casa, que no puede mandar a su prole a la universidad, que ve cómo sus hijos y sus hijas se van del país por falta de oportunidades, que come en Cáritas. Y si después de concedido mi deseo a alguien le sobra, digamos, un palacio de la Zarzuela, un Palacio de Liria, una multimillonaria cuenta en Suiza (o varias), un parque móvil de coches oficiales, miles de trajes y zapatos y joyas, unos cuantos viajes a India, a Canadá, unas cuantas vacaciones en Baqueira Beret, una finca de miles de hectáreas, etc, etc, etc, pues se coge todo esto, se hace un motoncico y se reparte a pachas entre todo el personal, los de arriba y los de abajo, o sea, los de la primera parte del texto y los de la segunda.

Venga Reyes, a ver si sois Magos de verdad. Yo os prometo que si me lo cumplís, me hago monárquica.


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