LOS MALOS DE LA PELI
A mí me gustan los malos de las pelis. Estos te pegan dos tiros, pero no te dicen que es mejor para ti porque la otra vida es mejor que ésta, o si te roban el bolso no te argumentan que es para que no se te disloque el hombro con el peso, y si te secuestran al niño no te convencen de que te están haciendo un favor con todo lo que te vas ahorrar en su crianza y educación, y si te roban el coche no te dicen que pienses en lo que te vas a ahorrar en gasolina y lo que te lo va a agradecer tu salud cuando tengas que ir a todos lados andando. Estos malos vienen a cara de perro, tú los ves venir y dices: “¡hostia, los malos!”, porque son de toda confianza. Sin embargo los malos del telediario te roban la educación que tú has pagado durante años con tus impuestos y te dicen que ya está bien de café gratis para todos, que que nos hemos creído. Y te roban la sanidad (que al igual que la anterior la has pagado durante toda tu vida) la desmontan y la venden por piezas a sus amigos y familiares con el argumento que más me gusta de todos: que es inviable. Sí, claro, como que un empresario va a comprar una empresa que no sea rentable, me lo creo cantidá; eso sí , para sacar su beneficio (que no será pequeño) este empresario habrá de recortar y mucho la calidad del servicio prestado. O hacen una amnistía fiscal para que sus amigos blanqueen el dinero negro y nos dicen que Hacienda va a recaudar una millonada, esto sí que es de película, se podría llamar “Mi hermosa lavandería”. Por no hablar de esa pésima actriz metida a Evita Perón y que pretende hacernos creer que con 6.000 viviendas de alquiler social que caben en un barrio del extrarradio de Murcia, ya han solucionado los desahucios de todo el estado. Vamos anda.
En fin, no sé que me deja más atónita: la jeta que tienen estos malos o las tragaderas que tiene el resto del ganado. Esto me quita el sueño.
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